domingo, 16 de enero de 2022

BARCOS QUE PERTENECIERON A LA EMPRESA DE NAVEGACION MAMBISA. CONCLUSIÓN



 BARCOS QUE PERTENECIERON A LA EMPRESA DE NAVEGACION MAMBISA.




CONCLUSIÓN

Hoy concluyo un largo recorrido donde diariamente les expuse fotos y datos de cada uno de los barcos que formaron parte de la Empresa de Navegacion Mambisa. Ya antes había hecho el mismo recorrido con los buques que pertenecieron a la Empresa de Navegacion Caribe. Entre las dos flotas me consumieron mas de medio año su presentación, la búsqueda de esas naves borradas de nuestra historia fue ardua y agotadora. Ya he dicho en algunos temas que a finales de la década de los 90, apenas existían datos sobre esos barcos que ustedes han podido ver, disfrutar y rescatar gratos recuerdos. Todo parecía indicar que hubo la malsana intensión de borrar nuestra historia, la que nunca estuvo desvinculada a la de Cuba. Nosotros no solo fuimos los vehículos utilizados para la importación y exportación de mercancías, nuestro rol fue mucho mas comprometido. Fuimos enrolados en cada una de las aventuras -locuras guerreristas- de quien hoy duerme plácidamente en el meteorito de Santa Ifigenia.

 

Los barcos se parecen mucho a las personas, aunque sean de acero, tienen un proceso embrionario, desarrollo del feto, nacimiento, vida envejecimiento y muerte. Poseen una inscripción de nacimiento, lugar de nacimiento y se les lleva un diario de sus vidas hasta que desaparecen. Los barcos, como los seres humanos, dan paso al nacimiento de otras criaturas con su vida productiva, eso lo han demostrado los grandes Armadores, quienes invierten parte de sus ganancias en la adquisición de nuevas naves antes de mandar al reposo eterno a las ya viejas y agotadas embarcaciones.

 

En Cuba la historia es un poco más complicada, la mayoría de esas naves fueron adquiridas con créditos que luego no cumplidos y se fueron perdiendo una a una cada nave que una vez consideramos nuestras. En la calle quedaron miles de hombres desamparados y sin otra profesión que la de “marino”. Las causas de ese naufragio todos las conocen, solo que la mayoría, y por diferentes razones, han preferido guardar silencio. Otra ala de esa masa deformada durante su existencia ha elegido formar parte del grupo que defiende a sus verdugos y prefiere justificarlos con las mismas palabras inyectadas durante 63 años, destacándose entre ellas el “bloqueo norteamericano”. Omiten toda la incompetencia que existió en las operaciones de tres magnificas flotas, la corrupción, despotismo y otras fechorías que dieron al traste con cientos de buques.

 

Nosotros no escapamos como protagonistas de este desastre, si piensan que me sumaré al criterio absoluto de que la culpabilidad se encuentra solo en el lado del gobierno, sus dirigentes y el agotador bloqueo, creo que se equivocan. Una gran parte de la responsabilidad se encuentra entre quienes portaron charreteras en sus hombros o fueron distinguidos con alguna secretaría de las organizaciones políticas a bordo. No se excluye tampoco al marino simple, quien, en menor o mayor grado, también colaboró en este desastre. Muchos de estos pajaritos que apelan al silencio, complicidad, ética profesional y otras tonterías de peso, se encuentran en el exterior apelando por ese silencio cobarde y atacan a quienes se atreven a levantar la voz para exponer todas estas realidades. Olvidan estos pajaritos cuanto daño causaron a sus naves, tripulaciones, mercancías y al país con sus malas decisiones, muchas de ellas producto de sus incapacidades técnicas o simplemente de sus actitudes miserables ante los suyos. Malas y caprichosas derrotas que aumentaron el consumo de combustibles, gastos innecesarios en el uso de Prácticos en el norte de Europa, averías por contaminación de las cargas, aplastamientos de las mismas, pagos de facturas adulteradas de las que obtenían ganancias, sometimientos de sus tripulaciones a estados de austeridad y hambruna innecesarias para arribar a La Habana con un informe de viaje sobrecargado de ahorros, etc. Son algunos de los delitos cometidos por estos individuos bien molestos, con su hogar actual en los Estados Unidos y otros países. ¡Vamos! Existe mucha historia pendiente por contar y otras que han sido sepultadas con la muerte de sus testigos. Todo eso forma parte de una historia que se ha pretendido mantener oculta para tranquilidad de unos cuantos degenerados. Nosotros también somos responsables en las perdidas de esas flotas, claro que, en menor cuantía, nuestras responsabilidades eran infinitamente menores a las de todos los que dirigieron esas flotas, pero sumados nuestros errores, el precio económico de ellos también es elevado. Siempre nos decían que esas flotas no eran rentables y nosotros éramos los causantes de las perdidas producidas cuando eso era totalmente falso, como mentira era también culpar al bloqueo norteamericano.

 

En fin, este es un tema bastante amplio y la verdad nunca se encontrará en las playas de esa isla bañada por el Caribe. Es una pena, vergüenza diría yo, que la verdadera historia de nuestras flotas, barcos y hombres muera por el silencio cobarde de quienes la vivieron.

 

Algunas de las naves presentadas en estas selecciones no coincidieron en el tiempo o espacio, muchas, sí, razones para que fueran sustituidas con el dinero que ellas producían. No fue así porque esa plata se desvió hacia todas las aventuras guerreristas en las que ese loco involucró a nuestro país, y todavía hay que soportar a una pandilla de cobardes aplaudiéndolos, peor aún, aquí en Miami.

 

 

 

Esteban Casañas Lostal.

Miami..Florida.

2022-01-16

 

 

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