martes, 3 de octubre de 2017

CUANDO ERAMOS NAVEGANTES (4) Navegacion costera


CUANDO ERAMOS NAVEGANTES (4) 
Navegación costera.


Motonave ¨Victoria de Girón" ¨


La navegación costera era más relajante que la oceánica aunque fuera de más actividad, aquellos largos periodos de tiempo en los océanos resultaban agotadores, poco importaba que el mar estuviera calmado. Todo era azul hasta donde se extendía la mirada y aburría, hastiaba. En esta condición se aplican otros métodos de navegación más sencillos que llegan a dominarse de memoria, se guardan las tablas y almanaque, se tiene a mano el libro de faros correspondiente a la zona en cuestión.


Cuando éramos navegantes, el Piloto de Guardia no necesitaba del radar para determinar la posición. Es que en muchos buques estaba prohibido encenderlo sin una razón que lo justificara, niebla, por ejemplo. Eran radares muy viejos de bombillos o válvulas que requerían un periodo de calentamiento, tampoco ofrecían muchas líneas isométricas para determinar la posición, si acaso dos o tres. La mayoría de esos equipos presentaban problemas con la ¨ganancia¨ cuando se recalentaban, eran demasiado trágicos o dramáticos y podían dejarte botado en el momento menos esperado. Casi siempre se dejaba de reserva para las recaladas a la costa, nieblas o puerto de destino solamente. El oficial de guardia debía aplicar todos sus conocimientos y experiencia para determinar la posición del buque que, casi siempre era obtenida en periodos de 15 ó 20 minutos si las condiciones lo permitían. De acuerdo a la intensidad del tráfico, corrientes reinantes o encontrarse navegando en aguas restringidas, esas posiciones se tomaban constantemente.


Cuando éramos verdaderos navegantes no necesitábamos usar el radar para determinar las posiciones o distancia a tierra. Un cronógrafo, una alidada y un sextante eran las herramientas exigidas en estas situaciones. En este campo de la navegación, la reina de los métodos usados para determinar nuestras posiciones era la ¨geometría¨. Se trataba de cálculos tan simples, cuyas formulas se memorizaban con facilidad luego de repetidos usos. Nosotros determinábamos la distancia a tierra teniendo un faro a la vista que fuera conocida su altura, el método era conocido como ¨distancia a tierra por ángulo vertical¨. Bueno, tampoco quiero detenerme en explicaciones técnicas que muchos no comprenderán. Es muy probable que muchos de los nuevos navegantes las estudiaran en sus academias y nunca las aplicaran. En fin, se podía determinar la posición y distancia a tierra con otros métodos muy usados por nosotros como el ¨ángulo horizontal¨, cuatro, ocho y doce cuartas, marcaciones y distancia radar, marcaciones simultaneas, etc. En casos extremos se podía acudir a las líneas isobáticas si se poseía un buen ecosonda. Existieron zocotrocos desde nuestros tiempos que desconocían muchos de esos métodos y tal vez al leer estas líneas o trabajos, piensen que estamos hablando en idioma ruso.


Motonave ¨Topaz Islands ¨

La mayor tensión en el puente podía ocurrir en zonas de tráfico intenso, mencionemos al Canal Inglés por solo citar un ejemplo. Ya he mencionado el régimen de guardias aplicadas en esa zona y el Báltico antes de que fuéramos invadidos por la incompetencia. Una de las navegaciones costeras más atractivas en toda la tierra, es la que corresponde al Mar Egeo de acuerdo con mi opinión muy personal. Por aquellos tiempos quedaban todavía zonas minadas de la Segunda Guerra Mundial, la información se obtenía en un libro titulado Nemedri. Era lógico que se evitara a toda costa penetrar en esas aguas, solo que donde existe el hombre, también pueden aparecer las negligencias y eso sucedió a bordo del buque ¨Renato Guitart¨, ya le he dedicado unas líneas a este tema.


Aunque la navegación costera fuera técnicamente más simple que la oceánica, fue también un terreno muy fértil e incomprendido por aquellos elementos que viajaron como adornos con charreteras en nuestras naves. Ejemplo de esa brutal ignorancia debió abundar en muchas de nuestras naves, solo que muy pocos se atreven a mencionarlo por diferentes razones y el miedo es el principal de todos. Nunca podré olvidar que, por una estupidez de Gabriel Sánchez, Capitán del buque ¨Topaz Islands¨, con el rumbo trazado en demanda del faro Cabo Passero al sureste de Sicilia, fuimos a parar en la isla de Malta. Los detalles de ese caso se encuentran en mi trabajo titulado ¨Los billetes del Chino¨. Otro caso donde sentí mucha vergüenza por las burlas del Practico, ocurrió en la entrada al Canal de Panamá desde el Mar Caribe. Todos los capitanes, desde hace decenas de años, entraban al rompeolas de Colon y fondeaban en el área recomendada por el punto de control. Aquella vez el Capitán Arquímedes Montalbán solicitó los servicios del Practico, quien acudió burlándose de él con toda la razón del mundo. No conforme, este Capitán pretendió solicitar servicios de Prácticos para navegar por el Estrecho de Singapur. Si desistió de ese intento desafortunado, se debió a los consejos que le di y manifestarle que yo había navegado en otras oportunidades por el área. ¡Por supuesto! Aquel consejo iba acompañado de una posible sanción cuando llegara la factura a La Habana.


La presencia de esos individuos que llegaron a Capitán por la fuerza de un dedo o el carnet del partido, tenía un millón de inconvenientes y el principal, saber que estabas subordinado a un animal que podía meter la pata en cualquier instante sometiendo a la nave y tripulación a riesgos innecesario. 


Buque escuela ¨José Martí ¨

No puedo ocultar que tenía su lado positivo para aquel que estuviera subordinado a él, aunque ustedes no lo crean, siempre enrolaban con esos individuos a oficiales muy profesionales, el mismo gobierno sabia de la pata que cojeaban esos animales. ¿Cuál era la parte positiva? Que en situaciones extremas donde ellos no tenían seguridad alguna, delegaban su trabajo en el Primer Oficial. Hablemos de navegaciones con tráfico extremos, áreas donde ellos debían reportar la posición de la nave, rumbo, velocidad y tiempo estimado para arribar al siguiente punto de control, etc. Podía suceder que se solicitara por las autoridades un cambio en la posición de fondeo y ellos, muy preocupados por tu superación te decían: ¨Mira, asume esa responsabilidad para que adquieras experiencia, cambia de fondeadero o, navega por esta área hasta que vaya a embarcar el Practico¨. Esto no sucedió una, dos o tres veces, fue muy frecuente cuando se navegaba con esos anormales. Ya desde entonces habíamos dejado de ser buenos navegantes y los capitanes se transformaron en simples camioneros. ¡Claro! Los que nunca se dieron a respetar.








Esteban Casañas Lostal.

Montreal..Canadá.
2017-10-03


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