martes, 15 de marzo de 2022

DESAFIANDO A LA MUERTE. LA DESERCIÓN DE YAREL DOMENECH


 

DESAFIANDO A LA MUERTE

LA DESERCIÓN DE YAREL DOMENECH


Yarel Domenech con 24 años a bordo del buque gasero español  "Góngora"

 

Las deserciones o abandonos de sus naves pueden contarse por decenas en la historia de la marina mercante cubana, se confunden cargos y edades, ha sido un fenómeno experimentado por varias generaciones y que mantiene actualidad. Los puntos elegidos para escapar han sido muy variados en la geografía mundial y como es de suponer, todas se han producido en países capitalistas, no conozco una excepción que me diga lo contrario. Con la experiencia vivida bajo un sistema -dícese o proclamado- “socialista”, nadie sería tan estúpido de hacerlo en cualquiera de aquellos supuestos paraísos. Otra razón muy importante a tener en cuenta sería que, una vez abandonada la nave, el tripulante iría directo a prisión y deportado, cuando realmente merecía ingresarlo en un hospital psiquiátrico. Las razones pudieran ser muchas, pero sobresalen por encima de todas, esas ansias de vivir en libertad. Jóvenes recién graduados en las academias navales, decidieron un día buscar otros horizontes ante la imposibilidad de poder aplicar todo lo aprendido en la vida real. Otros bichos, una minoría, abandonaron la isla para vivir en la tierra de sus enemigos y, desde acá, continúan destilando su odio, defendiendo al régimen al que sirvieron como perros rabiosos. Como quiera que sea, he tenido contacto con esas deserciones desde mis primeros viajes a finales de los años sesenta hasta que yo también lo hice en el año 1991.

 

Diferentes han sido las vías utilizadas para desertar, la más común de todas fue no reportarse a bordo en el momento de la partida. Se cuentan por decenas los marinos que escaparon de esa manera, entre los que me encuentro yo. Otra vía peligrosa que tuvo su mayor manifestación en el año 1994, ocurrió durante la gran avalancha de cubanos en ese famoso éxodo, fue escapar en balsa. Varios marinos cubanos coincidieron en la Base Naval de Guantánamo, donde fueron concentrados antes de ser aceptados por los Estados Unidos. No tuvo relevancia porque ya ese método era muy común entre los habitantes de la isla y se mantiene vigente hasta el presente. Sin embargo, es alarmante para todos los marinos por sus conocimientos del peligro que implica ese enfrentamiento con el mar, al que conocen y dominan muy bien. Antes de ese éxodo ya había escapado el Capitán Esteban Macias y otros amigos a bordo de una balsa o pequeña embarcación. Otras vías para escapar del paraíso del proletariado lo constituyen las cartas de invitación de algún pariente o amigo, la reunificación familiar y uno que otro contrato de trabajo en el exterior. Estas vías la usaron algunos infiltraditos que hoy viven en Miami y otras tierras, varios de ellos enmascarados como “refugiados políticos” cuando en realidad nunca lo fueron.

 

Las maneras de escapar mencionadas anteriormente son muy comunes a las usadas por gran parte de la comunidad cubana en el exterior y no se consideran de interés, la gente está acostumbrada a escuchar sobre ellas y las aceptan como normales. Sin embargo, dentro de esa numerosa comunidad de marinos que hoy residen en el exterior, se destacan algunos por la inteligencia mostrada, su valor y enfrentamiento a una posible muerte debido al alto grado de peligrosidad que enfrentaron y, por último, la manera en que burlaron a los órganos de seguridad cubanos y sus rígidos sondeos antes de partir el buque. Por su relevancia e interés, aunque ellos no se los propusieran, escribieron unas páginas dignas de conservar dentro de la historia de las flotas cubanas.

