lunes, 11 de diciembre de 2017

UN POLACO EN LA HABANA


UN POLACO EN LA HABANA


Motonave "Bahía de Cienfuegos", escenario de esta historia.

El Mate's Receipt es una constancia de que la mercancía ha sido recibida a bordo, es un documento que debe ser firmado por el Primer Oficial y donde entre otras cosas, se señalan las condiciones en las que fueron embarcadas. Ningún embarcador o propietario de la carga deseaba que en ese Mate's Receipt apareciera señalamiento alguno, se trataba del documento que el Capitán tomaba como base a la hora de firmar el Bill of Lading (Conocimiento de Embarque). Viendo la cantidad de averías detectadas en el cargamento, lo podía firmar “limpio o sucio”. Un Bill of Lading sucio podía provocar contratiempos a la hora del pago por esas mercancías, pero no deseo complicarlos en los términos técnicos que intervienen en la transportación marítima. 


Como llevo tanto tiempo alejado de este mundo marítimo, desconozco si ese documento mantiene vigencia, si les puedo asegurar que en mi época de marino era sumamente importante y la oficialidad se tomaba con mucha responsabilidad su trabajo. Poco después todo se fue relajando esa actitud y a la gente no le importaba mucho el tema, unos actuaban así por incompetencia, indolencia, indiferencia, etc. Lo cierto es que los usos y costumbres eran muy variados en el mundo. Unos asumían esa labor con seriedad y responsabilidad, tal era el caso de países como Japón, Holanda, Bélgica y otros. Solo bastaba que le dijeras al jefe de la carga que mancharías el Mate's Receipt por cualquier avería y enseguida se movilizaban para sustituir la carga o reparar el daño provocado por los estibadores. No procedían de esa manera en ninguno de los puertos del desaparecido “Campo Socialista” y todo se traducía en dolores de cabeza.


-¡Mande a colocar trincas en estos puntos de los camiones! Le dije una vez a un “Surveyor” en Polonia.


-No es necesario, yo le extiendo un certificado y asunto concluido, aquí el Surveyor soy yo. Me lo dijo en mala forma y me trató como si estuviera dirigiéndose a un indio.


-Usted ordena que pongan esos refuerzos donde le estoy diciendo, será muy Surveyor, pero el Primer Oficial de este barco soy yo. ¿Sabe una cosa? Cuando yo agarre una tormenta navegando, me voy a limpiar el culo con su certificado por muy firmado que se encuentre por usted. El tipo se puso mas rojo que yo y poco me importó, se trataba de camiones Tatra muy pesados y nos encontrábamos en pleno invierno.



Durante las operaciones de carga en el interior de las bodegas, uno de los tripulantes me alerta que estaban canibaleando a los autos “Fiat” (polaquitos) ya embarcados. Esa noche y las siguientes, una vez finalizadas las operaciones de carga, yo bajaba a las bodegas con ese marino y fuimos abriendo uno a uno todos los autos para anotar los hurtos que detectábamos. Anotaba su situación dentro de la bodega, numero de contrato y las anomalías detectadas. En términos generales se detectaron robos de baterías, dinamos, motores de arranque, etc. Artículos casi imposibles de robar en los puertos de Cuba por sus dificultades para sacarlos al exterior debido a los férreos controles aduaneros. Sin embargo, yo sabia que una vez en la isla también se producirían robos, solo que de objetos de menor tamaño y valor que podían esconder dentro de la ropa. Una vez concluida aquella inspección, redacté un acta de averías en inglés y la mantuve en mi oficina hasta la hora de firmar el Mate's Receipt. 


Como era de suponer y conocía por las experiencias de la isla, tanto el Surveyor, tajadores, inspectores de averías y jefes de la carga respondían a un solo mando. Una vez finalizada la carga coloqué mi acta de averías entre todos los documentos que me trajeron a firmar y como el polaco no sabia nada de ingles o tal vez muy poco, firmó sin contratiempo los papeles que el supuesto indio le pusiera en las manos. Una vez en la isla le di una copia de esas actas al Jefe de los Inspectores de Averías y le dije que solo firmaría las que se encontraran en esa relación. Debo aclarar que yo no estaba obligado a inspeccionar el interior de los autos y menos aun sus motores. Nosotros solo debíamos inspeccionar el estado exterior de cualquier vehículo y firmar como “recibido en buen estado aparente”. Si procedí de esa manera se debió al enojo por el trato recibido, yo no me consideraba un indio, aunque en nuestra flota pululaban los incompetentes que se comportaban como tal.


