viernes, 4 de mayo de 2018

LA MISTERIOSA MUERTE DE MANUEL ONEIDO RIOS CASAS

LA MISTERIOSA MUERTE DE MANUEL ONEIDO RIOS CASAS


Oneido a la derecha en su época de estudiante de la Promoción XVII, al centro Juan Sariol.


Todavía en la fecha de mi deserción, las noticias sobre las fugas de funcionarios u oficiales de la marina mercante cubana gozaban de buena salud y eran explotadas por varios medios informativos. Todo lo que acontecía en la pequeña comunidad cubana en Canadá, era trasmitido por Tang Báez a Radio Martí hasta mi escape y yo no era nadie importante. Estoy convencido de que con el tono amarillista y sensacionalista de la prensa en estos países, la extraña muerte de Manuel Oneido Ríos Casas hubiera sido pasto suficiente para emborronar cuartillas y páginas principales, no ocurrió nada de eso.


Navegamos juntos en el buque “Bahía de Cienfuegos”, lo tuve como subordinado, pero lo conocía desde mucho antes. Nuestro primer encuentro sucedió cuando me encontraba de Primer Oficial en el buque “Casablanca”, él se enroló cuando me disponía a tomar vacaciones. Ya lo había visto cuando era guardiamarina de la Promoción XVII, fue alumno de mi amigo Eduardo Ríos Pérez. 


Llegó a Montreal en momentos muy difíciles para mí, ya había superado aquella etapa de infantilismo que estuvo a punto de costarme la vida y evitaba a toda costa los contactos con cubanos recién llegados a estas tierras, poco me importaba si los conocía de Cuba. No confiaba ni creía en nadie y creo que esa desconfianza limitada por una especie de paranoia o rechazo hacia los supuestos “hermanos”, me salvó de muchos dolores de cabeza, tiempo y dinero.


En el año 2004 escribí algo referente a esa muerte y utilicé seudónimos, traté en todo momento de no perjudicar a nadie por errores o equivocaciones de interpretación que pudiera cometer, también evadiendo posibles demandas, ¿por qué, no? Ya han pasado catorce años de aquel escrito sobre una muerte cargada de misterios y fantasías que justificaron su poca credibilidad, sucedida entre los años 93-94, no puedo citar con exactitud la fecha sobre un evento sucedido veinticinco años antes. Algunos de los protagonistas han fallecido y a ellos poco les importa que mencione sus nombres ahora.


En el trabajo titulado “Misa por un vivo” y que pongo a continuación del presente, se encuentran algunos detalles que omitiré en este. Mantendré el seudónimo de uno de los actores, él se encargará de identificarse con facilidad y le brindo la oportunidad de continuar con su perfil bajo. 


Cuando me avisaron la llegada de Oneido y tal como relato en aquel viejo trabajo, lo fui a visitar una hora mas tarde. Bebimos algunas cervezas mientras conversábamos de temas vividos, vale destacar que aquella conversación fue interrumpida por la llamada telefónica de un “supuesto” hermano con residencia en La Florida. No fue una conversación, digamos mas bien que se trat
ó de un intercambio de ofensas donde no se omitieron ninguna de las malas palabras de nuestro lenguaje y me llamó mucho la atención, eso no es normal.


-¡Comunista es la resingada de tu madre, maricón! Tú no viviste lo que me tocó por culpa de los americanos.


Esas solas palabras despertaron todo mi sistema de autodefensa, ¿si tanto odiaba a los norteamericanos, ¿cuál era la razón de su deserción en estas tierras? Es la primera pregunta que me vino a la mente. Luego trató de justificar sus palabras y me contó que había perdido a su hijita durante la epidemia de dengue que los yanquis habían penetrado en la isla. Bueno, esa y otras plagas introducidas en Cuba, tuvieron sus orígenes en los EU de acuerdo a la versión vendida por el régimen a su pueblo. 


Yo no fui tan ingenuo como para tragarme aquella discusión entre hermanos, ya me habían crecido mucho las espuelas y estudiaba cada palabra recibida en mis oídos. La interpreté como una carta de presentación ante uno de los representantes de la gusanería en Montreal, solo existíamos para entonces unas tres personas muy activas para esas fechas, Pedro Martori, Máximo Morales y yo. Una vez presentados formalmente, debió pensar él y sus amigos, pasamos a otros temas banales referentes a nuestra profesión. Fue de esa manera que extrajo su portafolios y me mostró los documentos actualizados de sus títulos y certificados, todos traducidos al inglés. Se trataba de un portafolios de dimensiones normales, los usados por capitanes, sobrecargos, primeros oficiales, jefes de máquinas, etc. Los hubo algo grandecitos y se justificaba con el hecho de ser utilizados para transportar pequeños fachos desde el barco. Solo que, en términos generales, aquellos portafolios nunca fueron de dimensiones exageradas. El que portaba Oneido solo servía para las funciones de su diseño, contener documentos. 


Uno de esos cortos días en Montreal lo invité a mi apartamento como consta en el viejo escrito y si acaso dos días después, regresé a la casa de su amigo para coordinar su paso hacia los E.U. Luego de escucharse varias proposiciones hechas por los allí presentes, aceptaron la mía y coordinamos otro encuentro para que conocieran al chofer, condiciones de transportación y precio. Se trató de Jesús Ojito, hace unos años que falleció en Miami. Gran parte de la comunidad cubana en Montreal lo conocía, hombre a todo dar que no andaba por las ramas y en quien la gente confiaba. Por aquellos años condujo a varias personas hasta un punto de la frontera con los E.U. y todos llegaron sin dificultad. Por Jesús me enteré de toda aquella comedia o no, realizada el día de la partida de Oneido. Su amigo estuvo filmando el auto con una cámara de video, placa, etc. Jesús estuvo a punto de abortar la maniobra, es que fue la única vez de tantas veces en las que se hiciera eso.




