lunes, 18 de enero de 2021

UN DÍA COMO HOY


UN DÍA COMO HOY

 




Un día como hoy del año 1978 zarpábamos del puerto de Luanda con destino al de Lobito, atrás dejábamos un hervidero compuesto por gente que se movía como hormigas alocadas y sin un destino definido. Elegidos que guardaban las mismas distancias de su país de origen, patrioteros de a pie devenidos en “internacionalistas”. (rancia palabrita muy en boga desde hacía unos poquitos años) y, aquellos bien patriotas dirigenticos de base, quienes se habían asignado algún auto abandonado por los portugueses que se largaron de Angola cuando la guerra. Gente que en la isla eran Don Nadie y asumían las mismas posiciones sociales de quienes disfrutaron la asignación de un Lada con chapa azul o amarilla. Individuos con una atroz tortícolis que no les permitía doblar el cuello cuando te veían caminar bajo un terrible sol con temperaturas infernales. Elegidos digo porque en aquellos prematuros tiempos, los que iban a cumplir esa sagrada y ordenada “misión internacionalista” eran elegidos, como yo. Gente que aceptaron el reto para no perder la chapa, la llave y el revolver o, solo por experimentar, aquella aventura vedada a millones de cubanos, saltar por encima del malecón de La Habana.


El ambiente en la capital angolana era vomitivo, no los soportaba, escuchar aquella verborrea ya gastada y cansona tan lejos de la isla provocaba todo tipo de rechazos. Lobito es una pequeña ciudad portuaria situada al sur y la presencia cubana sería más limitada. Un alivio para nosotros, asediados por esos individuos tal y como hacían en La Habana, como si el barco fuera un almacén donde poder solucionar sus problemas.


Con nosotros viajaba el Práctico de apellido Márquez, lo conocía de vista por las innumerables maniobras compartidas a bordo de diferentes buques en La Habana. Se trasladaba hacia ese puerto donde realizaría las mismas funciones, solo que aquí su trabajo sería mucho más relajado. No existía el movimiento de buques como en la capital cubana y geográficamente Lobito era un puerto mucho más sencillo, una simple bolsa larga sin ensenadas y pocos atraques. 


Yo regresaba a Lobitos nuevamente, lo había visitado en Enero de 1976 a bordo del buque “Renato Guitart” en plena guerra, allí desembarcamos 1200 soldados que fueron destinados inmediatamente a Cunene. Recuerdo haber recorrido algunas de sus calles una noche junto a mi amigo Jorge Marcos Joan, alias Cebolla. Fue una verdadera locura, esa misma noche le dispararon a un joven soldado en esa ciudad y los médicos que viajaron con nosotros pudieron salvarlo.


Lobito descubrió sus encantos esta vez y pude recorrerla junto a mi amigo Lazarito. Cuando no estábamos de guardia nos íbamos a sus magníficas playas en el bote salvavidas del barco. El ambiente era aún tolerable a bordo gracias al magnífico Capitán Raimundo René Calero Torriente, no era perfecta, pero se podía soportar la separación de la familia por las excelentes condiciones de vida que nos garantizaba. Siempre hay una papa podrida en cualquier saco y esta vez lo era el telegrafista Collazo, todavía conservaba la vida, al viaje siguiente el maquinista Freixas le cortó la respiración de dos balazos.


En Lobito finalizaría nuestro viaje 1-Sur, toda una aventura que se extendió más allá de los seis meses desde que embarcamos y partimos con destino a Argelia-España-Bélgica-Holanda-Polonia-Holanda-Angola. Tiempo suficiente para conocer y compartir con una excelente tripulación, una de las mejores con las que me tocó vencer singladuras en mi larga vida de marino. Tiempo apropiado para enamorarme de aquella nave como me sucedió en oportunidades anteriores, una negra adorable. Nos propusimos embellecerla, cuidarla, mimarla como se merecía. Ella lo sabía y coqueteaba con nosotros.


Pasados unos cinco días de encontrarse a bordo y sin albergue definido en aquel puerto, Márquez se acerca para entregarme un sobre y se disculpa de paso. No lo comprendí muy bien hasta extraer el papel contenido.

 

…Eres papá de una hermosa niña.

 

      Felicidades y besos de todos.

