viernes, 6 de julio de 2018

LA PRE-NOMINA


LA PRE-NOMINA



Motonave "Otto Parellada", escenario de esta historia.



Nunca se me hubiera ocurrido descontar un solo centavo de su salario a un hombre que se enfermara navegando, creo que bastantes desgracias cargaban con ellos para agravar su situación con una acción semejante. No solo eran afectados con esas ausencias de sus casas y familia, si se analiza fríamente, no es un detalle a tener en cuenta cuando ese hombre eligió este tipo de vida. Sin embargo, existían otros factores ajenos a su voluntad que convertían esa vida en intolerable, sus miserias han sido narradas por este autor durante muchos años. 

A finales de mi vida activa en el mar a bordo de buques cubanos, la extremada austeridad a la que fueron sometidos, unas veces por culpa del gobierno y otras por acciones despiadadas de capitanes que, solo lucraban con el sacrificio al que sometían injustamente a sus tripulantes, inclinaron mi balanza en defensa de esos hombres a los cuales debía exigirles trabajo, sin importar las condiciones del tiempo. Hambre, galernas, ausencia de pago, navegar en buques inseguros donde arriesgaban sus vidas, acoso constante de organizaciones políticas a bordo, etc., pudieron ser algunas de las especies que me sensibilizaron. No debía ser así, la mayor parte de esos hombres militaban en el partido, solo que no dejaba de comprender el miedo que cargaban consigo, al extremo de carecer de valor para reclama lo que humanamente les pertenecía. Nada de eso me importó, yo no miraba al militante, yo miraba al marino al que debía pedirle salir a cubierta sin apenas desayunar con 18 grados bajo cero.

Sí, manifiesto haber sido implacable con los pícaros y degenerados que abundaron en nuestras naves, siempre amparado por lo establecido en el Reglamento. Aun así, no fueron pocas las guerras desatadas cuando exigía el cumplimiento de las normas establecidas. Creo que el caso mas famoso de esto que les narro, lo escribí en otro trabajo y se desarrolló a bordo de la motonave “Bahía de Cienfuegos”. El Comisario Político estuvo una semana ausente del buque y esa semana se la desconté del salario, esa historia forma parte del trabajo titulado “Mandado a Matar”. De nada le sirvieron sus reclamaciones o justificaciones, la semana le fue descontada y luego se desató una guerra que concluyó con su expulsión de la flota.


Motonave "Otto Parellada, algunos de sus tripulantes.

La Pre-Nómina era un documento donde el Primer Oficial llevaba el control de asistencia de sus subordinados mensualmente y que luego entregara al Sobrecargo para la confección de la nómina final que se presentaría en la Empresa para la reclamación de esos pagos. En el caso del departamento de máquinas supongo haya sido llevado por el Segundo Maquinista. Como los buques se dividen administrativamente en dos departamentos y no, como muchos piensan, sean tres y consideran a “Cámara” como un tercero, es de suponer que el Primer Oficial debió llevar la Pre-Nómina del personal que laboraba en Cámara. Nunca fue así y se delegó esta labor al Sobrecargo (una especie de parásito a bordo) con poco contenido de trabajo. Esa indiferencia de los primeros oficiales en asumir esta obligación pudo deberse a lo sobrecargada que estaba su responsabilidad.

-¿Cómo te sientes? Le pregunté una vez que fui a visitarlo en su camarote, llevaba tres días enfermo. El muchacho había sido alumno mío en la Academia Naval del Mariel en el año 76 y desde su graduación se desempeñaba como marinero de cubierta. Otros de su misma promoción trabajaban como camareros y muy pocos, los solteros, decidieron continuar como agregados de cubierta.

-Ya ves, algo jodido aun, pero creo que me voy a incorporar a la pincha muy pronto. Se trataba de un muchacho de la raza blanca, uno de los pocos a bordo de esa nave con aproximadamente un 90% de negros. Mencionar este detalle fuera innecesario si no se tratara de un buque con marcadas prácticas racistas dirigidas por su propio Capitán Remigio Aras Jinalte y su comitiva de seguidores que pertenecían al Partido y UJC.

-No he venido para apurar tu incorporación a la cubierta, tómate todo el tiempo del mundo y sale solamente cuando te sientas bien. Vengo a ponerte al tanto de algo que debo hacer en contra de mi voluntad y lo haré por una razón muy importante. Me enrolaron en este barco con semejante hijoputa como Capitán porque fui mandado a matar por el partido de La Habana. Debo descontarte todos los días que te encuentres enfermo, no puedo darle la oportunidad a esta gente para que tomen como favoritismo de mi parte no hacerlo.



En la motonave "Otto Parellada cuando era su Primer Oficial.

-¡Mi hermano, sin lucha! Descuenta lo que creas oportuno, bien sabes que nosotros no vivimos de este sueldo, ya llevaré cosas para vender en La Habana y aquí no ha pasado nada. No esperaba una reacción diferente de aquel muchacho, yo sabia que estaba sufriendo los mismos atropellos que los otros blancos a bordo. Ellos llegarían mas lejos en sus discriminaciones y también lo conté en otro trabajo, conmigo navegaba mi mejor amigo, un negro llamado Enrique Macías. Solo bastó que supieran fuera mi mejor amigo para dirigir todos sus dardos contra él, conociendo su temperamento sanguíneo y las reacciones violentas de su parte ante estas cabronadas, tuve que dedicarle mucho tiempo para mantenerlo calmado.