Motonave "Bahía de Cienfuegos"


Pasaron varios días cuando me llegó la noticia de la muerte de Oneido y todo resultaba increíble. Esa información fue difundida por tripulantes del buque donde arribara a Montreal, ellos se encargaron de contarla al numeroso grupo de marinos desertores que había entonces y razones sobraban para que fuera una noticia de impacto en cualquier medio de prensa. Así fue como lo contaron y créanme, es buen material para un libro o película de terror.


Dijeron los bien informados que una vez Oneido en el lado americano sufrió un mareo y comenzó a vomitar al lado de la carretera. Fue visto por un chofer que avis
ó a la policía y cuando ella arribó al sitio lo encontraron cadáver. ¿Cómo supieron lo del mareo? Bueno, no es un detalle que valga la pena analizar.


De acuerdo con las noticias recibidas, se encontró que Oneido transportaba en el portafolio los restos de su niñita, una batica de ella, un par de zapaticos y para hacer increíble esta historia de terror, metieron de paso los restos de su tía en el mismo portafolio, junto a los documentos mencionados con anterioridad mas $2000 dólares americanos. ¿Qué les parece? ¡Coño! Esto es un vil atentado a la inteligencia humana. Ya les hube mencionado las dimensiones del portafolio que fuera abierto en mi presencia, no podía contener los restos de su hija y menos aun incluir a los de su tía. ¡Acabaron! Pero bueno, siempre existen comemierdas que lo creyeron y se encargaron de darle continuidad a la noticia.


¡Vamos a ver! Ya les dije que la deserción de cualquier cubano aun era noticia en algunas regiones del mundo, pero es que esta no trataba de un simple cubano, estábamos ante la presencia de un individuo que viajaba portando un cementerio particular dentro de un pequeño portafolio. ¿Imaginan por un solo segundo el impacto noticioso de un hecho como este? Estoy convencido que hubiera roto todos los récords de publicación y difusión. Luego nacen algunas preguntas y como en la isla todo es posible, no vale la pena hacerlas. ¿Cómo se hizo de aquellos restos humanos, los logró pasar al barco y luego bajarlos en Montreal? Ya lo dijo el gran filósofo e inolvidable cubano Armando Calderón, ¡De pinga queridos amiguitos!


Algunos capítulos de esta horrible noticia las omitiré y pueden encontrarla en “Misa por un Vivo”. Lo cierto es que no me tragué aquel cuento y razones sobran, no es fácil digerirla, no de esa manera tan cruda. Hablé con parientes míos de New Jersey para que averiguaran con los organismos pertinentes y no encontraron nada de lo supuestamente ocurrido en la frontera. Iguales gestiones hicieron los míos por Miami sin resultado alguno, razones para que aumentaran las dimensiones de aquella muerte sumamente misteriosa, por no llamarla de otra manera como se merece.


Un poco de tiempo después se corrió la notibola de que habían trasladado los restos de Oneido para Miami, agregaron que lo habían velado vestido con un uniforme de oficial y compañeros suyos le rindieron los honores acostumbrados al caso. Luego me llegaron preguntas algo conflictivas, como siempre me sucede. ¿Quién corrió con los gastos de aquel traslado del cuerpo desde Vermont a La Florida? ¿Quién cubrió los gastos del funeral? Todo el mundo tiene ideas de lo que cuestan, estamos hablando de una suma aproximada a los $20,000 dólares. ¿Quiénes fueron esos compañeros que lo acompañaron hasta su ultima morada? He visitado Miami durante muchos años y compartido con muchos viejos marinos y puedo asegurar que ninguno ha mencionado este pasaje. ¡Ohhhh! Se me olvidaba, hay marinos y marinos. Dos grupos fácil de distinguir, los que tenían en Cuba una agenda de chivatos y colaboradores, quienes en Miami continúan siendo colaboradores y chivatos. Hay un grupo diferente que es con el cual yo comparto cuando puedo, los que éramos chivateados por los primeros y no colaborábamos mucho o nada por ser políticamente incorrectos en la isla. Puede ser que el primer grupo sea el que particip
ó en el funeral. De los gastos incurridos no opino, pudo ser cubierto por la familia y hasta el hermano gusano de la discusión puso su cuota de plata. Se me olvidó preguntar al portador de aquella noticia si habían sepultado a Oneido junto a los restos de su difunta hijita y la tía querida que viajaron en el portafolio o portacalaveras.


Pasaron dos o tres años de aquella trágica muerte difícil de digerir y una noche me llama Vicente. Fue chofer en la Empresa de Navegación Mambisa y luego se enroló como marinero de cubierta hasta desertar en Montreal. No era mal muchacho y en esos tiempos vivía con una mujer que lo atendía muy bien, pero Vicente no pudo superar un defecto muy grave que tenía, era un consumado alcohólico y aquella buena cubana lo dejó. Su final fue muy triste, murió solo como un homeless más, totalmente abandonado y vencido por las drogas también. Vicente me dijo que en su casa estaba el Jefe de Máquinas Calixto Piedras y unos minutos más tarde me encontraría con él. Calixto y yo navegamos juntos en el buque “Casablanca” y mantuvimos buenas relaciones de trabajo y personal. Lo invité a que fuera por mi casa y nunca lo hizo y luego de lo que me contara y narré en la vieja historia, me alegro de que así haya sido, tampoco confiaba en él. 