 

A la hora de referirnos al trabajo inteligente desplegado por un marino para desertar -no solo él- puesto que logró llevarse consigo a su esposa, hija y nieta de un solo golpe, vale la pena recordar y leer mi trabajo titulado “La fuga perfecta del Capitán López Sánchez” Disponible en este link;

https://estebancl1949.blogspot.com/2018/10/la-fuga-perfecta-del-capitan-lopez.html

Toda una obra maestra en la planificación de una fuga que estuvo a punto de frustrarse. Si habláramos del valor mostrado para burlar todos los cercos que se tienden en la isla para evitar deserciones a bordo de nuestras naves, yo les prometo traerles el caso del maquinista Boris Menduiña, quien con la colaboración de un amigo suyo, logró sacar en el falso techo de su camarote a su tío y a un hermano suyo. Esta es una historia interesantísima que vale la pena leer y conservar. Con el valor mostrado por todos los involucrados en esta fantástica fuga, pusieron en riesgo sus libertades ficticias con la finalidad de lograr una libertad real, todos pudieron llegar a Montreal- Canada.

 

Hoy me place traerles una historia muy particular, donde un joven Maquinista Naval, puso en riesgo su propia vida para ganar esa libertad ansiada por muchos y se lanzó al mar a dos millas de distancia de la costa. No lo pensó demasiado para desafiar el posible ataque de tiburones, la hipotermia o el agotamiento físico. Por su interés y luego de manifestárselo personalmente en Miami, he llamado por teléfono a Yarel Domenech para que comparta con nosotros esa dura y peligrosa experiencia vivida.

 

-Hola Yarel, ya tengo escrita la introducción a la historia de tu deserción. ¿Por dónde andas ahora?

 

-Capi, ando por Boston a donde me dirijo conduciendo bajo una fuerte nevada.

 

-¿Crees que podamos ir hablando del tema mientras conduces? ¿Tienes manos libres contigo?

 

-Si, tengo manos libres y podemos ir hablando, aunque debo estar alerta con el timón porque la carretera está un poco peligrosa. ¡Coño, que patinazo he dado!

-Yarel, me parece mejor dejarlo para mañana, yo sé lo que es conducir en esas condiciones y para ti será mucho más peligroso conduciendo un trailer.

 

-¡Okey, Capi! Es la mejor idea, esto está muy malo por acá, mañana te llamo sin falta. Colgamos.

 

-Yarel vamos a retomar la conversación que dejamos inconclusa, yo no escribí nada de lo que me contaste ayer, así que comenzaré nuevamente con el pequeño cuestionario de preguntas del que te había hablado.

 

-¡Okey, dispara!

 

1.- ¿Cuándo te nace la idea de desertar, razones, año?

Yarel.- Nunca tuve intensiones de desertar, vivía conforme con el salario que devengaba, algo superior al de los cubanos medios y cuando vives así, como les ha sucedido a muchos de los nuestros, incluyendo a los de tu generación, pues te resulta indiferente la situación de los demás y el país. La mayor parte de los marinos vivíamos atados a las cuatro porquerías que habíamos comprado en el extranjero, muchas de ellas de uso. Viví así mientras trabajaba en la Flota Cubana de Pesca, pero llegó el momento en que esta desapareció y nos dejó desamparados a miles de marinos y trabajadores del sector. Acudí a la empresa SELECMAR aspirando a enrolarme en cualquier nave extranjera donde nos contrataban como esclavos, pero no imaginas la larga lista de espera de gente sin empleos o asistencia social como yo. No olvides que por esas fechas iba desapareciendo también la flota mercante y dejó en igualdad de condiciones a los hombres y mujeres que les dedicaron una parte importante de sus vidas. En SELECMAR trabajábamos sin recibir salario alguno y en mi caso particular, me desempeñé como chofer para la transportación de sus empleados.

 

Allí me entregaron una tarjeta para comprar el combustible necesario para el vehículo y un día me sorprendieron con una acusación de la que no tenía la más remota idea. Me acusaron de haber utilizado esa carta para comprar una botella de whisky y te confieso, no comprendía absolutamente nada de lo que me estaban diciendo, yo no sabía que a esa carta se le podían dar otros usos. Mientras tanto, yo había aplicado para enrolarme en un buque tanque italiano que se encontraba atracado en Santiago de Cuba y el mando de esa nave me había aceptado.

