martes, 30 de enero de 2018

LA DOCTORA LEDO


LA DOCTORA LEDO

Hospital "Manuel Fajardo" de La Habana, centro donde se atendían los marinos mercantes cubanos.



-Lo siento, no tienes la posibilidad de tener hijos. La puerta de su consultorio se encontraba abierta y en los bancos de espera estaban sentados unos cinco tripulantes, una camarera entre ellos. El calor era terrible ese día y supongo haya sido la razón para mantener la puerta abierta.


-¿El último? Todos giraron el rostro hacia mí, la camarera me pidió silencio apoyando su dedo índice derecho sobre sus carnosos y encantadores labios, un tripulante se sacudía ambas manos como si las tuviera mojadas, trataba de decirme algo, como que la cosa estaba en candela y gozaban. Por señas me insinuaron que si yo hablaba en tono alto les aguaba la fiesta.


-¿El último, coño? Solo así levantó la mano un moreno que me parece era engrasador, lo hizo con mucha lentitud y vagancia, yo lo conocía de vista nada más. -¿Qué paso? Pregunté en un tono tan bajo que pareció escapar un susurro o uno de esos gemidos reprimidos cuando vives agregado.


-¡Na, que estamos en el chisme pa'entretenernos! Pero si te pones a gritar nos cierran la puerta y nos morimos de aburrimiento. Dijo ella muy joconda, olía bien, ¡claro!, a los perfumes baratos que comprábamos en España y eran unisex por su precio. Estaba buena, ya la había vacilado en varios encontronazos fortuitos en la empresa. Bonito rostro, buenas tetas, no pude evaluar el culo ahora que estábamos tan cerca por estar sentada, pero lo imaginaba, me parece que se lo vi debajo de un jean similar al que vestía ese día. ¿Cuántos cañonazos tendrá? Seguro que le gana al Morro. Me preguntaba y respondía al mismo tiempo. ¿Qué importa? La tranca no deja huellas digitales. El auto consuelo siempre es permitido antes de disparar cualquier bala, aunque sean de salvas.


-Debe ser interesante ese chisme para mantenerlos tan concentrados y silenciosos. Le dije casi al oído y aspiré profundo para robarle un poco de su perfume.


-¡Yo no puedo creerle, doctora! Cuando llego de un viaje del Japón, vengo cargado y cuando me acuesto con mi mujer le suelto un chorro de leche que usted no se imagina. No sé por qué, pero aquella voz tenía cierto condimento negro.


-¡Me estoy cansando, negro! Llevo media hora tratando de explicarte que en este cuento no se trata de cantidad, para preñar se requiere calidad y tú no la tienes.


-¿Cómo va a decirme eso? Con el chorro de leche que le sueno a la negra es para que quede preñado todo un ejército. 


-Te lo he dicho y te repito, en esa leche viajan unos bichitos que se llaman espermatozoides, solo se pueden ver con la ayuda de microscopios. Cuando te vienes, hay uno de ellos que sale disparado, uno solo, carajo. Ese hijoputa sale corriendo velozmente y fecunda un óvulo que tu mujer libera estando apta para procrear. ¡Coño! Con razón este piquete de cabrones estaba gozando y me contagiaron con lo que estaba escuchando.



-¿No me va a decir usted que dentro de ese chorro de leche no existirá un puto de esos bichitos que pueda preñar a mi mujer? O el tipo se encontraba borracho o se trataba del individuo mas burro de la flota, no le encuentro otra justificación, pensé.


-¡Mira! Por ultima vez te lo digo, tengo a varios compañeros esperando para consultarse conmigo y no voy a dedicarte toda la tarde. Tus putos espermatozoides son unos vagos de mierda que no corren para nada, permanecen durmiendo y el óvulo se cansa de tanta mariconería. Así que hemos concluido el tiempo de tu turno.


-Pues voy a consultar con otro médico, no confío en una sola palabra suya.


-¡Puedes ver a quien te dé la gana! Hemos terminado esta consulta. ¡El último! Se escuchó enojada la voz de aquella amable y servicial doctora muy querida entre los marinos cubanos. Segundos después vimos partir al negrón con su carga de leche entre las patas y entró uno de los que esperaban. La camarera y yo conversamos un poquito y la eliminé enseguida, me dijo entre otras cosas que era la esposa de no se cual Capitán y me encojonó. ¿Esposa de qué? De navegación debe ser, pensé y guardé la pistola.


-¿Y esto qué es?


-Meao. Le respondí con toda la ecuanimidad existente en el mundo y al instante soltó mi historia clínica. Fue hasta el lavamanos y se lavó con demasiada insistencia, frotaba sus manos como si se tratara de un pecado imperdonable.


-¿Cómo vas a darme una historia clínica meada sin avisarme?


-Porque usted la tomó sin preguntarme.


-¿Cómo se te ocurre mear este documento tan serio?


-Que no he sido yo, ha sido un amigo suyo.


-¿Un amigo mío, quien?


-El doctor Labrada.


-¿Labrada te meo la historia clínica? Yo sabia que era jodedor, pero no hasta este extremo.


-Fue en una borrachera, doctora.


-¿Borrachera? Perra borrachera seria, ¿cómo ocurrió?


-¡Nada! Estábamos bebiendo en mi casa y cuando estuvo en nota lo acostamos en mi cama. ¿Qué le cuento? Seguimos festejando en la sala y al parecer, Labrada se levantó borracho, abrió una gaveta de mi cómoda y meo pensando que era el baño.


-¿Y cuándo se dieron cuenta?


-Al día siguiente, yo estuve borracho cuando él se despertó. Se puso un par de guantes y fue ojeando toda mi historia. Me ordenó algunos análisis de rutina y que regresara en dos semanas.


La ultima vez que la vi fue entrando a su casa, ella vivió en Santos Suárez muy cerca de la casa de mi suegra. Una gran mujer y doctora, un ser muy querido por la mayor parte de los marinos que nos atendíamos con ella. Visitó en distintas ocasiones los barcos donde me encontrara como Primer Oficial y la atendí como se merecía. Ledo era una mujer muy sencilla y campechana con todo el mundo, como mi amigo, no se andaban con falsos protocolos y podían descender al nivel de cualquier ser humano que se sentara ante ellos. No sé si la doctora Ledo se encuentre viva, ¡ojalá así sea! Ella atendía a los marinos mercantes en el hospital Fajardo del Vedado. Sirvan estas cortas líneas como homenaje y recordación de quienes apreciamos sus servicios y cuidados tan humanos. ¡Oh! Se me olvidaba, ella también disfrutaba con los traguitos.



Esteban Casañas Lostal
Montreal..Canadá.
2018-01-30


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EL MENSAJE POLÍTICO


EL MENSAJE POLÍTICO



Hundimiento del buque escuela "José Martí".