Me dijo Calixto aquella noche que el ministro de transporte, muy conocido en la flota y de apellido Romay, alias “El Conejo”, le había dicho que los restos de Oneido habían sido trasladados a Cuba por gestiones realizadas por el gobierno cubano. ¿Imaginan el costo de los trámites de exhumación y traslado de los restos a la isla? Bueno, esto apesta muy feo, ¿Cuándo y por qué, el gobierno se tomaría la molestia de repatriar los restos de un simple oficial de la marina que desertó? Al escuchar esas palabras pronunciadas por Calixto Piedras, no que las oyera de otra persona, mis dudas aumentaron. Claro que el caso de Oneido estaba saturado de misterios y apestaba demasiado.


Cabe la posibilidad de que haya fallecido realmente en el intento por penetrar a territorio de sus enemigos, solo que su muerte fue acompañada de un surrealismo horrible y no comprendo la finalidad perseguida con esa acción ni el origen. Es cierto, pudo haber muerto en la frontera y a partir de ese territorio naciera otra persona. No sé, tal vez allí nació otro “Julito El Pescador” o “David”. ¡Vayan ustedes a saber!







Esteban Casañas Lostal.
Montreal..Canadá
2018-05-04


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Ciudad de Montreal y su rio San Lorenzo.


MISA POR UN VIVO


Si Dios me diera suficiente salud y tiempo para escribir lo vivido, si pudiera, creo que no confío mucho en su voluntad y me apresuro, brinco páginas de mi vida tratando de atraparlas todas en una. Si me diera tiempo para llegar hasta Montreal, hay tanto que contar del pasado, no me puedo confiar, hoy debo saltar y romper aquella extraña armonía, mi máquina del tiempo falla.


Si Dios me concediera la oportunidad de poder identificar a los amigos, si pudiera, creo que no confío mucho en su voluntad y todo se confunde, se mezclan en una rara danza amigos y enemigos. Comienzo a confundir, y el frío no resulta cruel, y no me llama tanto la atención un mango, debo apurarme entonces, ¿Dios? ¡Por Dios!


Había bastante nieve, aunque el invierno no fuera crudo, ya dejan de serlo tanto y a la mitad del camino de temperaturas nuestras me desnudo. Pero había frío, no tanto para mí, y el panorama era blanco, aburrido, de esa blancura que llega a cansar. Tiempos en los cuales se evita la calle, deprimen esos crepúsculos a las cuatro de la tarde. En el techo de mi pequeño patio unas palomas anidan, abro la ventanita después de rociarla con agua hirviendo para desbloquearla. Ellas me conocen y no se asustan, saben que les dejaré unas migajas de pan y sobrevivirán como yo. Luego, cuando el hielo se derrita, volverán las acostumbradas broncas por un nido, huevos de más, picotazos, la vida continuará.


Vivo un poco alejado de la realidad, la experiencia me ha obligado, no solo escucho, estudio cada palabra, analizo cada movimiento con felina calma, permanezco casi siempre al acecho, me defiendo. Ese día estaba solo, ella había partido a su escuela, se estaba alfabetizando. Aunque estuviera allí era muy tranquila, solo rompía esa letanía nuestros pensamientos, ella vagando por su tierra y yo por la mía, pensaba tal vez en sus hijos, yo en los míos. Ella hundida en Moca y yo en La Habana, tierras parecidas, diferenciadas por el culantro, pienso. Coincidíamos a la hora de cambiar un casete, ella una bachata, yo un son. Sonó el teléfono y reaccioné, me llego hasta el chismoso y aparece número desconocido.


-¡Aló! Fue parca mi salida, contesté de milagro, ya no lo hacía con números extraños.

-¡Oye mi hermano! ¿Sabes quién acaba de quedarse? Fue una voz conocida.

-No tengo idea, ya nada me sorprende, cualquier día me dicen que se quedó Raúl Castro. Contesté sin interesarme por el tema, me sentía defraudado.

-¡Coño viejo, no me dispares con esa!

-¿Qué quieres que te diga? Ya no siento asombro por nada.

-Bueno, te siento un poco desanimado, pero si te sirve de algo te lo digo, se quedó Julito.

-¿Julito el pescador?

-¡No jodas, compadre! Parece que ves fantasmas por donde quiera.

-¿Tú crees?

-No sé, me da esa impresión.

-¿A cuál Julito te refieres? Hay tantos.

-Uno que fue subordinado tuyo como Segundo Oficial.

-¿En cuál barco?

-Te está fallando la memoria, refresca, estuvo primero en el Casablanca y luego en el Bahía de Cienfuegos.

-¡Ya caí! Ese fue alumno de mi socio Ríos en la promoción XVII.

-El mismo que viste y calza, ese mismo.

-¿Y dónde se encuentra?

-En casa de Manuel, ¿vas a ir a verlo?

-Bueno, dentro de una hora puedo estar allí.

-Okey, nos vemos allí dentro de una hora. Ambos colgamos simultáneamente y comencé a vestirme en medio de una invasión de pensamientos extraños. No confiaba ni en Julito, ni en Juan, no confiaba en nadie, pero nunca me ha gustado demostrar temor ante nada.


No había nadie más que ellos dos en el apartamento de Manuel y el saludo fue efusivo, pero carente de esa sinceridad que sobrepasa a cualquier presentación, no hubo química en ese encuentro. Yo había llegado con una caja de doce cervezas y brindamos por su decisión. Pocos minutos después me mostraba algunos documentos existentes en su portafolio, se destacaban certificado de nacimiento, propiedad de la casa y el título de Capitán traducido al inglés. Luego pasó a relatarme todo el proceso para llevarlo hasta ese idioma y su costo. Me mostró también el nuevo certificado de la OMI (Organización Marítima Intergubernamental) Le dije que el mío ya se encontraba vencido. 





