TRES BABALAOS ROJOS
(Cuento infantil para tiempos de guerra)
…Había una vez una isla del Caribe que fue un gran productor de azúcar de caña y durante muchos años se mantuvo en el primer lugar a nivel mundial. Luego, hace pocos años atrás, todo se fue al carajo y la isla se vio en la necesidad de importar ese producto para satisfacer la demanda nacional. El marabú invadió gran parte de las tierras cultivables y junto a la caña desaparecieron otros cultivos. La isla se vio obligada a reinventarse para poder sobrevivir y muy pronto aparecieron otros productos que, sin proponérselo, son exportables…
Todavía no acabo de comprender o asimilar esa inmensa capacidad de aquellos isleños en adaptarse, mutarse, clonarse. Resulta asombrosa esa facilidad para adoptar ciertos mimetismos de acuerdo con la situación presentada, condiciones que aumentaron en casi todos sus habitantes la posibilidad de existir y resistir cualquier escenario que pueda presentarse. Así de pronto y cuando menos lo esperabas, al extremo de sembrar dudas sobre tus orígenes, todo ha cambiado y no te sientes identificado con ellos.
De aquel machismo rancio que pudo una vez coexistir entre millones de varones, saltamos en imágenes a una “mariconería” descontrolada y algo aberrante, muy revolucionaria, porque eso sí, no se puede ser homosexual si no comulgas con la ideología imperante. Con la revolución todo, hasta el culo. Luego, aparecen ortodoxos donde nunca se practicó esa religión, evangélicos que han resucitado cuando se pensaba que habían sido extinguidos. ¿Rastafaris? Sí, con trencitas y todo. Católicos que se mantuvieron ausentes de las iglesias por miedo durante decenas de abriles, templos hoy colmados por sus rebaños y hasta con cierto descaro, vistiendo uniformes militares mientras sostienen una velita en la mano. No sé si llegaron a sobrevivir los Testigos de Jehová, siempre tan enemigos de la “revolución” y renuentes a la transfusión de sangre. ¡Ufff! Esta ultima noticia es de espanto, como para apagar al Morro y largarse al carajo. Tenemos, como para colmar la copa, decenas de “musulmanes” cubanos. No tendrán dificultad para practicar el “ramadán”, lo vienen haciendo desde hace sesenta años. Lo difícil será pedirles que no se tomen un traguito de ron, coman chicharrones o toquen a sus parejas cuando se encuentren sufriendo su mensualidad, habrá que ver. Esa larga lista de asociaciones evadidas en sus tiempos y hoy invadidas “repentinamente”, está compuesta por hebreos, masones, espiritistas, etc.
He deseado dejar en último lugar, cuando deberían ser los primeros, todas las afiliaciones, asociaciones, plantes, practicantes de la Santería o Regla de Osha-Ifá y todas las variantes de la cultura Yoruba. La proliferación de practicantes de esta religión afro-cubana, ha tenido sus grandes exponentes a partir del “Periodo Especial” y no antes como muchos insisten en hacernos creer. Extraño sincretismo observado no solo con la religión católica, su mas extravagante exponente resulta de esa dudosa mezcla Santero-Comunista-Pícaro. Es aquí donde nacen los “Compañeros Babalaos” con unas “Letras del Año” dignas del periódico Granma y otra especie muy curiosa, los “Picaros Babalaos” con calidad exportable.
No quiero que se sientan ofendidos los verdaderos practicantes o fieles de una u otra creencia, ninguna de mis palabras va dirigidas contra ellos o su religión. Si pueden ser considerados dardos en contra de todos esos cabrones que, se han aprovechado del desespero y sufrimiento de nuestro pueblo para lucrar con su dolor y enriquecerse en ciertos casos. No solo en la isla, digamos también que en su diáspora.
Es así como llego hasta la noticia de tres renombrados represores o extremistas comunistas, transformados de la noche a la mañana en babalaos. Puede que algo escape de la realidad y solo participe en una especulación propia de nuestra especie, nuestro deporte nacional. No creo en esa repentina conversión del individuo educado y exponente fiel de una educación netamente atea o agnóstica. Mas grave aún, cuando gran parte de sus vidas estuvo por entero entregada a combatir las creencias de aquellos fieles de corazón.
Orlando Rodríguez Romay.- Conocido entre los marinos con el seudónimo de “El Conejo”, llegó a ocupar la plaza de Capitán en la marina mercante cubana y fue ascendiendo a una velocidad vertiginosa hasta ocupar puestos de viceministro y finalmente ministro de transporte en Cuba. Lo conocí personalmente cuando fuera captado para la vida militar junto a otros oficiales mercantes en el año 76-77 estando en la Academia Naval del Mariel. Ofrecimiento que rechacé y fuera aceptado por Octavio Céspedes Calaña y Losada entre otros. Luego coincidimos en Angola mientras capitaneaba el buque escuela “José Martí” y yo navegaba en el buque “N'Gola”. Perdimos contacto durante un tiempo y aparece otra vez como ministro, pero no uno cualquiera, creo que el mas despreciado por la marinería cubana después de Guillermo García. Extremista por excelencia, déspota en el trato con sus inferiores y el peor enemigo de los marinos de su tiempo, fue y es recordado con desprecio por miles de hombres que pertenecieron a las flotas cubanas. A mediados de la década de los noventa cae en desgracia y es separado de su cargo como ministro. Según la prensa de su tiempo, debido a actos de corrupción y malversación llevada a cabo por hermanos suyos. Ya en pijama oficial, aparece mencionado en diferentes foros cubanos como “palero” o “babalao”, no puedo confirmar en cual de las dos funciones y me sorprendió muchísimo por las razones antes expuestas. El Conejo perteneció a esa generación de represores comunistas que destruyera la vida de tantos creyentes y homosexuales. No creo en su conversión a cualquiera de las religiones o practicas mencionadas. Tiene que existir una fuerza divina muy poderosa capaz de cambiar el curso de la vida de cualquier ser humano una vez desarrollado. Babalao-Comunista-Pícaro que hoy, como muchos, lucra con la inocencia de una cifra indeterminada de cubanos.
