lunes, 14 de agosto de 2023

DE TRAVÉS CON MAYAGUANA


DE TRAVÉS CON MAYAGUANA





Hace muchos años y nadie tiene prueba de ello, pudo también pertenecer al campo de las fantasías creadas por nuestros viejos “cuenteros”. Nobles personas que luego fueran expulsadas de la marina mercante cubana para ser sustituidos por el “hombre nuevo” o en el mejor de los casos reemplazados por radios, televisores, videocaseteras, radiograbadoras, etc. Hablo de aquellos rudos hombres de mar que habitaban muy cerca del analfabetismo, pero poseían un don extraordinario para recrearnos con las historias, fabulas y leyendas por ellos creadas. Las que compartían con sus semejantes cuando el tiempo o los vientos Alisios lo permitían, mientras nosotros, su mejor y único público, escuchábamos en silencio cada estrofa por ellos compuestas. Siempre tratábamos de descubrir algún punto débil que delatara si estábamos navegando entre la ficción o la realidad y eran tan buenos en sus narrativas, que una vez de noche, partíamos a nuestros camarotes casi convencidos de que todo era verdad. Ellos fueron nuestra única distracción en aquellas penosas navegaciones realizadas en viejas naves que sobrevivieron a la Segunda Guerra Mundial u otras que nacieron un poquito mas tarde, solo un poquito.

 

Una vez nos hablaron de Perico, nunca supimos su nombre verdadero, solo su apodo. Perico viajó con nosotros el tiempo que duraron aquellos viejos en nuestra flota, con ellos se marcharon todos aquellos ocurrentes y simpáticos cuenteros como lo fuera el viejo Murillo. Llegaron los radios, televisores, videocaseteras, radiograbadoras, etc. Bueno, si lo desean, dejen el etc. para mas tarde y sustitúyanlo por chivatos, militantes, círculos de estudios, reuniones, emulaciones y cuanta mierda ha sido creada para tupir o engañar a los mansos incautos, los resultados ya los conocen, ahora coloquen el etc., pendiente.

 

Dijeron aquellos simpáticos viejos antes de ser sustituidos por el “hombre nuevo” que, un día a Perico se le ocurrió enviar un ocurrente y nada común telegrama a su esposa, otros decían que fue a su novia y algunos, como tratando de desmarcarse de la media común o generacional, hacían su aporte diciendo que el telegrama había sido destinado a un socio, de esa manera justificaban lo que sucedió después. En mi modesta opinión Perico fue demasiado bruto o comemierda, solo a él se le ocurriría una idea semejante. Pudo haber sido influenciado por los momentos de tensión que se vivían en aquellos viejos barcos cuando se elegía a la isla de Mayaguana como punto de recalada luego de una larga navegación por el Océano Atlántico. No todos los capitanes de aquellos tiempos corrían ese riesgo disponiendo de un viejo radar con poca ganancia y al que se le debía dar calentamiento antes de ponerlo en uso, tampoco disponían de ecosondas, solo tenían a mano su experiencia, preparación técnica y ese valor que los distinguía del hombre común. Es que aquella dichosa islita era un cayo arenoso muy llano y venía a aparecer en el radar cuando estabas encima de ella. Yo recuerdo que muchas veces se ponían vigías con binoculares mirando en la dirección en la que debía aparecer. También recuerdo a un Capitán, quien años más tarde y para evadir este paso, eligió nada mas y nada menos que a Puerto Rico como punto de recalada. ¡Coño! ¿Qué dirán los buenos navegantes de esa torpeza? Les sugiero a los navegantes de pasillos antes de opinar que consulten un mapa, regresábamos de dar un viaje alrededor del mundo en el buque “Casablanca” donde nunca se desarrolló alguna ortodrómica. ¿Te acuerdas, Di'Mares?



Bueno, no me voy a extender mucho, sigo sin comprender aquella acción de Perico cuando eligió a la islita, yo lo llamaría cayito, porque eso era entonces, hoy he consultado Google para buscarla y encuentro que la han convertido en un destino turístico. En fin, que luego de recalar a Mayaguana y navegar con tranquilidad a unas diez millas de su costa, le llega al parecer esa alma poética que poseemos todos los marinos a Perico y le entrega este mensaje al telegrafista, olviden el nombre del destinatario, nunca lo dijeron cuando hacían el cuento:

 

…”De través con Mayaguana te saluda Perico”…

 

¡Coño! Si yo hubiera sido miembro de Capitanía, Guardafronteras o del MININT en aquellos tiempos, les juro que también lo hubiera metido preso como hicieron con el infeliz. Yo no lo hubiera detenido por sospechas de estar traficando mariguana, lo hiciera por ser un reverendo comemierda, solo a él se le ha ocurrido. Fin

 

Así lo contaron y así se los cuento cumpliendo con mi deber de cuentero.

 

 

Esteban Casañas Lostal.

Montreal..Canadá

2023-08-14

 

 

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