Buque escuela "José Martí"


Poco rato después llegó Juanito con otra caja de doce cervezas. El tiempo transcurrió entre recuerdos de millas y días navegados juntos, perdido entre nombres y personajes de la flota conocidos por nosotros, salió a flote el nombre de un Capitán que años posteriores mantuvo buenas comunicaciones conmigo. Se perdieron repentinamente y el tipo me aparece de nuevo en un barco atracado en Cuba, mantenía negociaciones con el régimen de Castro. No dudo que me siga leyendo, lamento que su miedo haya logrado burlar los límites de la cobardía, pero yo no perdí nada, cobarde lo conocí. Julito y Juanito lo mencionaban con mucha admiración y yo me limitaba a observarlos, no puedo negar que yo hablaba y hablaba, soy muy conversador, pero uno muy raro, ese que estudia cada una de tus palabras y movimientos, el que te observa fijamente a los ojos y trata de descubrir una trampa detrás de cada frase, no es paranoia tampoco, se me habían desarrollado las espuelas.


Juanito siempre fue raro, rarísimo diría yo, un tipo con la misma proyección de aquel que había atentado contra mi vida, él se conocía mi historia al dedillo y yo nunca se la había contado. Luego de finalizar la primera docena, Julito me pregunta si yo tenía contactos para cruzarlo la frontera. Las tenía de veras, pero no me daba la gana abrirme de patas tan rápido. Lo alumbro, eso pienso yo, le menciono varios nombres en los cuales no podía confiar por su actitud tan rara, compañeros suyos de promoción, él me escuchaba con mucha atención.


Quedé en pasar al día siguiente por él y así lo hice, una vez en mi apartamento le preparé almuerzo mientras conversábamos. Julito evadía darse un trago y yo no lo obligaba, se mostraba abstemio, algo nuevo para mí. Pensó que yo había olvidado la gran borrachera que agarramos en el bar “Hanabanilla” del hotel Jagua en Cienfuegos, preferí hacerme el desentendido, que creyera el tiempo me había convertido en comemierda. Lo observaba todo, era como si midiera cada paso de la sala al comedor, de allí al baño y la puerta de salida. No paraba de mirar por la ventana con la vista fija en los nombres de cada comercio, yo fingía que su actitud era normal, no dejaba de serlo para un recién llegado, pero en sumo exagerado.


Al día siguiente paso por el apartamento de Manuel a verlo, y me lo encuentro con sus ex-compañeros de estudios, ya estaban al corriente de sus intenciones de brincar la frontera, y de poco sirvió las alertas que le diera sobre mis dudas acerca de aquellos extraños personajes. Debo aclararles que no me refiero a desconocidos, hablo de ex –alumnos míos como Julito.


El tiempo iría pasando rápidamente en apariencias, solo que realmente no fue así porque la nieve y el frío se mantuvieron. Decidí apartarme un poco de aquel para mí nada raro personaje, solo existieron dos o tres encuentros informales. Después que me aseguró tener los contactos para cruzar la frontera en varias oportunidades, vino a recalar nuevamente a mí alegando desconfiar en los otros y lo conecté. Delante de mí se pactó precio y fecha de partida, yo no estaría presente.


Varias semanas después de aquel sonado acontecimiento, el socio que lo había sacado llegó a mí protestando. Me dijo que Juanito estuvo con una cámara de video filmándole todo el carro y el número de la placa, que estuvo a punto de renunciar, pero que el tipo le dijo que era solamente una medida de seguridad para garantizarle la vida a Julito. Después de aquella aventura no aceptó a otro cubano y razones le sobraban, me habló bajo constantes protestas de los años que llevaba pasando ilegales a través de la frontera y yo lo comprendía.


Tal parece que aquella historia acabaría con la salida de Julito y no fue así, allí era donde comenzaba. Su barco se demoró en puerto más del tiempo planificado para la carga y muchos de los tripulantes mantenían estrechas relaciones con ex–miembros de la flota mercante cubana que habían desertado en Montreal. Fue así como nos llegó la noticia del trágico final de Julito en su paso por la frontera. No sé si me explico, la noticia fue difundida por los marinos de su barco entre nuestra gente, pero es mejor que lean ustedes esa fantástica versión, yo me cagué.


Pues el carro del socio lo llevó hasta el punto pactado y le dio las orientaciones acostumbradas; Tú arrancas por aquí, doblas aquí, paras allí, te llegas hasta tal cafetería y si te para la policía pides refugio, ya estás en territorio americano y no te devuelven a Canadá. Bien, la versión dada por los marinos del barco cubano fue la siguiente; Julito al parecer siguió las instrucciones del cuban coyote, pero, en su trayectoria por aquellos campos minados de nieve, le sobrevino un ataque de falta de aire y salió hasta la carretera por donde transitaban los autos que llegaban del punto de control de la frontera. Uno de aquellos autos lo ve vomitando y llamó con su celular a la policía, pero cuando aquella arribó al lugar descrito había sido muy tarde, Julito era cadáver. Bueno, hasta aquí todo puede ser posible, pero es sumamente raro que con lo sensacionalista que es la prensa en estos países, aquella noticia no fue difundida por ningún medio, por ninguno.



Motonave "Casablanca".