Existen muchas vías y métodos de sometimiento, un pueblo puede convertirse en esclavo si logras su capitulación, al menos la de su cuerpo, mediante el uso excesivo del hambre. Su mente estará subordinada a la necesidad de satisfacer las demandas de su estomago y el de toda su familia. No pensará en otra cosa que comer hasta que ese pensamiento, se convierte en obsesión cuando el periodo de hambruna o austeridad es largo. Luego, debe destruirse todo aquello que le recuerde el pasado con amor. Si a ese apetito voraz y enfermizo se le suman otras calamidades constantemente, como falta de luz, agua, transporte, medicamentos, amenazas de guerra, etc., Ese pueblo puede reducirse a una materia insignificante que, viajará todo el tiempo con una jabita debajo del sobaco y su mente fija en un solo punto del horizonte, el sitio donde encontrará alivio para poder sobrevivir.

Sometido el cuerpo es imprescindible conquistar el pensamiento y su alma. Ese cuerpo debe estar sujeto a un implacable bombardeo ideológico, tiene que ser durante las veinticuatro horas del día en vuelos rasantes y deben utilizarse bombas que destruyan cada neurona viva. No hubo espacio libre en esta guerra librada para someter voluntades, radio, televisión, periódicos, películas, novelas, libros, etc. Cada discurso debía ser escuchado, leído, vuelto a escuchar en círculos de estudios del CDR, sindicato, FMC, partido, UJC, era inagotablemente retrasmitido por todos los medios. Luego, siempre pedían opinión, criterios sobre lo que había dicho el comandante. ¡Cuidado quien se atreviera a dar una opinión libre! ¿Y las escuelas? Principales centros de exterminación del pensamiento, pioneritos que con solo cinco años gritaban que deseaban ser como un asesino. Pioneritos que hoy se encuentran por acá sufriendo todas esas deformaciones y se comportan como esclavos felices.

La Academia Naval del Mariel no podía vivir independiente a la rutina diaria experimentada por toda una nación, nadie podrá pensar algo tan absurdo, ella formaba parte de todo un engranaje diabólico. El bombardeo ideológico al que fueran sometidos sus estudiantes solo tenía un breve receso, las horas dedicadas a dormir todo el agotamiento de un día, gastado entre inútiles consignas, metas, emulación, discursos y cuanta estupidez humana emanadas de mentes enfermas, cuyas metas eran contagiar a todos los que se encontraran en su centro. Todas esas campañas e ideas brillantes se producían en la Sección de Instrucción de la academia, ¡claro!, cumpliendo órdenes que venían desde arriba y enriquecidas con aportes muy patrióticos de esos burócratas militares, porque en toda la isla se actuaba con ese estilo, cada orden era exagerada y aumentada de alguna manera con aportes e improvisaciones particulares.


Buque escuela "José Martí"

Recibimos la orden, ¡óiganlo bien! De enviar un “mensaje político” subliminal en cada una de las clases que impartíamos. Siempre viajando de lo sublime a lo ridículo para cumplir una irracional meta. ¿Imaginan un mensaje político en una clase de astronomía? ¡Yo, no! Seria algo asi: “Marte es el planeta rojo porque allí radica el Comité Central del Universo o, Venus había sido una prostituta rescatada por la revolución y convertida en federada”. Es que no le encuentro otra explicación para convertir un solo segundo de esas clases en el mensaje político exigido. ¡Olviden toda tentativa de negación a colaborar u obedecer! Ya imagino al leal, militante y disciplinado profesor de astronomía Ergio González Reveillez haciendo gala de su imaginación galáctica y celestial. Disculpen sus admiradores si lo menciono, pero me resulta imprescindible hacerlo y razones me sobran. ¡No crean que aquella orden se quedaba en el formulismo de impartirla o recibirla! Se controlaba por medio de las “clases abiertas” efectuadas con cierta regularidad. A esas clases casi siempre acudían entre cinco o siete célebres miembros de la cátedra, encabezados y dirigidos por el flamante Capitán de Corbeta en ese entonces Ernesto Fernández Gordillo. Personaje que se acogió a la ciudadanía española y hoy se dedica en cuerpo y alma a difundir el ideario comunista en la península. Mi exposición ese día fue algo así: “La obtención periódica de las posiciones del buque y correcciones a tiempo de sus derivas, ayudará al ahorro de combustible tan necesario para la revolución, conocidos los efectos del bloqueo norteamericano sobre la isla”. No serian exactamente estas palabras, pero si el mensaje. ¿Te atreverías a no obedecer aquella orden luego supervisada? No me encontraría escribiéndoles estas notas desde Canadá, una evaluación política negativa en nuestro giro tenia resultados catastróficos, mucho más, cuando llegaba de militares y militantes comunistas extremistas como ellos. 


Academia Naval del Mariel luego de ser abandonada.

Han pasado muchísimos años y he querido rescatar este evento del olvido ahora que se cumplen 102 años de fundada aquella excelente academia naval que luego se propuso formar zombis. Mientras enviaba sublimemente aquel mensaje, me acordaba de los cientos y miles de toneladas de combustibles derrochados por malas derrotas asumidas caprichosamente a bordo de nuestras naves. De mas esta decir que cada uno de los capitanes que producían esas pérdidas cuantiosas, habían sido formados en esa misma academia y ostentaban el carnet rojo que los convertía en intocables y seres superiores.

Han pasado muchísimos años y hoy quisiera preguntarle a todos los que una vez, empujaron a su modo aquella máquina perversa que ha destruido todo un país. ¿De que sirvió tanto servilismo y cobardía? Muchos de aquellos hombres se encuentran desde hace tiempo en el exterior, unos viven la libertad que les negaron, otros continúan siendo los mismos esclavos y cobardes que allí se formaron. Algunos de ellos muy despreciables, porque desde acá no han elegido guardar silencio por vergüenza. Son tan miserables que continúan defendiendo la razón de tanta destrucción, muertes, separaciones de familias y que el cubano se encuentre disperso por todos los continentes.


Proa del buque escuela "José Martí" antes de ser hundido.

…”Después que llegué a la edad de la jubilación, elegí este país para disfrutar mi retiro”… Mas o menos estas fueron las palabras que leí en el muro de uno de esos desventurados pendejos que no conformes, atacan constantemente a esta nación. Yo no tenia conocimientos de que Cuba enviaba el dinero devengado por sus retirados a cualquier país. ¡Claro, es falso! Este individuo está viviendo con dinero pagado por los contribuyentes de los Estados Unidos y como premio, abogando por su derecho a la libertad de expresión, la que no tuvo en la isla y contra la cual lucho de una u otra manera. ¡Asco y desprecio es lo que se puede sentir ante esos traidores! No es solo él, son cientos los que componen esta fauna de viles aprovechados.

No voy a preguntarles de qué sirvieron aquellos “mensajes políticos”, nadie es tonto y lo sabemos cada uno de nosotros. No se logró al “hombre nuevo” programado, nos encontramos entre monstruos que brillan por su timidez, tal vez no lo comprendí muy bien y sea ese el verdadero modelo perseguido por estos canallas. Aquellos guardiamarinas hoy sobrepasan los cincuenta años en su mayoría y nunca supieron lo que se cocinaba detrás del escenario.


