sábado, 21 de noviembre de 2020


LOS VIAJES DE ESTÍMULOS.


Motonave "Bahía de Cienfuegos" donde realizara un viaje de estimulo con mi esposa.
 

La emulación fue un globo, los estímulos morales fueron otros globos, la Cadena Puerto-Transporte-Economía Interna fue un gran globo y los “Viajes de Estímulos” también se sumaron a la globalización de esos globos. En esos globos viajamos toda una nación y nos perdimos como Matías Pérez. ¿Lo peor? Algunos degenerados insisten en andar volando en ellos y exportan su maldita experiencia a otros países.

 

Esos viajes fueron extendidos a otros organismos, como Salud Pública, testimonio de esto que menciono fue aquel viaje realizado por “Santa Ofelia del Vedado” a bordo del buque “Bahía de Cienfuegos”. Ofelia fue una enfermera del Hospital Fajardo, premiada por toda su labor realizada a favor de la revolución. En otros organismos recibieron un nombre diferente, por ejemplo, los llamaron “Viajes de experiencia”. Así un día, viajaron con nosotros dos zánganos vinculados al puerto para adquirir “experiencia” en Rotterdam. Una vez en Holanda, esos parásitos no visitaron ninguna oficina portuaria o se reunieron con sindicato del giro en aquel país. Sus principales funciones realizadas fueron en las “Placitas” que se montaban en diferentes sitios de la ciudad y que nosotros utilizábamos para comprar nuestras pacotillas. A partir de esos viajes se le comenzó a llamar a la pacotilla con el nombre de “experiencia”.

 

Yo disfruté de uno de esos viajes de estímulos con mi esposa a bordo del buque “Bahía de Cienfuegos”. Tampoco fue muy fácil lograrlo, cuando fui a la oficina del sindicato en Navegacion Mambisa, yo no aparecía en la lista de los tripulantes del “Aracelio Iglesias” y había navegado en ese barco mas de seis meses el año comprendido en su “vanguardialidad” (Esa palabra no existe, pero me da la gana de incluirla en este globo). En la lista se encontraba el Primer Oficial Amarales, muy amigo del Capitán del buque y del secretario del sindicato en ese momento, me refiero al negro nalgón planchado que era ayudante de máquinas y de nombre Julián Morales.

 

-¿Sabes una cosa? Si no me incluyen en esa lista no va a ir nadie. Tú sabes perfectamente que yo trabajé más tiempo que Amarales en el barco ese año. Le dije sin titubeos a Julián.

 

-¡Asere, no pongas malo esto! Me respondió algo nervioso.

 

-¿Qué no lo ponga? Ya está malo al no incluirme.

 

-Podemos arreglar la lista y ponerlos a los dos. Además, tengo entendido de que tú no pagas el sindicato.

 

-No tengo por qué pagarlo, ustedes supuestamente están para defender a la marinería no a nosotros.

 

-Si pagaras algo justificaría mejor ese cambio que debo hacer en la lista. Yo lo interpreté como una especie de chantaje y se lo acepté porque me interesaba que mi esposa diera el viaje. Tres días mas tarde regresé por la oficina y le pagué unos cuatro meses de la cuota sindical. La lucha sería después en el edificio con la gente del CDR, ellos se oponían a firmar la carta que exigían porque nosotros no hacíamos guardia, ni participábamos en todas esas tareas estúpidas de esa organización, menos aun en chivaterías. Gracias a mi vecino Luis Tamarit, quien estaba de delegado del Poder Popular, me hizo y firmó la carta sin contar con los del CDR.