La cosa no para ahí, los tripulantes del barco se encargan de aumentar la fantasía de aquella muerte, la adornan con argumentos tenebrosos que rompen el marco de cualquier credibilidad. Dijeron, y a mí no me crean, que Julito había desertado con su portafolios (hasta aquí es cierto porque yo lo vi con estos ojos), pero agregan lo que rompe y tira por tierra algo que bien pudo ser real con toda la sencillez del mundo. Manifestaron ellos que, Julito llevaba en aquel portafolio los restos de su hijita, quien había fallecido años atrás en una epidemia de dengue en Cuba, razón por la que estuvo rebajado de servicio en la marina con síntomas de esquizofrenia por varios años. ¿Creen que aquí acaba todo? ¡Pues, no! En el mismo portafolio llevaba ropita de la niña y un par de zapaticos. ¿No creen que con tal hallazgo, esa noticia hubiera recorrido medio mundo? Claro que sí, y peor aun cuando se trataba de un Primer Oficial de la marina mercante cubana, no me cabe la menor duda. ¿Creen que eso era todo? Pues se equivocan, para agravar aún más la situación del muerto, meten en el mismo portafolio la osamenta de su difunta tía, los documentos antes mencionados y unos dos mil dólares. Para qué contarles, no hay nada más sencillo que hacer el papel de comemierda.


Un día después de aquella trágica y escalofriante noticia, un momento, no puedo continuar sin decirles que el portafolio era bastante estrecho. Apto solamente para una cantidad limitada de papeles, pero sin capacidad para transportar toda esa cantidad de huesos y menos aún sus cráneos. Pues al día siguiente recibo la llamada de Juanito, muy conmovedora y sentimental, le tuve que soportar toda aquella arenga acerca de nuestro mártir y pactamos un encuentro en casa de Manuel.


Llegué mucho antes que él y me puse a analizar todo el caso de Julito, llegó el chofer que lo había llevado hasta la frontera y me explicó todo lo expresado con anterioridad. Se marchó temprano el hombre y estaba preocupado por cualquier complicación, logré tranquilizarlo un poco, no existían testigos, solo las filmaciones de Juanito. El socio me dijo que si surgía alguna maraña se lo iba a fumar hasta el cabo, no pasó nada afortunadamente, era indudable que no sucediera. Le pedí el número de teléfono de la madre de Julito en Miami y me lo anotó en una tarjetita. Salimos de allí hasta la iglesia de Guadalupe en la calle Ontario, Juanito pagó una misa por su socio para el día siguiente. Al llegar a mi apartamento llamé al teléfono de la supuesta madre de Julito en Miami y le di mi pésame a una voz muy juvenil. Me dijo ella que su hijo había recibido todos los honores por parte de muchos compañeros de la marina y que lo habían vestido con un uniforme de oficial, casi me conmovió. Dejé la tarjetita encima de la mesita del teléfono, ya había cumplido su misión y el número estaba salvado en la memoria de mi teléfono. 


Llamé a un pariente mío en USA y le pedí que averiguara con los servicios de Inmigración, Aduanas y fronteras del estado de Vermont sobre aquel extravagante acontecimiento, es de suponer que brindé fecha y nombre del supuesto difunto. ¡Nada caballeros! El muerto no aparecía por ningún lado, pero eso no fue todo tampoco. En Miami mandé a averiguar sobre su sepultura en el cementerio Caballero Woodland, no se logró información alguna. El tipo no apareció por ningún lado, ni allí se ofrecieron a brindar muchos detalles tampoco.


Al día siguiente pasé por casa de Manuel a esperar a Juanito para asistir a la misa pagada por el alma de Julito. Manuel me ofreció una película porno y la guardé en el bolsillo interior del abrigo. Fue un pecado entrar a la misa por el alma perdida de aquel camarada con una película porno, pero no tenía intenciones de regresar a su casa nuevamente y estaba convencido de que asistiría a una misa por un vivo.


Dos o tres días después de la misa, Juanito me dijo que pasaría por la casa a conversar un rato. Debo confesar que no me agradaba para nada su compañía, pero le dije que estaría en casa y se apareció. Era un tipo escurridizo como todos ellos, muy interesado en tus actividades, pero nadie conocía su verdadero paradero. Cuando regresé de colar café noté la ausencia de la tarjetita con el número telefónico anotado, no me preocupó mucho aquella acción. Cuando llegó el bill del teléfono llamé nuevamente a la supuesta madre de Julito y el teléfono estaba desconectado, ya conocía esta táctica también.


Juanito desapareció de la misma manera que Julito, la dominicana que vivía conmigo se mantenía muy asustada, ella conocía parte de mi historia. El momento de nuestra separación llegó y lo hicimos como amigos, mi familia ya estaba en camino. Pasaron varios años y lo había olvidado casi todo, pero un día me llamó un cubano que vivía a media cuadra de mi apartamento.


-Oye Esteban, ¿sabes quién está aquí?

-¿Crees que soy mago o brujo?

-Ni te lo imaginas, voy a ponértelo al teléfono.

-¡Dime fiera! ¿Qué es de tu vida? La voz me sonó conocida.

-¡Compadre! ¿Quién me habla?

-Ni te imaginas. ¿Te acuerdas del Casablanca?

-Por supuesto.

-Llégate hasta casa de Braulio, voy a estar un rato por aquí.

-Estoy allí en 10 minutos.

Hacía años que no lo veía, fuimos socios en aquel barco, vivíamos en Alamar, yo conocía a su esposa y él a la mía. Le expliqué que solo vivía a unos metros de allí y no tuvo intenciones de pasar por mi casa, no insistí tampoco, no me interesaban las relaciones con cubanos de la isla, para qué mentirles. Estuvimos conversando durante bastante rato, Carlos andaba acompañado de unos gallos que estaban metidos en el negocio de la droga. Caímos en el personaje muerto tan dramáticamente en la frontera, él lo conocía tan bien como yo.

-Si supieras, un día estaba yo compartiendo con el chofer del Ministro, ¿te acuerdas de Romay?

-¡Claro compadre!