Esteban Casañas Lostal.
Montreal..Canadá.
2018-01-30


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sábado, 27 de enero de 2018

102 ANIVERSARIO DE LA "ACADEMIA NAVAL DEL MARIEL"


102 ANIVERSARIO DE LA "ACADEMIA NAVAL DEL MARIEL"






Hoy 28 de Enero se festeja un año más de la fundación de la Academia Naval del Mariel, hablamos de 102 años de existencia, realmente dejó de serla en 1980. O sea, su vida útil tuvo una duración de 64 años. Vergüenza para todos los que de una u otra forma disfrutamos la sombra de sus instalaciones y las caricias de los vientos Alisios en las elevaciones de la colina La Vigía, el punto más elevado del Mariel.

Les sugiero que no se dejen traicionar por golpes de nostalgia o achaques inesperados de mala memoria. Cuando apague las velitas de ese pastel para celebrar su cumpleaños, olvídese de las academias de Baracoa y la de Alamar. La fiesta le pertenece única y exclusivamente a la Academia Naval del Mariel, distinguida por su emblemático Palacio de Rubens. Cualquier intento en compartir su historia con otras academias, es una profanación a la historia en sí.

La Academia Naval del Mariel existía desde mucho antes de que fuéramos descubiertos por segunda vez, el primer descubrimiento lo hizo el Almirante Cristóbal Colón y el segundo fue realizado por individuos de lengua y olores extravagantes llegados desde 9550 kilómetros. Los primeros encontraron a “indios” suponiendo haber llegado a las tierras fines de sus singladuras buscando especias. Los segundos llegaron mucho mas tarde y pretendieron convertirnos en los “indios” que no fuimos, ni éramos. ¡Claro! Con la mansa pasividad de muchos nacionales. Hablando en plata como buen cubano, cuando los rusos pisaron nuestra tierra en proceso de destrucción, hacia muchísimos años que nosotros poseíamos una excelente universidad. ¿La Academia Naval del Mariel? Distinguido centro de enseñanza naval que, gozaba con mucho prestigio y reconocimiento internacional. Excelencia y celebridad que no debe una onza de cobre a la presencia rusa en la isla.

La vida y obra de ese centro de formación de marinos cubanos debe ser recordada por los que allí pasamos alguna vez, pero debe mencionarse no solo sus virtudes, deben traerse también sus calamidades y fracasos, porque existieron y no seremos sinceros con nosotros mismos si las ocultamos a las nuevas generaciones. Hay que distinguir dos factores fundamentales a la hora de juzgarla, la visión propia del estudiante y la del que estuvo tras bambalinas, sus profesores. No es lo mismo ir a una opera como espectador a tener que actuar en ella, no es lo mismo asistir a un restaurante como comensal a ser su cocinero. Nunca tendrán el mismo prisma y los colores llegarán con tonalidades diferentes. El alumno estará motivado y empujado por el romanticismo o nostalgia del tiempo que allí vivió, sus compañeros de estudios, sus profesores, su formación, etc. La vista del profesor tenia que ser mucho más larga y debía estudiarse un libreto que quizás detestara, siempre bajo la presión y vigilancia de sus superiores, militares en este caso.

Tuve la oportunidad de navegar como subordinado de capitanes y oficiales graduados en esa academia con fechas anteriores a su holocausto. Hombres de una preparación profesional exquisita y de una ética envidiable, cultura y educación abrigaban cada una de sus charreteras, gente especial que luego iba desapareciendo como cualquier especie en peligro de extinción. ¿Qué pasó? ¿Cómo la vulgaridad y chabacanería logró sepultar la elegancia de aquellos hombres que, imponían respeto y subordinación de la manera mas educada existente? ¡No! No se puede celebrar un cumpleaños ignorando todo lo inmoral que ocurrió en aquel antaño santuario de hombres de mar. Digo, si verdaderamente quieres ser sincero contigo mismo. 





Llegué a la Academia cuando explotó Michelena por corrupción, ¿creen verdaderamente que allí murió ese flagelo? ¡Están equivocados! Apenas nacía y ese templo formador de hombres fue convertido en nido de sobornos, cambios de favores, fraude institucionalizado, cuna de parásitos vestidos de militares que desangraban a la sociedad. ¿Imaginan a un Teniente de Fragata cuyo contenido de trabajo era actualizar los murales de la escuela? ¿No lo conocieron? Se llamaba Marcos y andaba muy bien planchadito con su bolsillo lleno de bolígrafos. Por esa absurda labor devengaba un salario superior al de cualquier técnico. ¡Claro que hay mucho material para recordar si queremos ser honestos con nosotros mismos! No podrá omitirse aquellas promociones kilométricas, realizadas con el fin de cumplir o sobre cumplir una meta, como si se tratara de una fábrica de embutidos. Jóvenes que luego pasarían años sin plazas para desarrollar los conocimientos adquiridos y por los que invirtió toda una sociedad.

Hoy celebramos el cumpleaños de una academia, donde de manera inexplicable, desaparecieron toda su base material de estudio, destruyeron su bibliografía porque pertenecía al campo capitalista y era urgente borrar el pasado, todo. Luego vino el proceso de sovietización, no solo se cambiaron uniformes y grados militares. Se pretendió cambiar todo el sistema de enseñanza en la escuela, seria sustituido por uno obsoleto y sin uso en nuestra flota. Los alumnos nunca supieron de ello, un equipo de burócratas militares se encargaba de todos esos procesos donde, llegó a ser importante y materia de evaluación, estar sentado una hora diaria frente a un radio. ¿Para qué? Para escuchar “Información Política”, era imprescindible lavarnos el cerebro. Hoy se cumplen 102 años de la fundación de aquella institución que una vez formara verdaderos profesionales, alzo mi copa por ella. Hoy se elevarán voces nostálgicas de quienes se sienten agradecidos por la educación recibida y tal vez no corresponda a esa otrora honorable academia, no alzo la copa con ellos.

Alzo mi copa por lo que pudo ser y no fue, por los buenos profesores que pusieron su empeño en formar técnicos. No la alzo por quienes pretendieron producir seres sin criterios, zombis carentes de cerebros, cómplices de un fraude descomunal, indios de mierda encontrados durante el segundo descubrimiento, destructores de una ética profesional admirada en muchas partes del mundo. Alzo mi copa por todos aquellos que, gracias a un esfuerzo personal, lograron el propósito de su vida o sueños, convertirse en verdaderos oficiales de cubierta o maquinistas.

Brindo por los 102 años de fundada la Academia Naval del Mariel, muerta en 1980.

Esteban Casañas Lostal.
Montreal..Canadá.

2018-01-28







Notas sobre la historia de la Academia Naval del Mariel tomada de la pagina web “Circulo Naval Cubano”.


La Academia Naval del Mariel por Max Gómez Álvarez



En Cuba, después de finalizada la Guerra de Independencia y durante el periodo de la ocupación militar norteamericana de la Isla, fue creado un Servicio de Guardacostas, utilizando en estos primeros momentos pequeñas embarcaciones abandonadas por la Marina de Guerra Española, consistente fundamentalmente en pequeños cañoneros y otras embarcaciones que resultaban insuficientes, por lo que poco tiempo después, el Gobierno Militar adquirió algunas otras pequeñas unidades con el fin de incrementar la capacidad operativa de este servicio. Con el advenimiento de la Republica se realizaron los primeros esfuerzos encaminados al fortalecimiento de esta arma, lo que impuso la urgente necesidad de formar una oficialidad capaz de asumir el mantenimiento de dicha responsabilidad. El 2 de julio de 1909 el entonces Presidente de la República José Miguel Gómez fundaba mediante Decreto Presidencial, la Marina de Guerra de Cuba, sustituyendo así el hasta entonces existente Servicio de Guardacostas cubano instaurado en 1902.