 

Un grandísimo hijo de la gran puta de nombre Timochenko, con el participaría también un tal Omar del que lamento haber olvidado su nombre. Este tipo era uno de los que dirigía esa agencia en aquellos tiempos, no creo sin embargo se haya olvidado de mí, porque ante la injusta acusación que me hicieron, yo le exploté la cara a este otro hijo de puta con un gaznatón. Me dijeron un día que no me preocupara, sabían que yo era inocente y que mi pasaje para enrolarme en el barco italiano ya estaba comprado. No fue así, sin que mediara investigación o juicio alguno, me expulsaron de SELECMAR y el mundo se hundió a mis pies. De nada sirvió que yo trabajara sin recibir sueldo alguno, volví a sumarme al ejército de desempleados desamparados. Luego me enteré de que mi plaza en el buque tanque italiano había sido vendida por más de $600 dólares americanos. Ya para esas fechas la corrupción galopante que imperaba en todo el país se había ido de control y para enrolarse por medio de SELECMAR solo era posible mediante el soborno. Ya habrás leído todas las acusaciones que existen contra esa agencia en Internet, destacándose entre ellas las referentes a Rafael Guzmán, quien mas tarde decidió desertar en el exterior y lo acusan de haber robado dinero, este tipo fue muy conocido y famoso por su chivatería.

 

Un tiempo más tarde me uní a la agencia empleadora AGEPESCA con la misma esperanza de embarcarme, esta agencia realizaba en esos tiempos la misma labor de SELECMAR, o sea, contrataba esclavos cubanos en buques extranjeros. Por esas fechas se había desarrollado en mí todo género de rebeldía y rechazo al sistema donde estaba viviendo. No me media para expresarme en contra del régimen y un día, un amigo mío me alertó. Me dijo que un amigo suyo miembro del G2 le dijo que me avisara de todo lo que se manejaba relacionado con mi persona y que si lograba salir del país, no regresara nunca más… (Al escuchar a Yarel vi la coincidencia con mi caso con más de una década de anterioridad, igual aviso me llegó a través de un amigo del contramaestre y eso apuró mi decisión de desertar).  -En AGEPESCA recibí la ayuda de una muchacha a la que por razones obvias no menciono su nombre, ella me consiguió un enrolo como camarero en el buque tanque de bandera española de nombre “Góngora”. Partí hacia España con la promesa de que sería ascendido a maquinista en el tiempo que permaneciera enrolado en esa nave… (Esa aceptación de una plaza inferior fue una situación que venía ocurriendo desde finales de los años setenta, las promociones de oficiales fueron kilométricas y muchos de aquellos muchachos no lograron una plaza correspondiente a su especialidad y estudios después de saturado el mercado de ofertas de empleos en las flotas. Cuando deserté en el año 1991, aún quedaban muchachos de las promociones XVII, XIX y XX ocupando las plazas de marineros de cubierta, timoneles y camareros, etc.)  -Ante la frustración experimentada durante esos años, fue que nació esa idea de abandonarlo todo. Sin embargo, yo considero que el detonante principal para que esa idea martillara mi mente, lo fue aquella hijaputada que me hizo Timochenko en SELECMAR. No teníamos la más remota posibilidad de defendernos, si lo hacíamos, muy bien podían acusarnos de contrarrevolucionarios, ya debes imaginar cómo me sentía.


Buque gasero "Góngora"

2.-¿En qué año desertas, cuál era el barco donde estabas enrolado, salario, cargo?

Yarel.- A finales del año 2004, correría el mes de Diciembre, fui enrolado en el buque gasero español de nombre “Góngora”, su Capitán era un español de nombre Ramon Meriño, déspota e implacable con los cubanos. Estuve navegando de cabotaje por varios puertos españoles y a finales de Diciembre me comunican que sería desenrolado y destinado a otra nave que se encontraba atracado en un puerto por holandés, igualmente iría en calidad de camarero. Arribé al buque gasero Tilda Kosan el día 5 de febrero del año 2005.