-Pues el tipo llama al chofer para que fuera a buscarlo para ir hasta casa de Julito, ese día llegaban sus restos a Cuba, el gobierno había negociado la extradición de sus restos.

-¡No me digas! ¡Qué interesante! ¡Hasta me erizo de oír eso!


El tipo se dio cuenta que lo estaba vacilando, el buque partió y nunca fue por mi casa. Sabe Dios como se deba llamar ahora Julito, cada vez que voy a Miami no ceso de mirarle el rostro a la gente en los mercados. 










Esteban Casañas Lostal 
Montreal.. Canadá. 
2004-05-15



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LA MISTERIOSA MUERTE DE MANUEL ONEIDO RÍOS CASAS.

 (MISTERIOS ADHERIDOS)



Hará unas dos semanas que noté un incremento en las visitas a mi blog y en especial a un tema que escribí en el año 2004, muy próximo a cumplir los veinte años de existencia. Me llamó la atención, aunque no me sorprendió, sucede con relativa frecuencia. Todo el que posee un blog, sabe perfectamente que cuenta con las herramientas necesarias para saber cuántas visitas recibe un tema y desde cuál país te leen entre otras curiosidades. Luego recordé que mi amigo Eduardo Ríos Pérez, había comentado algo relacionado con ese tema por tratarse de un exalumno suyo. Me dijo haberlo publicado en un grupo de WhatsApp, donde participan antiguos estudiantes de la Promoción XVII, algunas preguntas sobre la “misteriosa” muerte de Manuel Oneido Ríos Casas. Me envió de paso algunas respuestas que recibió y aquella situación solo logró despertar mi curiosidad. Después de transcurridos casi veinte años de escrito el tema sobre aquella intrigante muerte, los aportes solo han logrado arrojarle un poco mas de misterio. Hay quien se aventuró y llegó un poco más lejos, me escribió como amigo íntimo de Oneido y bien vale la pena detenerse a estudiar su mensaje. Por la longitud de los puntos a tratar, los iré abordando, otorgándoles un orden numérico para que no se vayan a extraviar en el camino. Les deseo buena suerte en esta singladura a través del tiempo y quizás solapada manipulación.

 

1.- Sería muy saludable comenzar esta exposición ofreciendo la fecha actual, hoy es el 6 de Agosto del año 2023. La fecha en la que fuera escrita la primera versión sobre la muerte de Manuel Oneido Ríos Casas y titulada “MISA POR UN VIVO”, fue 2004-05-15. El tema volvió a ser tratado con fecha 2018-05-04 con el título de; “LA MISTERIOSA MUERTE DE MANUEL ONEIDO RIOS CASAS”. Como pueden observar, habían transcurrido casi exactamente catorce años entre una y otra versión. En la segunda me atreví a publicar nombres verdaderos, no tenía sentido conservar los seudónimos de personas que habían fallecido y estuvieron vinculados a este caso. A esta tercera versión o incursión en el drama de Oneido yo la titularía; “LA MISTERIOSA MUERTE DE MANUEL ONEIDO RIOS CASAS” (MISTERIOS ADHERIDOS) Tengan presente que la distancia entre la fecha de hoy y la de la primera versión es de 19 años, 02 meses y 21 días. (Pueden sacar cuentas si existiera duda alguna)

 

2.- Transcurridos 19 años, 02 meses y 21 días de la primera versión escrita sobre la muerte de Oneido, aparece el primer “misterio adherido”. Yo había escrito la versión circulada en su tiempo y con origen entre la tripulación del buque “Caribbean Princess” del cual desertara Oneido. Ellos decían que el difunto transportaba los “restos” de su hijita y para brindar algo mas de dramatismo, metieron en el mismo portafolio o portacadáveres los huesos de su tía. Pues con esta diferencia de tiempo aparece la manifestación -por primera vez- de que eran las cenizas de su hijita y tía: “Ríos(Nota dirigida a mi amigo Eduardo Ríos), del caso de Oneido Ríos yo lo viví personalmente. Cuando se quedó en Montreal, él fue para casa de Víctor Urquiola de la 16, allí nos vimos y estuvimos hablando de lo que iba a hacer y no quiso que lo supiera mucha gente. Estaba muy nervioso, “creo” que llevaba las cenizas de su hija, no estoy seguro… Juan Sariol


Debo manifestar que confío en Sariol desde hace muchos años, fue alumno mío en la Academia Naval del Mariel y tenemos contactos fluidos, aunque se mudara a Miami. ¡Fíjense que el manifiesta “creer”! En ningún momento asegura haber visto las mencionadas cenizas. Pero bueno, despejemos X para satisfacer la curiosidad de unos cuantos en este teorema o ecuación humana.


Todo está muy duro de roer y algunos podrán quedar suspensos cuando traten de despejar a X. “Osease”, Oneido sobornó en Cuba a sepultureros para exhumar los restos de su hijita y la querida tía. Es muy posible que eso sucediera en un país donde la “miseria y corrupción” tocara todas las puertas de su población. ¿Y después? Pues sobornó también a la aduana y pasó las osamentas para el barco, todo es posible en Cuba. Yo considero que el paraguas se le traba a cualquier versión posterior en el hecho de que yo vi el contenido de aquel portafolios transformado en portahuesos. Muy sencillo, aquel portahuesos no tenía suficiente capacidad para albergar a dos restos humanos, la batica, los zapaticos de su hijita, todos los documentos que me mostró, más los $2000.00 dólares. “La Habana no aguantaba más” y aquí los dejo.