 

                  Elena…

 

Miré la fecha y correspondía al día 18 de Enero de 1978, un día como hoy.


-¡Coño! ¿Tú eres comemierda? Le pregunté a Márquez y se puso muy pálido, nervioso. Razones me sobraban para decirle aquello, ya estábamos a 24 de Enero.


-Mi hermano, discúlpame, lo había olvidado en el bolsillo de la camisa que me quité cuando embarqué. Me lo entregaron en Luanda el mismo día que salimos.


Abrí una botella de whisky y lo festejé con varios de los presentes, luego preferí continuar solo hasta emborracharme. Acudieron sueños etílicos donde la imaginé de mil maneras, pasaron varios meses viajando con la imaginación hasta tener su primera fotografía. Fue posible conocerla cuando había cumplido ocho meses de nacida y luego me volví a separar de ella por otros meses más. Estuve ausente en la celebración de su primer cumpleaños y muchos más, así fueron nuestras vidas. Ausentes al parto, cumpleaños o fallecimiento de un ser querido, casi nunca estuvimos presentes cuando nos necesitaban. ¿Y hoy?


Debemos conformarnos con una llamada telefónica o el simple mensajito de texto, no estoy, ella no está, no estamos. Hace unos días que me llamó para contarme sus planes, me recogería para ir a comprar unos camarones y pescados ya cocinados. No pudo ser, no corren tiempos apropiados para celebraciones por culpa de esta puta pandemia y sus derivados. Solo nos han dejado la opción de recordar que ella nació un día como hoy y es afortunada. Muchos seres van a recordar este día como el que despidieron a sus seres queridos gracias a la maldad de unos hombres y la complicidad de otros en sus empeños por destruir a la humanidad.


¡Pues nada! Hoy me levanté, como cada día, buscando noticias que sean publicables y les aclaro, solo acudo a medios de prensa medianamente cercanos a la categoría centro-derecha. ¿Qué les cuento? Ni esos se pueden leer hoy en día, no existe una noticia en estado puro ajena a todo tipo de manipulación, casi todos estos medios se han rendido ante el dinero. Apenas publico nada actual y me siento a escribir sobre el cumpleaños de mi hija como si se tratara de algo muy pasado, una especie de efeméride histórica, como si ya no existiéramos o estemos pronto a nuestra extinción.


Un día como hoy nació mi hija y le deseo muchas felicidades en medio de ese fuego cruzado de odios, fraudes, enfermedades, limitaciones, censuras y privaciones de todas nuestras libertades. Alegrías de millones de estúpidos degenerados y desagrado de quienes un día deseamos vivir la libertad plena que nos pertenece como seres humanos.

 


Esteban Casañas Lostal.

Montreal..Canadá.

2021-01-18

 

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viernes, 15 de enero de 2021

COMUNICADO


COMUNICADO




 

A todos los miembros del grupo “Graduados de las Academias Navales de Cuba, marinos todos y amigos del mar”.

 

Hola amigos.-

Para nadie es un secreto y todos somos testigos de los cambios drásticos experimentados en las redes sociales desde el año pasado, exactamente a inicios del período electoral en los Estados Unidos. No es un secreto para nadie, la participación de estas redes en el control férreo de la información compartida por los usuarios de estos medios. Tampoco es secreto su definición política y rechazo hacia quienes no la compartan. Ese rechazo se ha manifestado en medidas que limitan y violan el legítimo derecho a la libertad de expresión de cada uno de los usuarios. Esta situación anormal y propia de los regímenes totalitarios, se ha manifestado en medidas de censuras nunca antes experimentadas. Acompañadas de desproporcionadas medidas punitivas en contra de quienes no compartan la ideología, partidismo o criterios de los propietarios de estas redes. Resulta inaudito y vergonzoso que hechos como estos se produzcan en países llamados “democráticos”. Mucho peor que dos o tres individuos con poderes económicos y propietarios de estos medios, se reserven el derecho a violar la Constitución de los Estados Unidos, y de paso, ese mismo derecho que disfrutamos personas que no vivimos dentro de sus fronteras.