Desde mi enrolo comencé a tener problemas con el Primer Oficial del barco de origen español por sus constantes maltratos, es una pena que no recuerde su nombre.  El Capitán era de origen español también y recién estrenado en ese cargo, su nombre es José Dimas Alonso Aladro. Este tipo viajaba a Cuba con relativa frecuencia a realizar captaciones de tripulantes e impartir cursillos sobre buques gaseros. Era un cómplice directo en la trata de esclavos realizada entre SELECMAR, AGEPESCA, el gobierno cubano y armadores españoles sin escrúpulos alguno. José Dimas no podía ocultar el desprecio sentido contra los cubanos bajo su mando.

 

Como camarero yo recibía de salario $340 dólares mensuales, eso representaba el 20% del salario pactado en el contrato de trabajo que me hicieron firmar. Por una simple ecuación matemática arribarás a la cantidad de $1700 dólares y como puedes ver, el gobierno cubano se quedaba con $1360 dólares del salario ganado por nosotros. Ojo, indudablemente esa cifra aumenta de acuerdo con las plazas ocupadas por oficiales, maquinistas, etc. Tampoco aparecen reflejados algunos gastos que la compañía pagaba por conceptos de dietas y pasajes, parte de los cuales también eran chupados por el gobierno. ¿Por qué aceptábamos esa despiadada explotación? La respuesta debería ser individual, pero me atrevería hablar por muchos que tienen miedo, “la situación en Cuba era horrible” y al menos teníamos la posibilidad de sobrevivirla. ¡Mucho miedo también a reclamar cualquier derecho! No se puede tapar el sol con un dedo.

 

3.-¿Por qué te lanzas al agua si el barco estuvo atracado?

Yarel.- En Houston no nos dejaron bajar a tierra, pusieron un servicio de whatchmen las 24 horas. Esa compañía de vigilantes era propiedad de un cubano marielito y el hombre nos dijo que el que quisiera desertar podía hacerlo, porque su gente no haría nada para impedirlo. Esa oportunidad fue bien aprovechada por el Tercer Oficial, bajó muy calmado por la escala real y se desprendió a correr, no recuerdo su nombre. Yo no lo hice por temor y nerviosismo, imagínate tú, era muy joven y sin mucha experiencia, pienso ahora, unas horas más tarde lo lamenté muchísimo. Le retiraron el contrato al cubano y fueron sustituidos por unos yanquis armados que eran implacables, no nos permitían aproximarnos al portalón. Yo veía como se esfumaba la posibilidad de quedarme, solo que estaba decidido a hacerlo al precio que fuera necesario.

 

Buque gasero "Tilda Kosan"

4.-¿Por cuál parte del barco te lanzaste al mar y cuál era distancia a tierra?

Yarel.- Me lancé al mar por la aleta de babor, lo hice vestido como recomiendan para casos de abandono de buque con el fin de aliviar los efectos de la hipotermia, la insolación y porque la ropa mantiene burbujas de aire que te ayudan a flotar. Guardé en pequeñas bolsas de plástico mis documentos, mi título y una biblia que navegaba conmigo, es la que viaja siempre en este camión. Todos ellos los metí en una bolsa de las usadas para la basura y me la amarré a la cintura. Sabía que me podía servir de flotador, pero calculé mal. Cuando me lancé al mar ella explotó y no me sirvió de flotador. Sobre mi intención de lanzarme al mar se lo conté a mi mejor amigo, cada vez que hablamos me menciona como me vio caer al agua. El barco se encontraba navegando a unas dos millas de la costa.

 

5.-¿No sentiste miedo de ser atacado por los tiburones?