 

3.- Les tengo una mala noticia a los que se afiliaron a la teoría de las cenizas, pues resulta que en Cuba no se practicó la cremación de cadáveres hasta el año 2006 que se hizo por primera vez en el cementerio de Guanabacoa. Aquí les dejo el link con la noticia que destruye cualquier intento por desmentir la versión original: 

https://www.ipscuba.net/sociedad/la-cremacion-gana-aceptacion-en-cuba/

Desde 2006, la Dirección Provincial de Servicios Necrológicos de La Habana comenzó a brindar el servicio de cremación con la puesta en marcha de un horno en el Cementerio Nuevo de Guanabacoa. Fin

 

4.- Hay un dato que les dejo de tarea y es el siguiente; ¿Por qué el Jefe de Máquinas llamado Calixto René Piedras me manifiesta que el Ministro de Transporte de aquellos años de apellido Romay (Alias el Conejo), había mandado a una persona a Miami para exhumar los restos de Manuel Oneido Ríos Casas y repatriarlos a Cuba? ¿Cómo es posible que el régimen cubano incurra en tan altos costos para repatriar a un supuesto desertor, gusano y “traidor a la patria”? Este dato pertenece al año 1995-96 y lo afirmo porque ya mi esposa e hija se encontraban viviendo conmigo en Montreal cuando Calixto visitó esta ciudad.

 

5.- Bueno, he reservado para el final una no menos importante parte de toda esta tragedia. Como podrán observar, me contactó un íntimo amigo de Oneido, quien supuestamente vive en la Polinesia, como yo vivo en las islas Seychelles y la hermana de Oneido (única sobreviviente) vive en las islas Fiji. ¡Vamos, traté de hacerme el comemierda y el tipo se dio cuenta! Les ofrezco su primer mensaje y de paso les brindo el link de su muro en Facebook:

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Hola esteban de casualidad busque un articulo de un amigo de la infancia manuel oneido rios casas escrito por usted yo me fuy de cuba hacia los estado unidos en el 74 el balsa claro lei todo su articulo le cuento que el hermano de manuel se llamaba hector y la mas chica veronica la muerte de manuel fue asi como se la contaron no habia misterio alguno estube en su funeral toda su familia salio de cuba puesto que su padre era preso politico plantado y ellos en miami me cometaron las ganas de k manolito se reuniera con ellos su madre sufrio mucho hasta k un dia hector recibio una llamada k yo estube presente por casualidad  de manolito diciendo k habia desertado de cuba aquello fue una locura hector despues de dias antes haber tenido un atercado lo cual usted relata que se insultaron nello su padre partio hacia canada con hector para recogerlo el cual por nervios  y otra k la autopsia encontraron el colesterol muy slto y sufrio un infarto fulminate y lo otro las cenisas de su hija y las de la tia que lo crio fue verdad yo vi los restos el quedo destruido por la muerte de esa niña fue terrible para todos su partida  del grupo de muchachos de donde viviamos en el barrio de colon para ser mas exacto crespo 72 el se mudo para otra parte pero no tuve mas contacto con el por años peto si con sus padres y hermamos todos fallecieron meno veronica la mas chica ella vive alla en miami un gusto saludos…

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¡Uyyyyyy! ¡Coño, como hay tela para cortar en este primer mensaje! ¡Vamos a ver!;

a).- Hola esteban de casualidad busque un articulo de un amigo de la infancia manuel oneido rios casas escrito por usted.

b).- la muerte de manuel fue asi como se la contaron no habia misterio alguno estube en su funeral

c).- un dia hector recibio una llamada k yo estube presente por casualidad  de manolito diciendo k habia desertado de cuba aquello fue una locura hector despues de dias antes haber tenido un atercado lo cual usted relata que se insultaron

d).- nello su padre partio hacia canada con hector para recogerlo

e).- y lo otro las cenisas de su hija y las de la tia que lo crio fue verdad yo vi los restos el quedo destruido por la muerte de esa niña

f).- fue terrible para todos su partida  del grupo de muchachos de donde viviamos en el barrio de colon para ser mas exacto crespo 72 el se mudo para otra parte pero no tuve mas contacto con el por años peto si con sus padres y hermamos todos fallecieron meno veronica…

 

¡Coño, no sé ni por dónde carajo empezar!

a).- Nadie comienza a buscar nada de “casualidad”.

b).- ¡Que bueno, estuvo en su funeral y no había “misterio” en su muerte, luego le haré unas preguntas!

c).- Que casualidad o coincidencia, él se encontraba presente cuando Oneido discutió con su hermano en Miami por teléfono y yo en Montreal junto a Oneido.

d).- En ningún momento el padre y el hermano de Oneido estuvieron en Canada, yo estuve con él la noche anterior a su partida.

e).- Este amigo vio las cenizas de su hija y tía, las vio cuando aun en Cuba no se cremaban a personas.

f) Que curioso, no tuvo mas contactos con él después que Oneido se mudó y sabía de su estado emocional cuando falleció su hija.

 

6.- En este punto voy a dejarles otra tareíta interesante y es la siguiente: Exprese como llegó hasta ustedes la noticia de que desde un auto vieron a Oneido vomitando junto a la carretera y el chofer avisó a la policía, quienes llegaron un tiempo mas tarde sin especificar y encontraron su cadáver.

a).- El chofer del auto lo publicó en la prensa de Montreal.

b).- El chofer lo declaró en el noticiero de ese día por la radio.

c).- El chofer lo declaró en el noticiero de ese día por la televisión.

e).- El chofer dedujo que era marino mercante cubano y fue a dar la noticia en el barco "Caribbean Princess".

f).- El chofer era un agente de la inteligencia cubana y lo comunicó en el consulado existente en Montreal.