Las primeras escuelas navales en Cuba surgieron en la primera década del siglo XX, aunque estas no estuvieron legisladas hasta 1926. El 20 de julio de 1910 mediante Ley Presidencial emitida por el Presidente José Miguel Gómez quedó establecida la Escuela de Náutica adscripta al Instituto Provincial de la Habana; su primer director lo fue el Sr. José García Bolleres. Años más tarde, el 18 de diciembre de 1929 se inauguró la Escuela Náutica de Regla para marinos mercantes. 





En 1914 se gradúa la primera promoción de la Escuela de Náutica adscrita al Instituto Provincial de la Habana, en 1915 se crea la Academia de Cadetes de la Marina de Guerra y un año más tarde, el 28 de enero de 1916, surge oficialmente la Academia Naval del Mariel, por la recomendación del entonces Jefe de la Marina de Guerra y Capitán de Navío Julio Morales Coello. Para la ubicación de dicha Institución naval, el presidente cubano Mario García Menocal, aprobó los permisos correspondientes y llevó a cabo en 1915 la confiscación, a nombre del Estado Cubano, de los terrenos donde se estableció dicha Academia, ocupados por el edificio conocido como Palacio de Rubens. La referida finca había sido propiedad de Dº Ignacio Estrada, quien la vendió el 7 de febrero de 1870 a Dº Domingo Machado; en este lugar había estado enclavada una fortificación del Ejército español conocido como Fuerte Arolas, que fijaba la cabecera de la entonces denominada Trocha de Mariel a Majana y sobre cuyos cimientos se construiría el futuro Palacio en la zona más alta de uno de los extremos de la meseta del Mariel, en la conocida como Colina del Vigía y adyacente a un camino del mismo nombre. 

Para el año 1905 la finca ya era propiedad del Coronel del Ejército Libertador Sr. Charles Hernández, quién la vendería ese año al Dr. Horacio Rubens, un norteamericano establecido en la Isla, quien fuera amigo personal de José Martí y de Dº Tomás Estrada Palma, primer presidente de Cuba y quien fuera colaborador de ambos en los esfuerzos independentistas cubanos. Desde entonces dichos terrenos adquirieron el nombre de finca de Rubens. Inmediatamente después de su adquisición, comenzó la construcción en el referido lugar de un palacete bajo la dirección de un arquitecto de origen italiano y cuya intención era la de instalar en él un casino de juegos, pero los permisos necesarios para el ejercicio de dicha actividad fueron finalmente denegados por el Gobierno en 1908, por lo que jamás se concretaría dicho propósito. Más tarde la propiedad fue adquirida por Sra. Claudia Lamar, la que a su vez y poco tiempo después, la vendería nuevamente, en esta ocasión a un Patronato que buscaba un local apropiado para la instalación de un leprosorio, cuyo proyecto finalmente fue ejecutado en Santiago de las Vegas.






En el año 1915, al ser confiscados los terrenos y el Palacio que lo ocupaba, estos fueron destinados a la ubicación en ellos de la Academia Naval del Mariel, lo que tuvo lugar el 28 de enero de 1916, destinándose a la tripulación del crucero Cuba para que acometiera las adaptaciones pertinentes del edificio y sus áreas colindantes; no obstante; la verdadera inauguración de la edificación no tuvo lugar, sino hasta el 9 de enero de 1917 con la presencia de destacadas personalidades de la época, entre ellas, la del Secretario de Gobernación Aurelio Hevia. Inmediatamente después de la puesta en marcha de la Academia Naval, se designó una partida económica de $15.000,00, destinados al equipamiento de las cátedras y aulas, adquiriéndose el material de estudio necesario, se creó biblioteca naval con la adquisición obras sobre los más avanzados métodos de navegación geografía, astronomía etc. (para 1940 contaba ya con más de 10.000 volúmenes), creándose un observatorio meteorológico y el “Museo Ictiológico Felipe Poey” (el más completo de su clase en el país); entre el equipamiento suministrado se encontraba una caldera que había pertenecido al crucero “Cuba”, un condensador extraído al cañonero “Antonio Maceo”, también, una máquina que había pertenecido a una lancha del servicio de aduanas y una ametralladora Nordenfelt. Por su lado a los talleres de la Academia les fueron suministrados una planta eléctrica, un compresor, un torno de polea, un recortador, una prensa hidráulica, un taladro mecánico, una sierra mecánica, varios tornillos de banco, una fragua y un completo pañol de herramientas varias. Para la instrucción de artillería de los alumnos fue instalada una batería de costa a la entrada del puerto del Mariel; más tarde se aumentó dicha base material de estudios con la adquisición de un cañón naval Bethchem, y tiempo después, el parque fue aumentado con la adquisición de un cañón de alza telescópica y otros dos cañones que habían pertenecido a la batería del cañonero Baire. 





La edificación ocupada por la Academia Naval conserva aún la imagen y diseño que remeda la de un castillo, levantándose su estructura a 83 metros sobre el nivel del mar y la conforma un edificio de cuatro plantas, con patio interior y cuatro torres, una en cada esquina a modo de atalayas y una galería que recorre el entorno alrededor de todo el edificio. El diseño es ecléctico, entremezclándose elementos de franco estilo español, árabe, francés e italiano con presencia de elegantes escaleras, columnas y multiplicidad de puertas y ventanales, todos de una gran belleza, destacándose entre todos el hermoso arco que preside el gran patio interior. En años posteriores se fueron introduciendo algunas importantes mejoras, las que incluían la ampliación del conjunto con otras dependencias, las que se integraron de forma articulada respetando el diseño original y una enorme escalinata de 264 escalones y 12 descansos.

Durante décadas, la Academia Naval del Mariel llevó a cabo la formación de distintas generaciones de oficiales de la Marina de Guerra y Mercante cuya oficialidad disfrutaba de un alto grado de preparación profesional, conjugando la teoría y la práctica. Sus planes de estudio poseían un altísimo nivel, conforme a los más avanzados criterios en la materia; sus cadetes recibían una formación integral, donde se combinaba felizmente la rudeza de la vida marinera, con el desarrollo de un espíritu voluntarioso, donde prevalecían la disciplina, la fidelidad, la ética y el honor. La práctica de deportes entre sus alumnos jugó un papel de primer orden, en especial, los deportes marinos, memorables resultan sus participaciones en competencias de natación y en la realización de regatas, donde obtuvieron importantes trofeos. 

