domingo, 9 de enero de 2022

UNA CIRCULAR DEL MINISTRO DE TRANSPORTE.



UNA CIRCULAR DEL MINISTRO DE TRANSPORTE.


Buque refrigerado "Batalla de Yaguajay"



Por Guillermo Ferrer Sánchez.

 

Hace años que llevo a mis manos una circular que se envió a los buques de Navegación MAMBISA-Flota Nacional Cubana- En ella el Ministro de Transporte PSR, muy preocupado, enviaba a diferentes niveles de la Administración y de las organizaciones sindicales y políticas un “Úkase” de contenido muy particular.

 

El Capitán Romay era un hombre muy capaz y muy rápido. Esos que gozan de la indiscutible cualidad de donde otros ven dificultades el observa oportunidades para cagar y acomodarse. Cualidad muy conveniente en todo tipo de régimen totalitario si quiere llegarse a los más altos niveles de la burocracia gobernante.

 

Fui enrolado en el buque Batalla de Yaguajay y tuve la oportunidad de leer la documentación que se guardaba. Esto me permitió tener una idea de la historia del buque, costumbres y dificultades que habían tenido y como las solucionaron. En fin, es un método que lleva a no estar descubriendo el agua tibia ni cometer los mismos errores que otros.

Encontré una carta del núcleo del Partido de abordo dirigida al comité del Partido de la Empresa, reclamaban por una video que el Capitán del buque (Romay), sin contar con nadie -la video no era de su propiedad- había regalado al director de la empresa para su oficina. En aquella época, estos equipos no eran muy comunes y el Director aceptó el presente como un Sr. Feudal acepta los regalos de otros nobles de menor jerarquía.

 

Este Director de nombre Hun o Hunt o lo que sea, es el mismo que calificaba a los marinos en sus circulares como personas privilegiadas, el mismo que estigmatizó el yogur como alimento de lujo, el mismo que sofisticado fumaba tabaco con sabor a chocolate en su sempiterna pipa, tabaco que otros Capitanes le traían especialmente para acariciar su paladar.

 

Regresando a la circular que incluiré al final de esta nota. Me causó un enojo colosal, un vacío, un asco enorme que alimento el nivel de saturación que poco a poco se acumulaba y amenazaba sobrepasar mi nivel más elemental de tolerancia.

 

Mas adelante el Sr. Romay dio un viaje de Capitán en el Martí y su buena estrella le regalo acompañar al Coma-andante en un viaje a Jamaica. No estoy al tanto de las interioridades, pero le sirvió de trampolín, esto sumado a sus rapidísimas cualidades lo llevo a los más altos niveles del Ministerio de Transporte, tan así, que sin tirarle un hollejo a un chino, alcanzó un alto nombramiento en la jerarquía militar. Donde otros tenían que dejar el cuello, él solo tuvo que mantener un suministro constante al Estado Mayor de la Marina de todas esas cosas ricas que traía en cada uno de sus viajes. Además, favoreció a su familia convirtiendo el apellido en un referente importante en el negocio marítimo de la isla (lo siento chicos así fueron las cosas y todavía no hemos hablado de su papel en la disolución de la Marina Mercante Nacional y otras hierbas que le corresponden)


Si reparamos a quienes va dirigida la nota y su contenido, quedamos desconcertados:


¿Cómo es posible que un Ministro se preocupe por el papel sanitario y los jabones de la tripulación?


¿Cómo es posible que pueda determinar si elimina o no “logros adquiridos”, como papel para limpiarse el orto y jabón para higienizar las partes pudendas?


¿Si puede ordenar por encima de las organizaciones políticas y sindicales, quien carajo es el que “corta” realmente el pastel en las decisiones?


¿Tenía moral este personaje para llenarse la boca pidiendo a los tripulantes que se convirtieran en ascetas? ¿Cumplía lo mismo con su familia? Todos sabemos que no.


¿Por qué las organizaciones políticas y sindicales agacharon la cabeza y se metieron la lengua en los respectivos ojetes? ¿Para que servían?


Si semejante conducta provocaban los medios de aseo ¿Qué sucedía con los asuntos menos importantes, como mantener la navegabilidad de los buques? ¿Dar una opinión honesta? ¿Cómo decir que estaba equivocado? ¿Cómo decir no a la salida de un buque aunque su tripulación fuese puesta en un peligro cierto? Pues bien, así sucedieron las cosas y todos de una manera u otra fuimos cómplices corderos de la matanza.


¿En qué se fundamentaba para eliminar estos artículos de alta política económica y absoluta preocupación gubernamental?

Veamos su Lógica Formal:

¿Cuál era su enunciado?:

. Los marinos llevaban los medios de aseo para sus casas.

. El País hacia inmensos sacrificios.

. Los niños en los Círculos Infantiles tenían carestías.

. El País estaba bloqueado.

 

Entonces concluía que:

Los artículos podían ser eliminados por los marinos no limpiarse el culo como corresponde.

 

Señores, no es una obra de Quevedo, no son disquisiciones de Tartufo, no es un sainete ni temas alocados del Decamerón, sucedió en Cuba no en Marte. Eso queridos, es el totalitarismo en el poder, no jodan más con el bloqueo y las carestías. Cito un fragmento de un discurso de Carter en la Universidad de la Habana:(La Habana, 14 de mayo de 2002):

 

”tengo la esperanza de que el Congreso de los Estados Unidos pronto actuará para permitir viajar sin restricción entre los Estados Unidos y Cuba, establecer relaciones de comercio abiertas y revocar el embargo. Debo también añadir, que este tipo de restricciones no son la causa de los problemas económicos de Cuba. Cuba tiene intercambio comercial con más de 100 naciones, y, por ejemplo, puede comprar medicinas a mejor precio en México que en los Estados Unidos. Pero el embargo congela el presente impasse, induce a la ira y al resentimiento, restringe la libertad de los ciudadanos de los Estados Unidos y dificulta el que podamos intercambiar ideas y mostrar respeto”.

 

Y estuvo flojo, no preguntó: ¿Cuánto fue el financiamiento ruso y en que se gastó semejante fortuna? ¿Cuánto costaron las aventuras bélicas y la comedera de mierda del aventurerismo cubano en el mundo? ¿Quién puede dar la cifra aproximada y dejarnos de joder con la historia del bloqueo?


Saben, en una plaza de Buenos Aires, hay una estatua del Cid Campeador y en su base puede leerse : “A la hidalguía de la Raza”, eso me hace pensar, que un día, nuestros nietos, en la actual plaza de la Revolución, que seguro se llamara “Plaza José Martí”, levantaran un monumento con una figura imprecisa que no me atrevo a describir y en su base se podrá leer : “A nuestros abuelos, que permitieron la prostitución de la Patria” y en cada aniversario de nuestra desaparición una mueca de desprecio adornará sus rostros y quiera Dios, que para entonces, no tengan que tomar las armas para recuperar las libertades que debieron legarles sus mayores.

 

 

Guillermo Ferrer Sánchez.

Buenos Aires-Argentina.

 

 

 

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