José Meléndez.- Conocido por la marinería cubana como “El Gallego Meléndez”, ocupó las plazas de Capitán en la marina mercante cubana, representante de Navegación Mambisa en Tokio-Japón, director de la Empresa de Navegación Caribe y por ultimo subdirector de la Empresa de Navegación Mambisa. Déjame ver como lo abordo sin herir las susceptibilidades de quienes apelan a la rancia “ética profesional” con el fin de maltratar a seres con pasados de hijos de puta, me refiero a sus compañeros de estudios o vecinos de su barrio. El Gallego fue Primer Oficial del buque “Habana” donde yo diera mis primeros viajes, extremista y déspota con sus subordinados, despreciado por la marinería aunque existan individuos que pretendan decir lo contrario. Perdimos contacto durante muchísimos años y lo encontré cuando yo ocupaba la plaza de Primer Oficial en varios viajes que diera a Japón. Capitanes, Jefes de Maquinas, Sobrecargos y Primeros Oficiales, saben perfectamente que cuando El Gallego se desempeñó en esas funciones, despareció para siempre las “comisiones” que se recibían por conceptos de compras o servicios contratados. Todas esas comisiones debieron tener como destino oficial su bolsillo, seria ingenuo pensar que las entregaría al gobierno, toda vez que era un dinero cash fuera de control. Finalmente aparece junto al Capitán Urquiola y otro mas entre los dobles agentes del G2 cubano y la CIA quemados cuando la deserción del espía cubano llamado Aspillaga. Pudo haber acumulado méritos para ser nombrado en los puestos de director y subdirector, camarada cercano al mencionado Conejo. Una vez desaparecidas las flotas cubanas y retirado de todas sus actividades “revolucionarias”, El Gallego aparece mencionado como “Palero o Santero” en el poblado de Regla donde siempre residió. Me contaron “ambias” suyos que el final de su vida la pasó enfermo y experimentando cierto grado de miseria, haciéndole pedido a amistades suyas en el extranjero, no puedo confirmarlo, pero esos amigos suyos pertenecían al mismo plante de El Gallego. Como ven, otro mas que una vez en desgracia, experimenta un cambio increíble en su ideología. Aunque es oportuno mencionar que, siendo militante extremista del partido comunista y gozar con la ciudadanía española (privilegio no concedido a muchos de su tiempo), El Gallego era “abakua” o algo así, lo cual demuestra el grado de penetración comunista en todas las religiones y sectas existentes en la isla. Como quiera que sea, después de pertenecer a esa ala extremista y déspota de su partido comunista que, combatiera las creencias religiosas de muchos jóvenes, este cabrón termina haciendo uso de ellas para lucrar. Otro Babalao-Comunista-Pícaro bendecido por una luz divina en la cual no creeré nunca.
Miguel Haidar.- Lo conocí en el año 1970-71, no recuerdo exactamente, él viajaba como alumno en un viaje de instrucción y yo era un simple timonel a bordo del buque Jiguaní. Perdimos contacto y nos volvimos a encontrar a mediados de los años 80, yo ocupaba la plaza de Primer Oficial y él era Capitán a bordo del buque “Aracelio Iglesias” y mas tarde en el “Bahía de Cienfuegos”. Le debo unas merecidas páginas y romperé una vez más la adicción enfermiza de muchos por la supuesta y oportunista “ética profesional”. Fueron algo terribles esos viajes realizados con “Miguelito”, como le decían todos. Era seguido por una fila de cortesanos bien chicharrones y chivatos que lo adoraban, digamos mas bien de una piña que se movía por todos los buques donde navegaba. Extremista comunista sin ningún credo conocido que su vertical ateísmo, este personaje tan curioso que gustaba mostrarse con oficiales del G2 mártires de la Causa Nr.1, se desenvuelve hoy como babalao en La Habana. Otra de las razones para que no crea ni simpatice con esa creencia religiosa. Miguelito es un Babalao-Comunista-Pícaro quien también lucra con la inocencia y dolor de muchos ciudadanos. Muchas veces me pregunto cuál es el punto de coincidencia entre esas religiones y los comunistas defenestrados. ¿Sera que esas sectas tienen un espacio reservado para cada uno de estos cabrones tronados? Todo parece indicar que es así. Lo cierto es que cuando te enteras de estos eventos actuales, se llega a la pronta conclusión de que en aquella isla todo es posible y que definitivamente el lobo no era malo, la hija de puta era la Caperucita.
Hablando con un babalao de respeto en mi reciente viaje a Miami, le expuse cada una de las razones y ejemplos de estos casos donde, entre otras cosas, solo hay espacio a una sola conclusión, nada ni nadie ha podido escapar a la penetración del régimen en cada una de las religiones o asociaciones que viven en aquella isla. No conformes y produciendo por encima de las demandas de su consumo, hoy se dedican a la exportación de esos pícaros que de una manera u otra continúan sus labores del lado de acá, las de lucrar y estafar a los mismos infelices que acuden a ellos en busca de una esperanza.
Esteban Casañas Lostal.
Montreal..Canadá
2018-05-26
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