Desde sus inicios, la Academia Naval del Mariel contó con sus propias divisas, Escudo, Bandera y Estandartes de sencillo pero refinado diseño, que eran orgullo y representación de aquella Casa de Estudios; también contó con un Pelotón de Ceremonias, que en no pocos actos y celebraciones de festividades patrias, servían para demostrar el nivel de disciplina y marcialidad alcanzados por sus guardiamarinas. 






Durante los difíciles años de la 2ª Guerra Mundial, la Academia Naval continúo con su línea de trabajo formativo, al tiempo que sirvió de centro de entrenamiento para los nuevos marineros que eran reclutados, dadas la exigencias que impuso el conflicto bélico en que estuvo implicada Cuba como nación aliada en la lucha contra el nazismo. En los años posteriores la Academia fue ampliada y modernizada su base material de estudios con su adecuación a las nuevos requerimientos técnicos. 

Con el ascenso al poder de Fidel Castro en 1959, en los primeros momentos se mantuvieron vigentes los lineamientos básicos que regían hasta ese entonces dicha Institución Naval, pero no se tardó en introducir en su Dirección elementos que respondían directamente a los intereses del Ejército Rebelde, ahora en el poder, pero que carecían de la más elemental formación naval profesional, lo que atentaba directamente contra la calidad formativa de los futuros oficiales. Para finales de la década de los 60 y siendo Director de la Academia Naval el Capitán Generoso Escudero, hombre de confianza del Gobierno, pero carente de formación académica, ordenó ejecutar la construcción de una red de refugios anti-bombardeos en las faldas de la edificación de la Academia, para lo cual fueron utilizadas indiscriminadamente innumerables cargas de dinamita, las que sin el requerido cálculo para hacerlas explosionar de forma controlada, provocaron que comenzarán a ceder los cimientos del edificio y dañaron considerablemente otras instalaciones . A sólo unas semanas de iniciados aquellos “trabajos”, cuando los “aprendices de ingeniero” constataron el enorme e irreversible daño que podían estar provocando, decidieron la paralización definitiva de aquellas absurdas e inútiles obras del refugio antiaéreo, cuyas huellas, varias décadas después, aún resultan claramente visibles. Algunas fuentes oficiales a lo largo del tiempo, han señalado e intentado atribuir como causantes de los daños sufridos en la estructura de la edificación, la presencia en la zona de pequeños y repetidos movimientos sísmicos, aunque dichas escusas no resisten la crítica.




Para el Gobierno Revolucionario, la nueva Academia Naval cubana surge el 16 de octubre de 1959 (era entonces oficialmente Academia Naval del Mariel) y al trasladarse de sede en 1980 adquiere el nombre de Academia Naval Granma, pero de acuerdo a la “matemática oficial”, dicha Academia se funda en 1959 por lo que este año la Academia Naval Granma cumple 55 años de fundada, cuando en realidad dicha Institución surge en 1980 y por tanto tiene sólo 34 años de vida. Academia Naval del Mariel, sólo ha habido una, que fue fundada en 1916 y que hasta su extinción en 1980 sumaba 64 años de vida activa y hoy ya tiene 98 años de haber sido fundada; considero la aclaración oportuna, por cuanto, de acuerdo a un razonamiento lógico, la Academia Naval Granma pretende apropiarse de 21 años de la existencia de la Academia Naval del Mariel y esto puede que traiga confusión a los historiadores que en el futuro aborden este tema. Si la Academia Naval Granma quiere considerarse heredera de la del Mariel, ello le honraría, pero ser otra y al mismo tiempo pretender ser la misma de acuerdo a determinado espacio temporal es de un surrealismo insultante. A cada santo su vela.


La Academia Naval del Mariel dejó de existir como Institución en el año 1980 como ya se ha dicho, un día aciago para la historia naval de Cuba, pero el recuerdo eterno de los cadetes graduados en ella y el espíritu emanado de sus muros, que desafían el paso del tiempo y la desidia, permanecerán por siempre en la memoria histórica de la nación cubana. 


Bibliografía: 
Gálvez Aguilera, Milagros, “La Marina de Guerra en Cuba (1909-1958)”. Editorial Ciencias Sociales.2007. Gómez Álvarez, Maximino; “A propósito de la Enseñanza Naval en Cuba”. 2003. (Inédito). Peralta, José María, “Memorias de una Academia” 1933. (Inédito)


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jueves, 25 de enero de 2018

CAZANDO DESERTORES


CAZANDO DESERTORES


Motonave "Habana"

Un desertor en la marina mercante cubana era cualquier tripulante que no reportara a la hora de salida del barco, poco importaban las razones de tal ausencia. Desde el primer momento en que se hacía un pase de lista por los jefes de departamentos, si no aparecías, eras considerado automáticamente como un desertor hasta que no se demostrara lo contrario. Las razones que justifican una deserción son muy variadas, ninguna de ellas era tomadas en cuenta, y lo peor, solo unos minutos después de detectada tu ausencia, te convertías de paso en un “traidor a la patria”. Si lo hiciste por amor, muy normal en esta vida, no escapabas de esa acusación, “traidor a la patria” serías. Yo me incorporé a ese ejército de desertores y traidores en el año 1991, después de mi partida se formaron varios batallones.


La primera vez que tuve contacto directo con uno de esos desertores ocurrió en 1969 y por poquito me caga hasta el tuétano, escapé de milagro. Estábamos atracados en Santa Cruz de Tenerife y el barco tenía salida para la una de la tarde aproximadamente, yo viajaba como timonel.


-¿Qué, salimos a tomarnos unas cervezas antes de la salida? Me preguntó Humberto Seguí, era un joven que viajaba como agregado de telegrafía junto a otro mulatico de apellido Tamayo, creo que ese viaje iba también Eduardo Ruiz del Viso como agregado de telegrafista. Todos muy jóvenes y realizaban su primer viaje al extranjero.


-¡Coño, asere! Solo faltan tres horas para la salida.


-No seas pendejo, tres horas son suficientes para refrescar un poco. Nunca me puse a pensar que esa invitación llegara de un muchacho que realizaba su primer viaje, casi siempre empleado en comprarse ropa o pacotilla. Nos llevábamos muy bien y hubo pronta química entre nosotros. Primaba nuestra juventud en un barco donde la mayor parte de los tripulantes eran de mayor edad, criterio donde se agrupaban a individuos que superaban los treinta años y que para los más jóvenes comenzaban a despuntar como “medio tiempos”.


-Bueno, voy a vestirme y te veo en unos minutos en el portalón. Tampoco era necesario rogarme mucho, yo no lo pensaba dos veces cuando se trataba de mujeres, tragos o diversión, estaba en la edad, unos 19 años.


-¡Acuérdense que la salida del buque esta para las 13:00 horas! Nos dijo el guardia de portalón cuando nos disponíamos a salir.


-¡Si, estamos de vuelta en una hora más o menos! Le respondí confiado de que así sería.