-Primero, hay un representante de la carga que desea pasar a tu camarote. Me informó el guardia de portalón una mañana por teléfono, hacia dos días que habíamos arribado a La Habana luego de vencer un tiempo infernal durante toda la travesía. Diariamente ordenaba revisar y tensar las trincas que sujetaban los camiones que viajaron sobre cubierta y tapas de bodegas. En distintas oportunidades bajé hasta el interior de las bodegas a revisar el estado de los autos que sumaban mas de cien, todos estaban en buenas condiciones.



-Buenos días. Le dije a un individuo de cabellos rubio y visiblemente enojado. El guardia de portalón se mantuvo junto a mi puerta esperando alguna orden.


-Usted y todos sus marineros de su barco son unos ladrones. Aquella ofensa fue expresada en voz alta y creo que el tipo se equivocó. Un violento golpe sanguíneo invadió todo mi rostro y salté del asiento como una fiera.


-Aquí el ladrón es la puta de su madre y se me retira inmediatamente del barco. Yo creo que el tipo no estaba preparado para recibir una respuesta como esa y se puso muy nervioso, lo vi temblar. -¡Guardia de portalón, sácame a este tipo del buque antes de que le de una patada por el culo! El marinero estaba estupefacto y esperó las fracciones de segundos que se demoró el individuo en salir de mi oficina. Yo sabía que debía estar bien preparado para enfrentar los efectos secundarios y ellos no se demoraron mucho en aparecer. 



Transcurrirían solamente treinta minutos, los suficientes para trasladarse desde el muelle de Casablanca hasta la Empresa de Navegación Mambisa.




Motonave "Bahía de Cienfuegos"

-Vamos a ver, motonave Bahía de Cienfuegos, esta es Mambicuba-Habana que te llama. Escuché por el walky-talky que siempre mantenía encendido en el canal 10 del VHF.



-Mambicuba-Habana, por acá el Bahía de Cienfuegos, adelante.



-Cienfuegos póngame con el Primer Oficial.


-Mambicuba, es el que habla, adelante.


-Oye, Primero, creo que te has metido en tremenda candela.


-Quisiera saber las razones.


-El polaco representante de la Fiat ha visitado al director para darle las quejas por maltrato de tu parte.


-Bueno, yo le dije que ladrón era la puta de su madre y que le iba a dar una patada en el culo. ¿Te refieres a eso?


-Si, algo de eso le dijo al director. ¿Qué fue lo que sucedió en realidad?


-Que yo traigo un acta de averías debidamente firmada en Polonia donde se señala todo el robo cometido contra esos vehículos y por tal razón me he negado a firmar documento de reclamación alguna. Yo le entregué esos papeles al Jefe de Averías del muelle donde estamos atracados.



-¡Oká, comprendido! ¿Pero cuáles fueron las razones que dieron origen a la ofensa cruzada?


-Mi hermano, que el tipo, sin comerla ni beberla me llamó ladrón a mi y a toda la tripulación. Le dices al director que yo no le soporto un maltrato o humillación a ningún nacional, menos se lo soportaría a un extranjero. Si otros se las aguantan o celebran, ese no soy yo. Muy sencillo, se agarró el culo con la puerta. Por otro lado, si el director desea asumir el costo de las averías detectadas desde Polonia y que son muchas, dile que me lo comunique por escrito y luego me envíe el relevo. Le dices de paso que yo soy un Primer Oficial en todo el sentido de la palabra y que no fui enrolado en este barco como maricón.


-Tranquilo, voy inmediatamente a conversar con él en su oficina, te llamo en unos minutos.


-Oka, pero por favor, que no envíen nuevamente a ese polaco si desean evitarle la patada en el culo.


-Mantente en stand by.


-Oká, espero respuesta.


-Motonave Bahía de Cienfuegos, aquí Mambicuba-Habana que te llama.


-Adelante, Mambicuba.


-Mira, ya traté el asunto con el director de la empresa y no se va a tomar medidas contigo.


-Oká, comprendido.


-Trata de evitar esos contratiempos.


-Que no manden a ningún comemierda que quiera tratarnos como indios y no sucederá nada. Gracias por la gestión.


-Oká, quedamos libre.


-Libre.


Si aquel cabrón se encuentra vivo, aun debe estarse acordando de mí.









Esteban Casañas Lostal.
Montreal..Canadá
2017-12-11


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