SOBRE LA MESA DEL PÓKER DE LA VIDA
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Singladura Nr.14
-Tal vez voy a jugar la última carta.
-¿Por qué no te retiras? Tú te mereces ya un
descanso. ¿Cuándo vas a escribir tu biografía? Yo te la escribo, soy abogado
especializado en publicaciones y agente. Dame la oportunidad... Son varios...
-Un brillante juez amigo que en ciertas formas fue mi
discípulo un tiempo atrás, muy disimuladamente viene, hace tiempo, grabando mis
conversaciones con él, dizque para nunca olvidarse de mi filosofía humana, yo
no sé. En los últimos días he vaciado muchas gavetas en la basura, años van allí.
Solamente en material para análisis de los lenguajes de la calle, de esos
léxicos privados de una industria de actividad humana, se han ido muchos años
de experiencias acumuladas en papel y tinta. Mucho material preparado para que
los que tienen que enfrentar al delincuente en todas sus actividades, tanto muy
bajas como muy ricas y sabiamente preparadas, sepan cada día, a cada hora, en el
uno y en el otro idioma, de que hablan esa gente. Muchos años de estudios y
análisis, reportes orales y escritos para los cuerpos federales. En general
para el estudio que constantemente se lleva a cabo en ambas cámaras de la
legislatura. Pocos hemos sido privilegiados con la oportunidad de hacer estos
estudios y muchas vidas, es posible, que deban sus continuadas existencias a
esos trabajos. ¿Para qué más? Dibujos, pinturas, recuerdos, fotos, están
cayendo al latón. Ya hace dos meses que abandoné, por razones de salud los
tribunales, pero en Washington, el Department of Justice me espera aún, no sabe
que no voy a poder regresar. Oídos y dolores del pecho se han puesto acuerdo
para hacerme descansar. Yo no sé sentarme un minuto…
-En el cerebro, pendiente de escribir, hay un enorme
caudal de imágenes, tanto de historias reales, como de fantasías poéticas y
literarias. Sentarme en un tribunal a celebrar un juicio ya no me atrae como
antes y mis oídos me traicionan. Yo no voy a esperar que los jueces, por
amistad y pena me "toleren", ni los estudios de radio y TV tengan que
decirme que no los oigo. Yo sé que aún con toda la tecnología oigo lo normal,
pero ni tribunales ni estudios son "normales"…
-Tal vez pueda hacer las traducciones escritas y
después leerlas, pero ya eso es más para el teatro y el cine. Tengo que
traducir tres guiones para películas que se están filmando ya mismo en otros países,
pero eso lo hago mientras duermo. No hay retiro capitalizado... pero hay final…
-Cuando fui juez, militar, marino, profesor, y aún
hoy, cuando solo hago sustituciones cortas para no obligarme, porque mi
carácter es demasiado independiente para que cualquier periquito Pérez sea mi
jefe, lo que me ha permitido hacer mucho más en los tribunales, porque siempre
puedo decir NO. Y como los varios cientos en todas las categorías en esos
lugares, empleados contratados una o más veces, fueron mis discípulos, les enseñé algún
truco, etc. Aunque hoy ocupen cargos más alto que el actual mío, me demuestran
constantemente sus afectos y respetos… Y los muchos besos de jóvenes y viejas,
peludas y calvas, no vienen muy mal que digamos tampoco…
-Desde la creación de los tribunales americanos
especializados para la Inmigración, he sido muy, mucho, un centro de acción, alegría,
cooperación y ayuda. Tanto para cada miembro de las autoridades, como para cada
madre, hijo y hermano que por nuestras puertas pasan. Y dios sabe cómo... a que
costo personal y profesional. Porque primero soy el que ocupa un cargo, pero
antes de eso nací en Cuba... y por aquí es que entran. Por ese mismo que me
está doliendo… ¿Estoy enfermo? ¿Tengo 89 años? No lo creen al verme
personalmente…
-Bueno, muchas que me escriben al ver mis
chiquilladas en disfraz de poesías, se enamoran de los 20 o 30, y a veces creen
que al decir mi edad abiertamente es una nueva fórmula de atrapar maripositas. ¡No!
Soy ya durito. Es más, maduro…
-¿Biografía? ¿Novelas? ¿Traducciones escritas?
¿Comparecencias o dictar una que otra clase a universitarios o bachilleres? Más
que probable. Siempre hay uno llamando…
-Pero voy a aprender lo mucho que no sé de este aparato para poder escribir bien y publicar
correctamente, porque todos habrán notado, de tecnología de computadoras no sé
un pelo. Muy a pesar de tener licencia Federal de Radio, que de eso sé un
poquito y lo uso a veces en ciertas labores oficiales fuera de aquí. Pero eso
es otra cuestión, muy ajena al caso…
-El mercado de la literatura simple está en muy grave
crisis, establecer un nuevo nombre en la red ahora es menos fácil que ir
caminando a la luna. Hay que tener varias cosas y entre ellas, capital y un
hada madrina con los medios de anunciar y distribuir. Ya eso lo veremos. Por
hoy basta…
Gilberto Rodriguez
Miami.Fla..USA
2010-02-17
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