-Primero, súbame la Pre-Nómina a la oficina. Fue la voz de Regimio, ya me encontraba preparado mentalmente para que eso ocurriera.

Si algo me salvó infinidad de veces de situaciones conflictivas a bordo de los barcos, fue la experiencia acumulada durante toda mi vida en el trato con los hombres. Si las mujeres poseen un sexto sentido o intuición femenina para descubrir tantos secretos que se esconden ante la mirada de los hombres, yo la poseía para descubrir a hijos de putas solapados, traidores, hipócritas y chivatos. Solo una vez dejé de escuchar a ese ángel de la guardia aquí en Montreal y por poco me cuesta la vida. Sería la primera y única vez que me revisarían las Pre-Nominas en mi historia como Primer Oficial. No me inmuté, menos aún debía mostrar síntomas de nerviosismo. Se las dejé encima del buró y me retiré.

“Donde hay desquite, no hay agravios”, reza un viejo refrán. Solo requería un poco de paciencia y actuar con inteligencia, la que le faltaba al verdugo designado. Además de contar con el apoyo incondicional de las organizaciones políticas y el Comisario Político, Remigio tenía a una cómplice no menos peligrosa y a quien debo unas líneas, me refiero a una mulata algo entrada en años que viajaba de Sobrecargo, su nombre era Gladys. Sus intentos por ejecutarme cumpliendo la orden recibida le habían resultado fallidas hasta ese instante, es que simplemente era bruto, incompetente, estúpido. Me solicitó cargar productos químicos en las mismas bodegas donde tenia estibada alimentos para reses y de muy poco le sirvió casi amenazarme, porque así funcionaban estas palabras, “eran una prioridad del Estado”. También le falló su estúpida sugerencia de que yo le pidiera dinero al proveedor en Japón y otras imbecilidades más. El tiempo se le agotaba y ya nos encontrábamos de regreso.


Motonave "Otto Parellada"


-Sobrecargo, súbame inmediatamente las nóminas de este mes pertenecientes a cubierta y cámara. Escuché su voz algo nerviosa, debió deducir que nada bueno abrigaría aquella solicitud hecha por primera vez. Nos encontrábamos fondeados en la bahía de La Habana y corría el día 28 de Julio. Yo había estado de guardia el día 26 de Julio, feriado en todo el país. Tenía a mano la lista de los tripulantes que estuvieron de guardia ese día. De acuerdo con las leyes vigentes, todos los trabajadores recibirían su paga en ese y otros días feriados, los que se vieran en la obligación de trabajarlo, lo cobraban doble.

-¡No, no se vaya! Esto es rápido, puede sentarse.

-El problema es que tengo un trabajo a medias…

-Ya le dije que esto me tomará solamente cinco minutos, ¡siéntese! No la dejé que explicara justificación alguna con el propósito de abandonar mi oficina, yo deseaba saborear aquella dulce venganza. Se sentó de mala gana y no me dirigió la mirada. No fueron los cinco minutos prometidos, me tomé el tiempo que estimé necesario y ella lo sabía.

-¿Sabe una cosa? Todo parece indicar que ha cometido errores graves en la confección de la nómina, pudiera decirse que se trata de un fraude.

-¿A que se refiere, Primero? Habló con mucho nerviosismo, se le escapó la parte humana que mantuvo oculta durante todo su viaje y no sentí pena por ella, su sola presencia me provocaba asco.

-Usted ha 
incluido en el pago doble del día feriado a unos ocho tripulantes que no estuvieron en el buque ese día. ¿Por qué razón ha incluido al Capitán entre ellos?

-Es que al Capitán nunca se le ha descontado nada.

-Al Capitán no se le ha descontado nada, solo que usted le esta pagando un salario mal habido, lo premia porque no estuvo aquí.

-Como le dije, yo nunca he excluido al Capitán de ese cobro.

-O sea, usted ha cometido ese fraude en todos los buques donde ha navegado. Vamos a hacer una cosa, usted va a regresar a su oficina y me va a confeccionar una nómina nueva, cuando la termine, me sube de paso la nómina del Departamento de Máquinas. Durante ese tiempo voy a pensar si redacto o no un informe sobre este fraude cometido por usted. ¡Oh! No olvide traer junto a la nomina nueva esta vieja que firmaré al dorso con una nota.

No le hice informe alguno a esa vieja hija de puta, disfruté mucho haciéndola sufrir esos días. Luego me enteré de un comentario suyo de que iba a pagar para que me golpearan en la calle.

-Esta es la dirección y chapa del auto de esta vieja. Si acaso escuchas de que me herí cayendo de una guagua, no lo creas, es falso. Contrata a dos o tres bandoleros para que le den una buena entrada de golpes a esa vieja y de paso quiero que le den candela a su carro, después me dices cuanto hay que pagarles. Le dije a uno de mis hermanos que era medio bandido, por suerte no tuve que apelar a este recurso. Remigio no hizo ningún tipo de reclamación ante las correcciones que se hicieron en la nómina de ese mes, no creo que su estupidez llegara a tanto. Prefirió quedarse de vacaciones, ya les he escrito sobre mi desquite con la pandilla de negros racistas que continuaron en el barco. Venganza ejecutada dentro del marco establecido por el Reglamento, yo lo disfruté muchísimo, ellos sufrieron.





Esteban Casañas Lostal
Montreal..Canadá
2018-07-06


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