Existe en las páginas de la historia de Cuba una muy
negra, creo que se encuentra entre las mas bochornosas y pertenecieron a la época
de nuestros bisabuelos y abuelos. Esta vergüenza, compartida con los Estados
Unidos y Canada, condenó a muerte doscientos cincuenta y cuatro judíos una vez
desatada la II Guerra Mundial. Canada se disculpó hace pocos años por la
infamia cometida, no sé si ya lo hizo Estados Unidos y de Cuba no he encontrado
nada referente.
…El 13 de mayo de 1939, el transatlántico alemán St.
Louis zarpó de Hamburgo (Alemania) con destino a La Habana (Cuba). A bordo
viajaban 937 pasajeros; casi todos eran refugiados judíos. El gobierno cubano
se rehusó a permitir que el barco atracara, y los Estados Unidos y Canadá se
negaron a admitir a los pasajeros. Al final de la odisea, se autorizó a los
pasajeros del St. Louis para que desembarcaran en países de Europa occidental
en lugar de regresar a la Alemania nazi. De los pasajeros del St. Louis, 254
fueron asesinados en el Holocausto… (Enciclopedia del Holocausto)
Si se recorre varias páginas de Internet buscando información
sobre esa despreciable decisión de nuestros antecesores, se encontrará
diferentes tratamientos al tema en cuestión. Varias de esas páginas están infestadas
con la ideología de izquierda, pero prefiero sean ustedes los que lean e
interpreten lo expuesto en cada una de ellas.
En varias de esas páginas visitadas se señala a la corrupción
existente durante el gobierno del presidente Fernando Laredo Bru y los negocios
de su director general de la oficina de migración de Cuba, Manuel Benítez
González, involucrado en la venta de certificados de desembarco. Se le calculo
a ese individuo unas ganancias que fluctúan entre los seiscientos mil y el millón
de dólares. De acuerdo a esta página con el nombre de “Enciclopedia del
Holocausto” -la cual supongo- haya dado un trato serio a esta abominable acción,
además del dinero y corrupción, otro factor muy importante influyó o determinó
en la negativa de Cuba, Estados Unidos y Canada, haciendo referencia a la gran depresión
económica que se vivía en ese tiempo. (Les dejo el link de esas páginas consultadas
y fragmentos de lo publicado en ellas)
Vale la pena detenerse en lo que fuera publicado en
el periódico “Trabajadores”, donde, como era de esperar, ya aparece en escena la
figura del “imperialismo yanqui” presionando a las autoridades de turno para
que rechazaran a los judíos a bordo de esa nave. Mucha mas grave ha sido la publicación
aparecida en la pagina identificada como “CUBAPERIODISTAS”, donde una persona, inscrita
en algún registro civil de la isla con el nombre de Jesús G. Bayolo y los
rimbombantes títulos de periodista e historiador del ajedrez, toda una
autoridad del tema en Cuba. Bueno, este titulado individuo del ajedrez, se
arriesga a lanzar una comparación absurda entre lo ocurrido con los pasajeros
del St. Luis y aquel crucero ingles recibido en el Mariel en plena pandemia del
Covid 19.
No menciona en ninguna de sus líneas, el monto en dólares
recibido por el gobierno cubano como pago a ese gesto de “Solidaridad Económica”.
¡Vamos! Pueden ser engañados habitantes de la isla, donde el acceso a diferentes
páginas de Internet es censurada, selectiva y de imposible consulta desde la
isla. Es de suponer que cuando se incursiona en la información sobre el
tratamiento recibido el crucero británico, existe una avalancha de páginas
afines al régimen que se hicieron eco y resaltaron las bondades “solidarias” de
ese régimen. Lo mismo que han hecho con esas caravanas de médicos exportados
como esclavos al exterior y de cuyo sudor han lucrado sin misericordia. Hace
solo unos días se le retiró la inmunidad a la OPS (Organización Panamericana de
la Salud) para que pueda ser juzgada por la complicidad y explotación de los médicos
y trabajadores de la salud alquilados como esclavos y vendidos a la opinión internacional
como ayuda solidaria, tal como hicieran con el crucero británico.
Sencillamente, no se puede ser solidario con el
extraño, cuando se deja morir a una parte de su pueblo por falta de
medicamentos, oxigeno, ambulancias, alimentos, etc. No se puede ser solidario
con un extraño, cuando se hunde a un remolcador cargado de mujeres y niños,
cuando la ministra de turismo invita irresponsablemente a los turistas a
visitar la isla, sabiendo que el mundo entero estaba cerrando sus fronteras por
la pandemia en desarrollo.