Yo andaba vestido con unos zapatos italianos con puntera de estilete y tacón Hollywood, pantalón de tergal de piernas estrechas y un sweater liviano. Piezas que se aferraban a los últimos tiempos de aquella moda beatleriana y que remataba con gafas de sol. Por aquellos tiempos en España le llamaban a ese tipo de calzado como de “tacón cubano”, era cónico y no muy alto. Solo no comprendía la razón de citar su origen en la isla, cuando en esos tiempos, es verdad, gustaba a la juventud y teníamos que inventar para presumir. Los jóvenes resolvíamos nuestras necesidades de calzado transformando las botas de trabajo en botines. Hay que ver la creatividad de aquellos peleteros o zapateros, hacían obras de arte con sus manos. Aunque se hiciera popular entre nosotros, no creo que esa moda haya tenido origen en la isla. Esos zapatos los había comprado en una placita de Rotterdam y eran la envidia de muchos jóvenes en el barrio. Ese viaje había reforzado mi equipaje aprovechando las grandes ofertas que ofrecía Tenerife. Ya me encontraba ganando $5.00 dólares semanales, dinero que no estaba al alcance de Seguí, quien como agregado solo recibía $2.50 a la semana. Tal vez fuera la razón para que saliera vistiendo la misma ropa que trajo de Cuba, pensé y no le presté mucha atención.


-¡Dos cervezas por favor! Le pedí al hombre de la barra de un bar casi vacío, dos o tres parroquianos se encontraban consumiendo café o cortaditos.


-Van a empezar temprano, ¿son cubanos?


-Solo para refrescar la garganta, nos marchamos en una hora. ¿No dicen que hablamos como los canarios?


-Muy parecido, pero siempre se les escapa alguna palabra que no usamos por acá. Nos sirvió y se marchó para atender a otra persona. Después de la primera cerveza, consumida con toda la tranquilidad del mundo, vino la segunda y las posteriores, las que aflojan la lengua y te sientes un poco más libre para hablar. Es cuando recuerdas tus miserias y empiezas a mentarle la madre a cuanto hijoputa te rodea. Seguí se mantenía sereno y hablamos también de jevas, tema preferido entre jóvenes que esquivan la política.


-¡Asere, vamos tumbando! Solo nos queda una hora para caminar hasta el muelle y debo prepararme para la maniobra. Tengo que darme un duchazo, estoy algo mareado y es peligroso trabajar así. Pagamos entre los dos y consumimos unos quince minutos para llegar nuevamente al portalón, se mantenía el mismo guardia.


-¡Date un duchazo! Andas sabroso y puedes tener un accidente en la maniobra. Me recomendó el guardia.


-Mi hermano, préstame tu sweater y las gafas. Me dijo Seguí en la puerta del camarote.


-¿A dónde vas? Ya el barco esta casi de salida.


-Quiero comprarme una caja de cigarros, no me demoro, ya sabes que frente al muelle hay estanquillos.


-Me quité el sweater y se lo di, también las gafas. Se retiró y me desnudé para irme a la ducha. Después de bañarme decidí tirarme un ratico en la cama para cargar las baterías, las salidas de los barcos no son tan exactas como las de los aviones, quedé profundamente dormido.


-¡Oye, despierta! ¡Oye, despierta! Sentí como me zarandeaban con algo de violencia y me asusté.


Buque escuela "Viet Nam Heroico.

-¿Qué coño pasa? Le pregunté a Fabelo, única persona que se encontraba en mi camarote en aquel instante. Era un gordo engrasador que funcionaba también como sicario del Jefe de Máquinas, uno de los hijoputas más célebres en la historia de la marina mercante cubana, me refiero a Roberto Arche Flores. Héroe Nacional del Trabajo con carácter vitalicio y uno de los peores verdugos de la flota, odiado como pocos. Fabelo fue un incondicional de Arche y si después experimentó un cambio no me importa, estas fueron páginas escritas en su historia. Se enroló como engrasador del buque “Habana”, donde tuvo una carrera de ascenso vertiginosa. Muy pronto ocupó la plaza de Ayudante de Máquinas, Maquinista y solo unos años más tarde, lo vi vistiendo charreteras de Jefe de Máquinas. Toda esa trayectoria sin haberse tomado una merienda en la cafetería de la Academia Naval o haber participado en curso externo alguno.


-¡Oye! ¿Dónde está Seguí? La pregunta me llegó con voz de segurozo y no lo comprendí.


-¡Qué coño sé yo, ve y pregúntale al guardia de portalón!


-Ya lo hice y me dijo que había salido contigo.


-Si, pero regresamos hace más de una hora. Me dijo que iba a buscar cigarros.


-¡Vístete, tenemos que salir a buscarlo! Fue casi una orden de dudosa autoridad, realmente él no era nadie, un simple engrasador, solo que temido por su vínculo con el verdugo de a bordo. Muy pronto corrió por mi mente la posibilidad de ser acusado como cómplice de aquella posible deserción y no puedo negar que me cagué, ese era mi segundo viaje. No se retiró y esperó a que terminara de vestirme, luego me sugirió llegar hasta el camarote de Arche. Allí se encontraban dos o tres de sus fieles chivatos, estaba presente también el agente o proveedor del buque en Tenerife. Debo hacer una pausa para decir que casi todos esos agentes que tenían negocios con nuestra flota eran simpatizantes del régimen y cómplices a su vez de todas las inmoralidades cometidas por nuestros capitanes, sobrecargos y jefes de máquinas. No los delataban porque ellos obtenían buenos dividendos con las compras y reparaciones realizadas en una época donde todavía se asignaba plata para esos menesteres. Allí fui sometido a una especie de interrogatorio sobre mi salida con Seguí y les expliqué lo mismo. Si algo me sorprendió, fue que toda esa maniobra represiva se desarrollara delante de un extranjero sin pudor alguno.


Unos quince minutos más tarde, embarcamos en el auto del agente Roberto Arche, Fabelo, un negro chivatón y yo. Nuestro primer destino sería el bar donde estuvimos bebiendo y allí, con todo el descaro y propiedad del mundo, le preguntaron al hombre de la barra si había vuelto a ver al muchacho que estuvo bebiendo conmigo una hora atrás. Creo yo, Arche se convertiría en uno de los pioneros en la persecución de desertores. No puedo asegurar que esta práctica se realizara con mucha frecuencia en nuestra flota, donde se persiguiera al hombre como si se tratara de una propiedad del estado.


Por el año 1972 me encontraba estudiando en el “Curso Emergente para Oficiales”, bautizados despectivamente por los graduados en la Academia Naval como los “F1”, tomando como referencia el experimento del comandante en la ganadería, donde nunca obtuvo ni carne, ni leche. Aquel curso se inició en la playa de Jaimanitas y culminó en el buque escuela “Viet Nam Heroico”. Casualmente, como suceden las cosas en Cuba, Arche fungía como director de aquel curso integrado por futuros maquinistas y pilotos. “Dios es grande y la revolución duplica su estatura”, un tipo con un nivel técnico y escolar bajísimo haciendo las funciones de director, eso solo era posible en la isla.



                               Motonave "Viñales", buque del cual yo desertara.