 

Para los que una vez vivimos bajo la opresión de esos regímenes totalitarios y decidimos un día abandonarlo todo para brindarles la libertad negada a nuestros hijos, resulta intolerable e inaceptable que se nos violen esos derechos. Es un sacrificio aceptar como carneros lo que una vez nos negaron los lobos que dominaron nuestras manadas y yo no estoy

dispuesto a regresar al pasado indeseable que me tocó vivir en la pradera donde nací.

 

Los que me conocen bien, saben perfectamente que llevo mas de veinte años incursionando en cuanta página de Internet existe. Lo hago desde mucho antes de existir las redes sociales, les hablo de aquellos remotos tiempos donde solo existían las “listas, foros, blogs, etc.” Ellas perdieron vida ante el dinamismo de las redes sociales, pero jugaron un papel muy importante en sus tiempos.

 

Facebook sepultó a todas esas páginas con su inmediatez y fue muy bien recibida, pero ha llegado el instante donde cava su tumba junto a otras redes sociales. Dejó de ser imparcial hace mucho tiempo para convertirse en el policía que dejamos en nuestra tierra hace muchos años. La primera pregunta que se me ocurrió hace muy poco y a la que ustedes mismos deben dar respuesta es la siguiente: ¿Cuáles concesiones tuvo que hacer esta y otras redes sociales para operar en países dominados por regímenes totalitarios? Ustedes saben la respuesta tanto como yo, nadie otorga privilegios gratuitos en esos regímenes, algo tuvieron que ceder a cambio.

 

Además de los muros personales, Facebook ofreció la oportunidad de formar grupos afines a ideologías, religiones, preferencias sexuales, artísticas, etc. Nuestro grupo está integrado desde su fundación por “marinos libres”, sin embargo, la mayor parte de sus integrantes agrupa a seres que no son marinos y en su mayoría tienen residencia en Cuba. ¿Por qué? La respuesta es muy sencilla, acuden a nosotros buscando la información que les niega el régimen cubano en sus noticieros y medios de prensa. Solo ellos me han mantenido atado a este espacio, me he retirado de muchos espacios a lo largo de estos mas de veinte años cuando me he sentido incómodo. créanme que no sé hasta dónde podré llegar, soy un hombre libre que no va a renunciar a su libertad.

 

Desde que comenzó el periodo de elecciones el año pasado, las medidas represivas de este medio aumentaron descaradamente. Olvídense de las teorías de los “algoritmos”, recibí varios mensajes de amenazas muy personalizados que no se producen con una máquina. Se borraron muchos mensajes publicados que afectaban a las elecciones del partido demócrata, no solo se borraron, yo mismo fui objeto de sanción por publicar fotos del hijito de Biden y Maradona con menores de edad.  Desde esos instantes en los que se prohibía publicar absolutamente nada en contra de ese individuo a punto de asumir la presidencia de los EU, fuimos amenazados en diferentes ocasiones con el cierre de nuestro espacio al mas ejemplar estilo de los regímenes totalitarios.

 

Como habrán podido observar, no pasaba una semana sin darle la bienvenida a los “nuevos 25 miembros” que se nos sumaban. Busquen la fecha de mi última bienvenida y comprenderán mejor lo que les digo. Nuestros mensajes están siendo compartidos solamente a un 12 % de los miembros de nuestra comunidad, o sea, somos unos 3 300 miembros y luego de varios días de publicados algún mensaje, es una dicha que llegue solamente a unos 400. Como yo reviso diariamente las estadísticas del grupo, veo que se están cumpliendo las amenazas recibidas por los mensajes publicados en contra de los demócratas, régimen castrista, fraude electoral en los Estados Unidos y la descarada violación a la libertad de expresión, no solo en ese país, también de los que vivimos fuera de sus fronteras.

 

Estos algoritmos musicales que usan pantalones y posiblemente tengan su sede en la UCI, están estrangulando al grupo hasta que logren matarlo por asfixia. Por tal razón les pido, como hice años anteriores de que existieran estos espacios de mierda, salven las direcciones donde puedan encontrar mis trabajos. Yo me mantendré en este sitio por ustedes que viven en Cuba, pero no les garantizo que soporte ningún tipo de presión o humillación, menos aun que renuncie a mi libertad.

 

Un abrazo para todos..

 

Esteban Casañas Lostal.

Montreal..Canadá.

2021-01-15

 

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