BARCOS QUE PERTENECIERON A LA EMPRESA DE NAVEGACION MAMBISA.
Hoy concluyo un largo recorrido donde diariamente les
expuse fotos y datos de cada uno de los barcos que formaron parte de la Empresa
de Navegacion Mambisa. Ya antes había hecho el mismo recorrido con los buques que
pertenecieron a la Empresa de Navegacion Caribe. Entre las dos flotas me
consumieron mas de medio año su presentación, la búsqueda de esas naves
borradas de nuestra historia fue ardua y agotadora. Ya he dicho en algunos
temas que a finales de la década de los 90, apenas existían datos sobre esos
barcos que ustedes han podido ver, disfrutar y rescatar gratos recuerdos. Todo parecía
indicar que hubo la malsana intensión de borrar nuestra historia, la que nunca
estuvo desvinculada a la de Cuba. Nosotros no solo fuimos los vehículos utilizados
para la importación y exportación de mercancías, nuestro rol fue mucho mas
comprometido. Fuimos enrolados en cada una de las aventuras -locuras
guerreristas- de quien hoy duerme plácidamente en el meteorito de Santa
Ifigenia.
Los barcos se parecen mucho a las personas, aunque
sean de acero, tienen un proceso embrionario, desarrollo del feto, nacimiento,
vida envejecimiento y muerte. Poseen una inscripción de nacimiento, lugar de
nacimiento y se les lleva un diario de sus vidas hasta que desaparecen. Los
barcos, como los seres humanos, dan paso al nacimiento de otras criaturas con
su vida productiva, eso lo han demostrado los grandes Armadores, quienes invierten
parte de sus ganancias en la adquisición de nuevas naves antes de mandar al
reposo eterno a las ya viejas y agotadas embarcaciones.
En Cuba la historia es un poco más complicada, la mayoría
de esas naves fueron adquiridas con créditos que luego no cumplidos y se fueron
perdiendo una a una cada nave que una vez consideramos nuestras. En la calle
quedaron miles de hombres desamparados y sin otra profesión que la de “marino”.
Las causas de ese naufragio todos las conocen, solo que la mayoría, y por
diferentes razones, han preferido guardar silencio. Otra ala de esa masa deformada
durante su existencia ha elegido formar parte del grupo que defiende a sus
verdugos y prefiere justificarlos con las mismas palabras inyectadas durante 63
años, destacándose entre ellas el “bloqueo norteamericano”. Omiten toda la
incompetencia que existió en las operaciones de tres magnificas flotas, la corrupción,
despotismo y otras fechorías que dieron al traste con cientos de buques.
Nosotros no escapamos como protagonistas de este
desastre, si piensan que me sumaré al criterio absoluto de que la culpabilidad
se encuentra solo en el lado del gobierno, sus dirigentes y el agotador
bloqueo, creo que se equivocan. Una gran parte de la responsabilidad se
encuentra entre quienes portaron charreteras en sus hombros o fueron
distinguidos con alguna secretaría de las organizaciones políticas a bordo. No
se excluye tampoco al marino simple, quien, en menor o mayor grado, también colaboró
en este desastre. Muchos de estos pajaritos que apelan al silencio,
complicidad, ética profesional y otras tonterías de peso, se encuentran en el
exterior apelando por ese silencio cobarde y atacan a quienes se atreven a
levantar la voz para exponer todas estas realidades. Olvidan estos pajaritos
cuanto daño causaron a sus naves, tripulaciones, mercancías y al país con sus malas
decisiones, muchas de ellas producto de sus incapacidades técnicas o
simplemente de sus actitudes miserables ante los suyos. Malas y caprichosas
derrotas que aumentaron el consumo de combustibles, gastos innecesarios en el
uso de Prácticos en el norte de Europa, averías por contaminación de las
cargas, aplastamientos de las mismas, pagos de facturas adulteradas de las que obtenían
ganancias, sometimientos de sus tripulaciones a estados de austeridad y
hambruna innecesarias para arribar a La Habana con un informe de viaje
sobrecargado de ahorros, etc. Son algunos de los delitos cometidos por estos
individuos bien molestos, con su hogar actual en los Estados Unidos y otros países.
¡Vamos! Existe mucha historia pendiente por contar y otras que han sido
sepultadas con la muerte de sus testigos. Todo eso forma parte de una historia
que se ha pretendido mantener oculta para tranquilidad de unos cuantos
degenerados. Nosotros también somos responsables en las perdidas de esas
flotas, claro que, en menor cuantía, nuestras responsabilidades eran
infinitamente menores a las de todos los que dirigieron esas flotas, pero sumados
nuestros errores, el precio económico de ellos también es elevado. Siempre nos decían
que esas flotas no eran rentables y nosotros éramos los causantes de las
perdidas producidas cuando eso era totalmente falso, como mentira era también culpar
al bloqueo norteamericano.
En fin, este es un tema bastante amplio y la verdad
nunca se encontrará en las playas de esa isla bañada por el Caribe. Es una pena,
vergüenza diría yo, que la verdadera historia de nuestras flotas, barcos y hombres
muera por el silencio cobarde de quienes la vivieron.
Algunas de las naves presentadas en estas selecciones
no coincidieron en el tiempo o espacio, muchas, sí, razones para que fueran
sustituidas con el dinero que ellas producían. No fue así porque esa plata se desvió
hacia todas las aventuras guerreristas en las que ese loco involucró a nuestro país,
y todavía hay que soportar a una pandilla de cobardes aplaudiéndolos, peor aún,
aquí en Miami.
Esteban Casañas Lostal.
Miami..Florida.
2022-01-16
xxxxxxxx
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