Durante el primer viaje realizado y en una escala en el puerto de Rotterdam, deserta un alumno al que todos conocíamos por el apodo de Nixon, ganado por su parecido al presidente norteamericano. Aquello fue un escándalo mayor, ¿cómo iba a escapar una oveja descarriada, un traidor a la patria, una propiedad del estado? Se organizaron varias brigadas que partieron raudas y voraces por las calles del puerto en busca del traidor. Había que verlos como se prestaron a cumplir aquella noble tarea revolucionaria orientada por Arche. Solo unos cuantos jodedores se sumaron a esas brigadas en ton de vaciladera, pero la mayor parte de los integrantes, destacándose entre ellos los estudiantes de máquinas y encabezados por un tal Lorenzo, se tomaron muy en serio la misión de regresarlo al barco en cualquier condición. ¿Quién coño iba a encontrar una aguja en un pajar? Nixon voló y hace muy poco tiempo me pidió entrada en Facebook, solo que él apenas participa. Al siguiente viaje deserta otro alumno al que yo conocía desde mi infancia en el reparto Párraga, El caso de Jesús también fue muy sonado y objeto de burlas, se trataba del secretario ideológico del comité de dirección de la UJC (Unión de Jóvenes Comunistas), o sea, estamos hablando del comité que regía las conductas de todos los “comités de base”. Había que escuchar a Jesús, tal parecía que era el padre de Lenin, pero el comunismo se le fue al culo en el puerto de Santander. Allí no se organizó la brigada de “búsqueda y rescate” fundada por Arche, más bien hubo que torear una borrachera colectiva que terminó a trompadas entre militantes.


Deserté en el puerto de St. Stephen en Canadá el 13 de Noviembre de 1991, ya lo he contado muchas veces. En el año 2014 viajo a España para encontrarme con la pianista que iba a bordo del buque Viñales y mantuvimos un bello romance, también lo he contado. Tuvo que transcurrir veintitrés años entre la despedida y el nuevo encuentro, tiempo nada corto, para enterarme lo que sucedió el día de mi deserción. Resulta que era su cumpleaños y como el barco estaba detenido en espera de un suplente que enviarían por avión desde Cuba, tomaron como justificación ese acontecimiento para invitarla a celebrar su cumple en el pueblo de St. John. Me dijo ella y le creo cada una de sus palabras, el grupito de búsqueda y captura estaba integrado por el Capitán sancionado Alfredo Vázquez Borrego. Inmoral y ladrón que cumplía su sanción acompañando a un agente de la seguridad en ese puerto, cuya justificación a su presencia en Canadá, era un supuesto embarque de semillas de papas. El otro integrante era nada más y nada menos que el Capitán del barco llamado Humberto Vázquez. Un hijo de puta inmoral y ladrón importado por Mambisa de la Flota Cubana de Pesca, identificado en la flota pesquera como “El Chino Vázquez”, años más tarde cayó preso en La Florida en un barco que se dedicaba al tráfico de drogas. Me contó la pianista que se pasaron parte de la noche recorriendo las calles de St. John infructuosamente, no calcularon esos hijoputas que yo había actuado en contra de la lógica y me encontraba hospedado en un hotel.


Esta fue la última noticia que tuve sobre esa práctica y no puedo afirmar que se realizara en otros barcos donde se produjeron deserciones. Lo cierto es que todos los que desertamos, dejamos de ser una propiedad de ese estado de mierda y quisiera saber que ha sido de la vida de aquellos perros que se dispusieron a perseguirnos. ¿Estarán disfrutando las victorias logradas en su paraíso o se encontrarán comiendo sogas y lamentándose? ¡Coño, Seguí! Como me dolió perder el sweater y las gafas.


Post Data.-

 Varios años más tarde, me contó la esposa del telegrafista Manuel Silvestre García Díaz de Villegas, chilena de origen, cómo fue que fuerzas de la INTERPOL detuvo al padre de sus hijos en territorio chileno y lo devolvió al buque de donde había desertado. Por suerte para este amigo, sus hijas se movieron muy rápido y eficazmente, logrando la liberación y entrega de su padre poco tiempo antes de partir la nave con destino a Cuba, donde por supuesto, alguna pena cumpliría.

 




Esteban Casañas Lostal.

Montreal..Canadá
2018-01-25





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miércoles, 24 de enero de 2018

VIAJAR POR ESPAÑA.

VIAJAR POR ESPAÑA.


Motonave "Habana", barco donde viajara por primera vez a España.


Enfrentar una terrible galerna en tu primer viaje, puede hacerte dudar y hasta renunciar a la búsqueda de ese sueño perseguido por cualquier joven. Se siente mucho miedo cuando navegas entre olas monstruosas y compruebas que el barco es solo un juguete que se mueve al antojo de la naturaleza. Fueron días de angustia donde temí lo peor y me prometí renunciar para siempre continuar esa loca aventura, corría el año 1968. Nos demoramos veintiún días de navegación, donde la travesía normal para una nave con su velocidad solo se extendería a unos 14 ó 15 días.

Cuando se abre un nuevo mundo ante tus ojos cambias de opinión y llegas a la pronta conclusión de que valió la pena. Todo tiene un precio en la vida y disfrutar de aquellas maravillas merecía la pena pagarlo. Yo era un joven de solo dieciocho años, una criatura saturada de sueños imposibles de alcanzar en una tierra donde soñar podía ser mal interpretado. El mar te ofrece esa posibilidad, te hace sentir libre, aunque solo en apariencias. Nunca se corta el cordón umbilical con la tierra dueña de tu alma y cuerpo. Son idas y venidas a la triste realidad que te tocó vivir, pero el mar es generoso y te permite fantasear, pensar que te libraste de esa terrible maldición.

Nuestro primer puerto de recalada fue Rotterdam-Holanda, continuamos después hacia Tilbury-Inglaterra, seguimos despachando paqueticos por Hamburgo-Alemania y nuestras bodegas se llenaron en Amberes-Bélgica. Estábamos listos para un regreso indeseado y mi aventura se encontraba inconclusa, no me conformaba, deseaba consumir algo mas para luego contarle a los amigos de mi barrio. Tampoco podía quejarme, conocer cuatro países hasta ese instante es un privilegio que no gozan muchos. ¡Sorpresa! Nos destinaron al puerto de La Coruña para hacer combustible, serian pocas horas de escala, las suficientes para salir un rato a la calle y soñar, hacerlo como se merece un sueño. ¡Vamos por el quinto país! Solo que esta vez se trata de uno muy especial, la tierra de mis antepasados.


Motonave "Jiguaní", con el que viajara a España en diferentes ocasiones.

No se si a ustedes les sucederá lo mismo, pero toda vez que fui a España, me sentí como el protagonista de una película o novela. Andar sus calles y escuchar aquellas voces tan familiares, me transportaron inmediatamente a un escenario que, aunque lejano, me resultaba muy conocido. Fue muy poco el tiempo que estuvimos esa vez en La Coruña, el suficiente para regresar encantado y tener algo maravilloso para contar a mi regreso. Luego, sentados en una acera del barrio Juanelo, fui rodeado por un coro de amigos que me escuchaban en silencio y devoraban cada una de mis palabras. Corrían tiempos muy difíciles para una juventud que se marchitó, sin vivir, los mejores años de su vida. Hacia muy poco que la música extranjera había sido liberada y el único contacto de aquellos muchachos con el mundo exterior, lo tenían con una duración de una hora escuchando el programa “Nocturno”. Una vez que finalizaba con el tema tarareado por ellos, la vida regresaba nuevamente al infierno de donde había escapado para no morir de asfixia.