 

7.- Creo que tan interesante nota enviada por el señor Jose Miguel merecían una adecuada respuesta y nada mejor -en estos casos- cuando detectas algunas mentirillas, que hacer el papel de idiota. Esta fue mi respuesta: 


Hola Jose Miguel.-

Disculpa la demora en responder, pero he estado algo ocupado. Muchas gracias por escribirme referente a ese buen amigo llamado Manuel Oneido Ríos Casas. Él fue alumno de otro amigo mío en una promoción de la Academia Naval del Mariel donde también fui profesor. Años más tarde fue subordinado mío a bordo del buque “Bahía de Cienfuegos” y mantuvimos excelentes relaciones, puedo afirmar que era un buen muchacho y luego buen hombre.

Hace muchos años que escribí ese trabajo relacionado con su “misteriosa” muerte y en él traté de plasmar todos los comentarios u opiniones que existieron al respecto. No hay nada inventado en su contenido o fantasía creada por mi mente, así ocurrió y se comentó en aquellas fechas. Luego y durante muchos años, he estado recibiendo varias opiniones o criterios derivadas de esos comentarios, nada confiables para rectificar o editar aquel trabajo. Ya sabes cómo somos los cubanos a la hora de hacernos eco de cualquier noticia y en mi modesta opinión todas pertenecen al campo de la especulación. No existe una nota seria que demuestre nada, hasta hoy que recibo este escrito tuyo.

Hace mucho tiempo que deseo escribir sobre su muerte con algo de peso que borre todo tipo de dudas y le rinda un merecido homenaje a este buen amigo. Yo considero que tu versión es la que más se acerca a la realidad y en la que puedo confiar por tratarse de un amigo cercano de Manuel y su familia. Como estuviste en su funeral, me gustaría saber algunos detalles para incluirlos en el escrito mencionado, creo que le brindaría más realismo y veracidad. Por ejemplo; Cuéntame cómo fue la ceremonia fúnebre que le brindaron, cual fue la funeraria donde lo velaron y en cual cementerio se encuentra Manuel sepultado. No te pido que menciones si asistieron marinos a su última velada y sus nombres, porque sería abusar demasiado de la memoria. En fin, espero me puedas ayudar en este nuevo propósito para rescatar a nuestro amigo común del olvido y te lo agradeceré. Cuando vaya por Miami este fin de año te pasaré unas notas por esta vía para encontrarnos y tomarnos un café.

 

Un saludo..

Esteban Casañas Lostal

 

8.- Hola esteban te cuento yo hace 22 sños vivo en la polinesia peti hablare con veronica su hermsna chica y te enviare la verdadera historia nombres creo k sera dificil por la cantidad de años y yo no conoci a sus amigos marinos puesto k yo me fuy años antes saludos

 

9.- Hola estaban hsble con la hermana y me conto que despues de unos años lo cremaron y lo msndaron hacia ciego de avila especifico en moron el la bobeda de la familia y es ese espacio en miami sepultaron a su mama todo lo k me conto y no recuerda ningunos de sus compañero imaginate hace mas de 20 años un saludo y un gusto chat con usted.

 

9a.- Era de esperar que reaccionara de esa manera, no colaboró respondiendo las preguntas que le hice en mi nota. Omitió el nombre de la funeraria donde supuestamente habían velado a Oneido y en cual de los cementerios de Miami se encontraba sepultado. Luego, se desvía y me ofrece unos datos que le aportó la hermana de Oneido (según él) y en ese punto debemos detenernos. Si él me hubiera ofrecido los nombres de la funeraria y el cementerio, nuestra búsqueda hubiera sido muy sencilla de realizar, todo es posible en Miami. Sin embargo, me ofrece otros datos que pueden conducirnos hacia una trampa. Si yo cometiera la imprudencia de solicitarle a cualquier amigo en Cuba que realice investigaciones en el cementerio de Morón, pueden estar convencidos de que esa persona correría el riesgo de ser detenida y acusada de pertenecer a la CIA.


9b.- Si supuestamente toda la familia de Oneido se encontraba en Miami, ¿por cuál razón enviaron sus restos para Cuba? ¿Qué sentido tenía cremar la osamenta de Oneido para depositarla en el supuesto panteón familiar de Morón? ¿No pudieron incinerarlo y dejarlo descansar junto a su madre en el mismo panteón de Miami? Y por último, la pregunta de los veinte mil pesos; ¿Cuáles vínculos relacionan el supuesto traslado de los restos de Oneido a la exhumación anunciada por Calixto Piedra por el año 95-96? Si hubiera sido real -que en mi opinión no lo es- estaríamos refiriéndonos a un Julito el Pescador que nació el día de la supuesta muerte de Oneido en la frontera. No existe otra explicación o justificación. Observen además que ya no se mencionan las cenizas de la hijita y la tía de Oneido, parece que después de tanto viajar decidieron darle reposo eterno.

 

10.- Este ha sido el último mensaje recibido del supuesto amigo de Manuel Oneido Ríos Casas, no creo que valga la pena continuar gastando mi tiempo, ya supe lo que quería saber:


hola esteban tqmbien queria contarte bueno mejor saber de otro de sua disipulos que tambien era muy amigo mio y de manuel oneido el se llamaba ricardo hazas triana lo k escuche fue k el salto ai mar es solo lo k se el era mi mejor amigo de la niñez un abrazo

 

Aquí tienen el link del Polinesio:

https://www.facebook.com/profile.php?id=1200445438

 

El mío no hace falta publicarlo, ustedes saben que vivo en las islas Seychelles y me tienen casi a diario por acá.

 

La muerte de Manuel Oneido Rios Casas es ahora mucho más misteriosa que hace 19 años, 02 meses y 21 días.




 

Esteban Casañas Lostal.

Montreal..Canadá

2023-08-06

 

 

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