 

El buque “Aracelio Iglesias” había quedado en segundo o tercer lugar de la emulación nacional, no recuerdo exactamente. De todas maneras, los tres primeros lugares disfrutaban de los mismos premios y fueron bastante buenos. Una cena en Río Cristal, una noche en el cabaret Tropicana, una semana en el hotelito de los canadienses frente al hotel Atlántico, una noche en el cabaret del mencionado hotel y una “prima” económica bastante buena de acuerdo al cargo que se ocupaba en el buque. Recuerdo que en mi caso como Primer Oficial resultó superior a los mil pesos y era bastante plata para esas fechas. Bueno, los sindicaleros se mojaban en ese río revuelto, no olviden que para esas fechas todo se movía con dinero cash. Estando en el hotelito nos entregaban una caja de cerveza y una botella de ron diaria que, como es de suponer, ellos debían pagar con plata sonante. No olviden que lo mismo sucedía con nuestros gastos en Río Cristal, Tropicana y el cabaret Atlántico. Todo debían pagarlo con dinero cash y el que hizo la ley, también hizo la trampa, muy normal en aquella isla plagada de pícaros y cabrones. Robaron a diestra y siniestra.

 

¿Por qué eran unos globos esto de la emulación y los viajes de estímulos? Muy simple, casi todos los datos que se manejaban eran falsos. Lo peor que mucha gente no sabe, si observan los barcos premiados durante los últimos años, encontraran entre los tres bendecidos a las naves donde esos supuestos secretarios del sindicato, elegidos solamente por el dedo del partido, se encontraban entre los tres bendecidos por esa infladera de globos. “Osease”, ellos se verían beneficiados con esas inclusiones. ¿Ejemplos? El caso de Julián con el buque “Aracelio Iglesias, el caso de “El Niño” (Un electricista) con el buque “Otto Parellada” y si no me equivoco, creo que en la nominación de la motonave “Habana” también estuvo vinculado un antiguo tripulante de ese barco que ocupaba la plaza sindicalera.

 

Las cosas se fueron un poco más allá de la designación de los viajes de estímulos y esa corriente vanguardista. Estos tipos se encargaron también de los fraudes ocurridos en la distribución de autos a supuestos vanguardias. Tal es el caso de la entrega de un Fiat polaco al telegrafista del buque “Otto Parellada”, creo que su nombre o apellido era Polo. Un joven con poco tiempo navegado, muy incondicional al Capitán Remigio Aras Jinalte y miembro del clan donde El Niño formaba parte. Le dieron el auto a este personaje, mientras en la flota existían cientos de hombres con suficientes méritos y la piel curtida por el salitre de los años. Bueno, solo deben recordar que Roberto Arche Flores fue vanguardia nacional “vitalicio”. ¿Quién lo eligió? Todo era un globo más grande que el de Cantoya, puras mentiras. Tampoco olviden los casos de corrupción en las que se viera incluido el sindicato de la Empresa de Navegacion Mambisa, se dedicaron a vender apartamentos de Alamar, y si no me equivoco, fue la razón que condujo a desgracia a su secretario en una oportunidad. Me refiero a Blanco, aquel contramaestre que se casó en el único viaje del buque “África-Cuba”. Sobrevivió porque como dice el refran, “El Partido es inmortal”, yo digo que “inmoral”. No tengo absolutamente nada contra Blanco, todo lo contrario, le debo una donación de sangre que hizo para la operación de mi hijo al encontrarme en la imposibilidad de hacerlo.

 

¡Oh! Desafortunado aquel viaje de estímulo que di y en el que al finalizar me pidieron la expulsión de la marina mercante. Pueden remitirse a mi trabajo titulado “Mandado a matar”, ahí lo narro con lujo de detalles.

 

Se me olvidaban los viajes de estímulos por la jubilación, se premiaba a los hombres que pasaban a retiro y en ellos hubo dos grandes deserciones sobre las que he escrito, “La fuga perfecta del Capitán López Sánchez” y “Manuel Castañeda, El Cabronazo”.

 

Todo fue mentira, pero lo mas indignante, muchos de aquellos protagonistas, andan por estas tierras añorando y hasta defendiendo todas esas porquerías.

 

 

Esteban Casañas Lostal.

Montreal..Canadá.

2020-11-21

 

 

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