Regresé muchas veces a España, creo que en mas de veinticinco oportunidades y hoy, puedo manifestar con orgullo o vanidad, conocí muchos más lugares de ese encantador país que millones de españoles. Franco estaba en el poder y económicamente España se encontraba junto a Portugal e Italia entre los más atrasados de Europa, solo que aquella relativa pobreza, no le restaba los encantos que conservara hasta mi 
último viaje hace solo tres años. Regresé a Bilbao en diferentes viajes, unas veces comerciales y otras para realizar reparaciones. Le seguirían en este orden Santander y Cádiz, puertos repetidos con el mismo propósito y donde mis estancias superaban siempre los veinte días. Barcelona, Tarragona, Castellón, Alicante, Ceuta, Baleares, Valencia e Islas Canarias, irían engrosando poco a poco una colección que se hizo mas rica durante mi última aventura como turista.

Cuando eres marino cubano, salvo muy raras excepciones, toda tu preocupación se reduce a visitar tiendas de bajos precios, plazas de gitanos y cuanto mercado ofrezcan rebajas. Viajas cargando una listica con las necesidades apremiantes de tu familia, necesidades que casi nunca puedes satisfacer si recibes un pago de $5.00 dólares semanales. España era una válvula de escape con sus precios ridículos en aquellos tiempos, muy apretados para los nacionales, pero complacientes para nosotros con un poquito de platica acumulada. Hoy pocos creerían que podíamos vestirnos con 500 pesetas, que podías conseguir los servicios de una prostituta por solo 150 pesetas con cama incluida. Hay historias que resultarían infladas y fueron muy ciertas hasta el día que la península se sumó al “destape” europeo. Impensable encontrar a una mujer sola sentada en una barra bebiéndose un cubata, vino o cerveza, digamos que un simple café. 



Motonave "N Gola", buque con el que realizara otros viajes a España.

Hubo situaciones me resultaron siempre incomprensibles, como esa de permitirnos bajar a tierra solamente hasta la media noche. Medida que no se aplicaba en la mayor parte de los países visitados en esos tiempos, nosotros éramos víctimas de una dictadura comunista y fuimos castigados por una dictadura de derechas. Solo que ese castigo inmerecido se aplicaba a las víctimas, mientras el régimen de Franco se comportaba como uno de los principales sostenes económicos de Castro. Esa conducta de complicidad española con el régimen cubano, se mantuvo y mantiene por cada uno de los presidentes de turno en la península. Posiciones que solo pueden justificarse por el odio desmedido practicado desde la perdida de la ultima colonia en América, nosotros. Política aparte, debo confesar que siempre fuimos muy bien tratados en todos los puertos españoles, pudiera afirmar que los cubanos hemos sido mimados por los peninsulares. Trato recibido que se distancia mucho del que ofrecen a otras personas de origen en este continente, muchas veces victimas de discriminaciones. Asunto que tampoco me preocupa mucho, cuando en sus países de origen discriminan a los cubanos que salieron de la isla por no simpatizar con aquel régimen.

Unos pocos, los mas aventureros en nuestros buques, destinábamos un poquito de plata para gastar en bares y burdeles, España fue uno de los países mas baratos en este campo. La bebida tenia precios ridículos, se podía comer en fondas o restaurantes de bajo costo y disfrutar de esa exquisita gastronomía única en el mundo, yo era uno de ellos, nunca me sentí atrapado por la pacotilla. Los bares siempre fueron sitios donde se establecían contactos fortuitos y donde algunas veces nacían amistades. Se aprendía a diferenciar al español en sí, cada uno identificados por su región de origen, no todos eran iguales en su trato, costumbres, gastronomía, etc. Es un país muy rico en este aspecto y para conocerlo no basta con visitarlo una vez ni quince, esas cortas estancias solo te brindan una pequeña posibilidad, limitadas a la hora de establecer diferencias y llegar a conclusiones. No es lo mismo un gallego que un vasco, andaluz, catalán, etc., aunque en el trato con nosotros todos fueron espectaculares y nos sentíamos como si estuviéramos en casa.

Cuando la realización del Referéndum de 1976 yo me encontraba en Las Palmas de Gran Canaria y disfruté como un peninsular mas los cambios que se producirían con el fin de la dictadura franquista. Cambios que no tendrían lugar en nuestra tierra en proceso de destrucción y con la complicidad de una gran parte del mundo. En la península española se produjo un cambio total y fue tal la velocidad impuesta, que no solo se logró esa libertad ansiada por los españoles. Ellos son iguales que nosotros, si no llegan, se pasan, y se pasaron. Libertinaje y corrupción llegaron abrazados, marchan muy felices desde aquellas fechas hasta el sol de hoy. Fueron superando muchos baches económicos hasta lograr insertarse en una Europa que los aventajaba por años, fueron absorbidos económica, política y socialmente por el viejo continente. ¡Claro! Con todas las excentricidades aportadas por nuestra raza, donde los extremos son muy bien aplaudidos. Poco a poco fuimos perdiendo aquel maravilloso punto de recalada, se escapaba de nuestras posibilidades, ganábamos ahora $2.00 dólares diarios, insuficientes para satisfacer las demandas de una España muy europea. ¡Debemos conquistarla nuevamente! Pudo gritar alguien en silencio y para lograrlo, la invadimos con un contrabando de tabacos no conocido en la historia por su volumen. Para el año 1991, fecha en la cual desertara en Canadá, ya había visitado a España en mas de veinticinco oportunidades, perdí la cuenta. Nunca me sentí extranjero en la tierra de mis abuelos y la disfruté muchísimo.


Motonave "Frank Pais", con el que realizara viajes a España.

En el año 2014 regreso en avión como turista y permanecí durante tres meses y tres semanas visitando lugares históricos y turísticos jamás soñado en mi vida de marino. Esta vez me enamoré aun mas de aquella cautivadora tierra y razones me sobran para afirmar que la conozco como pocos españoles. Madrid, Manzanares el Real, La pedriza, Villacastín, Monasterio el Paular, Turégano, Cuellar, Coca, Olmedo, Valle del Jerte, Iscar, Arévalo, Wamba, Ponferrada, Castrillo de los Polvazares, Astorga, El Escorial, Granja de San Ildefonso, Valle de los caídos, El Espinar, Medina del Campo, Tordesillas, Simancas, Valladolid, Pedraza, Sepúlveda, Salamanca, Ávila, Segovia y Las Medulas, son hermosos parajes donde dejé marcadas mis huellas. Lugares que me hicieron soñar y recrear un poco la historia de la tierra de nuestros abuelos. España es única, un país para adorar sin importar sus defectos y el empeño de unos pocos hijoputas que desean destruirla.

Viajar por España, es algo así como viajar a un paraíso solo concebido en los sueños de cualquier joven marino como yo.






Esteban Casañas Lostal.
Montreal..Canadá
2018-01-24


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