Algo muy cierto se extrae de esas páginas visitadas en
busca de información sobre esa canallada ejecutada en nuestra isla, no existe justificación
alguna por la que pueda lavarse o perdonarse esa mancha de nuestra historia.
Todos los involucrados en ese despreciable evento merecen arder en el infierno
y repudiados en nuestras memorias. Veo con dolor todo lo que está sufriendo ese
pueblo cubano y se me parte el alma.
Veo a mucha prensa y ONG representantes de los
Derechos Humanos defendiendo a criminales salvadoreños que integran las “Maras
Salvatruchas”. Se desgastan en ataques al presidente Bukele por las medidas
tomadas contra esos asesinos con largo aval criminal en varios países. Mucho se
escribe y se habla sobre esos supuestos excesos del presidente salvadoreño por
parte de esas ONG. Nada se habla o publica en contra de las excesivas condenas
impuestas contra muchachos menores de edad, madres y jóvenes que solo salieron
a protestar el 11 de julio pasado. Para el mundo y esos supuestos organismos de
Derechos Humanos el pueblo de Cuba no existe. Es como si la isla estuviera
pagando una maldición por lo que aquellos bisabuelos y abuelos les hicieran a
los judíos que llegaron en el buque de pasaje St. Louis.
ENCICLOPEDIA
DEL HOLOCAUSTO
EL
VIAJE DEL ST. LOUIS
WIKIPEDIA
https://es.wikipedia.org/wiki/Saint_Louis_(1929)
El viaje de los refugiados
…El Saint Louis zarpó desde Hamburgo con destino a
Cuba el 13 de mayo de 1939, con un total de 937 pasajeros, de los cuales 930
eran refugiados judíos (principalmente alemanes) que escapaban de la
persecución nazi buscando asilo en Estados Unidos, Canadá y Cuba.
A poca distancia de la costa cubana, el
transatlántico recibió un telegrama que informaba de los nuevos problemas con
las autoridades cubanas. Así, a su llegada a Cuba, el gobierno de Federico
Laredo Bru negó la entrada al territorio cubano a los pasajeros del Saint
Louis, ya fuera en calidad de turistas o como refugiados políticos. No obstante
ello, el gobierno cubano accedió tras intensas negociaciones permitir la
entrada a quienes pagaran una cuota de 500 dólares por visado y pasajero, suma
de dinero que la mayoría de los refugiados no tenían. Las demandas del Gobierno
de Laredo y la evolución de las negociaciones provocaron un motín, dos intentos
de suicidio y docenas de amenazas. Finalmente solamente 29 de los 937
refugiados lograron desembarcar en La Habana…
PERIODICO
TRABAJADORES
…Esta es la desgarradora historia de los 937
pasajeros del trasatlántico SS Saint Louis, que para escapar de la persecución
de los nazis decidieron viajar a La Habana, para luego trasladarse a Estados
Unidos, pero al arribar a puerto cubano, por presión del gobierno yanqui les
fue denegado desembarcar…
… Los inmigrantes judíos desconocían
que ocho días antes de zarpar el buque de Hamburgo, el entonces presidente de
Cuba Federico Laredo Bru, presionado por los yanquis había denegado los
permisos de desembarco mediante un decreto. Ahora para entrar a Cuba era
requisito contar con una autorización de la Secretaría de Estado y otra de la Secretaría
del Trabajo y pagar un bono de $500 dólares a excepción de los turistas…
CUBAPERIODISTAS
https://www.cubaperiodistas.cu/index.php/2021/12/cuba-le-declaro-la-guerra-a-los-nazis-hace-80-anos/
Acontecimiento
similar pero distinto
Todo lo contrario ocurrió en marzo de 2020. El octavo
día de ese mes el crucero Braemar, propiedad de la empresa británica Fed Olsen,
arribó a Cartagena, donde descendió una ciudadana estadounidense a quien se le
diagnosticó una infección por coronavirus. Después de zarpar, se supo de cinco
casos de contagio a bordo, por lo cual se le negó la entrada al buque en varios
puertos.
Luego de más de una semana de navegación imprecisa,
Cuba acogió al crucero en el puerto del Mariel, de donde fueron trasladados al aeropuerto
unos 680 pasajeros para su retorno al Reino Unido en cuatro aviones británicos.
La diferencia entre los sucesos del Saint Louis y el
Braemar no está en que arribaron a dos puertos distintos, sino a dos países
distintos, o al mismo, con dos gobiernos diferentes.
Jesús G. Bayolo
Es periodista e historiador del ajedrez, toda una
autoridad del tema en Cuba.
Esteban Casañas Lostal.
Montreal..Canadá.
2022-04-11
xxxxxxxxxxxx
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