Yarel.- Si lo pensé, pero cualquier temor fue superado por el pensamiento de no poder alcanzar la orilla. Miedo sentí de ser succionado por la propela del barco, no puedo negarlo. Fueron cuatro horas de agotador nadar en todos sus estilos, aboyarme y continuar. Sentí una inmensa felicidad cuando mis pies tocaron fondo, ante mí se presentaba un mundo y vida por descubrir. Anduve los metros que separan la orilla de la costa a la carretera cercana y al poco tiempo pasaba un carro patrullero al que detuve, me entregué y le expliqué mi origen. El policía me dio la bienvenida a Estados Unidos y me condujo a la estación donde me dieron ropa seca, me atendieron muy bien. Al día siguiente me entregaron a las autoridades de Inmigración (ICE) y ellos me condujeron a una prisión de inmigrantes ilegales donde permanecí unos seis meses.

 

6.-¿Cuáles fueron tus primeros pasos una vez libre, empleo, ayuda, etc.?

Yarel.- No recibí ayuda económica alguna del gobierno, tampoco de un pariente que me dio la espalda en esa situación, yo no apelé a recibir ningún tipo de ayuda. Trabajé durísimo desde que llegué a este país y me propuse lograr lo que yo había soñado y me fuera negado en nuestra tierra.

 

7.- ¿Has regresado alguna vez a la isla?

Yarel.- No lo he hecho y tampoco lo haré mientras gobierne esa despiadada tiranía. No me interesa ser cómplice de ellos, renunciar a mi voz, lucrar con el dolor de mi pueblo como hacen muchos o, aprovecharse de las hijas de su pueblo explotando sus miserias. No critico al que vaya a visitar a su familia, pero sí condeno y me causan repugnancia todos aquellos que de una u otra manera colaboran con el régimen.

 



8.- ¿Crees en el sueño americano?

Yarel.- Si creo en ese sueño que nos negaran en nuestra tierra, he logrado lo que nunca sería posible alcanzar allá y tú eres testigo de mis palabras. Trabajé muy duro y ya he obtenido los resultados de tal sacrificio. Tengo mi propia compañía, he sido propietario de seis rastras, yates, lanchas, autos del año, etc. No cuento esto por vanidad, solo para mostrar que el sueño americano existe en esta tierra que te brinda las posibilidades de soñar.

 

9.- ¿Desearías enviar algún mensaje a la juventud?

Yarel.- ¡Por supuesto! Los invitaría a soñar y que luchen por lograr esos sueños donde quiera que se encuentren. A los que viven en la isla les digo poco, si transcurrido un tiempo si ven que les resulta imposible lograr ese propósito, recuerden que la vida es una sola y se acaba cuando menos lo imaginamos. Si ese sueño no llega; ¡Lárguense al carajo! Y busquen otra tierra donde puedan regalarles esa posibilidad a sus hijos. No traten de imitarme, nunca se les ocurra lanzarse al mar desde un barco, los riesgos son muy grandes y no todos sobrevivirán. Tampoco regalen sus vidas escapando en frágiles balsas, por cada uno de los que logra arribar a su meta, decenas desaparecen en aguas del Estrecho de La Florida. En ese caso es preferible una muerte más digna.

 

Yarel Domenech

Miami..Florida.

2022-03-15

 

 

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3 comentarios:

  1. Que historia mas impresionante la tuya hermanito .....Gracias por compartirla .....Tienes lo que te mereces y has luchado eres de los BUENOS y no de los vanidosos. Lo digo con propiedad

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  2. Te mereces todo lo bueno del mundo por todo lo q afrontaste tu solo. Muchas bendiciones para ti y ojalá un día podamos bailar en el parador

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  3. Impresionante historia, una más que asevera las vicisitudes y todo lo que se pueda contar de lo que hemos pasado los marinos cubanos, debo decir que en el 2007 navegué en el buque gasero “ Gongora” , como electricista, y escuché algo de esa historia, doy fe de la mala voluntad que nos tenía el tal Capitán Meriño a nosotros los cubanos
    Me alegro mucho de tus éxitos Yarel
    Un abrazo

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