martes, 2 de abril de 2024

ESTA TIERRA TAMBIÉN ES MÍA Singladura Nr.18



 

ESTA TIERRA TAMBIÉN ES MÍA

Singladura Nr.18


Miami Beach en el año 1965


¡Miami, Mayami, Mai-ama! Llámele usted por los usos de sus nombres que más guste, "esta es Cuba, Chaguito." Ya lo dijo el criollo. Esto fue parte de Cuba, no muchos lo saben, pero los ingleses chantajearon a los españoles y se la quitaron en un cambio que no era tal. Era “La Pérfida Albión” en sus eternas marchas por el mundo de las conquistas mediante el chantaje, los piratas y la trampa. Pero fue así y hoy es una ciudad distinta, ajena y propia a la vez, nuestra y no tanto, paraíso de turismo, belleza, capital e inmigrantes ilegales que son una carga pública demasiado pesadas para el trabajador residente a cambio de muy poco. Deje usted que los corazones solitarios de convenientes arreglos le prediquen otras cosas.

 

Pero el Miami de hoy no es el Miami que muchos conocimos hace más de sesenta años, cuatro casuchas, muchos pantanos y tres meses al año de vida. Tampoco es el Miami de muchos que solo van de paso y consideran que solo es el centro del Down Town y la Pequeña Habana. No, lo que hoy desde afuera se conoce como Miami, es un conjunto floreciente de 35 ciudades grandes, medianas y pequeñas que se distinguen las más por sus propias características especiales. Solo que, si usted no conoce a Miami y camina u opera un auto por las calles, es difícil que se entere que está dentro de otra ciudad totalmente distinta, con sus propias leyes y policías y cuarteles de bomberos.

 

Y también que, a pesar de que no existe la separación legal de etnias ni de nadie, si es cierto que por sentidos de familiaridad reinan muchos núcleos de nacionalidades mayoritariamente afines. Miami así, es a veces, cubana, colombiana, haitiana, afroamericana y otras muchas más. Hay para todos los gustos. Y a todo ese conjunto de ciudades se le llama Miami, más por hábito que por razón.

 

Pero aún hay más, la ciudad de Miami propiamente es un pedazo de este bello y rico territorio, pero el nombre es el único que el mundo conoce. Nosotros sabemos cuál es nuestro barrio aquí. La realidad política y administrativa es mayor que Miami. Aquí tenemos el Condado llamado Miami-Dade que es superior y controla a un gobierno propio, a las 35 ciudades que, a su vez, también tienen sus propios gobiernos municipales. Y se aseguran de que no se les confunda con Miami entre nosotros.

 

Por ejemplo, Hialeah es la ciudad industrial y centro de artesanías, con gobierno propio, centro de dictaduras políticas antes italoamericana de un carnicero eterno y luego de un cubano que apenas acaba de soltar, pero en manos de uno fiel a él. Y es una ciudad bien servida y bien administrada en la cual hay de todos los países pero realmente es otra ciudad "cubana hasta la médula".

 

Si usted quiere ver todos los detalles históricos, económicos, turísticos, etc., de este pedazo de tierra (2,431 millas cuadradas, o sea, 6,296 kilómetros cuadrados de territorio) y una población aproximada de tres millones de habitantes de todos los países del planeta, en las que se hablan y escriben mayoritariamente tres idiomas, inglés, español y el haitiano, Kreole. Los documentos oficiales así constan.

 

Hacer aquí una historia completa del Miami de ayer y este nuestro de hoy sería abusar del espacio, cuando toda la información está al alcance de una tecla de su computador.


Miami Beach actualmente.


Partes de Miami hay en las que todo es más y mejor organizado, donde las calles brillan y los edificios sirven de adorno y modernismos, y tres cuadras más allá reside la porquería en la calle y los servicios no se ven por parte alguna. Parte es administración política, es verdad, porque a la hora de juzgar quien gobierna, tenemos una pirámide total.

 

A ver, Gobierno Federal, Gobierno Estatal, Gobierno del Condado, Gobierno Municipal, y si se descuida, tenga en cuenta que aquí se negocian responsabilidades públicas y se les dan poderes a grupos e individuos para que manejen a sus gustos y conveniencias ciertas operaciones gubernamentales. Y he ahí las bases de las corrupciones, el amiguismo, el nepotismo y los otros mil males de una sociedad organizada.

 

Y en medio de esta baraúnda "Miami 35" progresa, mejor, crece, se baña en bellas playas y le brinda al mundo ya nosotros una cara frente al sol y al mar que nos permite respirar un aire de alegrías curiosas, porque convivimos los muy ricos con los pobres al lado de la puerta, pero lejanos hasta en el saludo ausente.

 

Aquí en Miami su vecino puede ser el millonario por la derecha, mientras que el de la izquierda usa su dormitorio para cultivar marihuana, aunque en esta parte la comisión del turismo se ofende cuando se dice como yo hago ahora.

 

Es Miami la ciudad donde el ilegal sin seguros, papeles, empleo, ni salud, ha de ser atendido gratuitamente en nuestros hospitales a costa del trabajador local, no de la nación, las pensiones de retiro al no contribuyente, las escuelas tienen obligación de educar a todo el que llega a sus puertas sin preguntar nada y por eso es abusado el sistema.

 

Estas cosas hacen esta una ciudad de 35, mala para el ciudadano residente, pues viene obligado a pagar por el ajeno y callar, si lo dice, ofende. Pero al mismo tiempo eso es demostración de la grandeza del corazón de los que aquí vivimos, trabajamos y pagamos los impuestos sin esperanza de compensación.

 

Por eso, la vida en esta parte del país es más cara que en muchas otras que no llevan esas cargas a cuestas y que al menos tienen transporte público. Aquí, usted necesita tener un automóvil por cada miembro de su familia de 16 años en adelante o no come ni va a la escuela.

 

Así, este conjunto de barriadas, refugio de cubanos, extensión de Cuba (Eso sí, una Cuba en libertad) es colombiana, haitiana, rusa y de la Torre de Babel. Aquí nosotros representamos al mundo y cada uno con sus pasiones problemas, idiosincrasia y vidas por rehacer, convivimos, nos casamos y creamos hijos al calor del sol de Miami Beach o de los pantanos del Everglades.

 

-¿Es grande y noble Miami? ¡Júrelo usted!

 

-¿Es Miami cubano? No. Ni con mucho.

 

Miami es un gigantesco calderón que bulle con los mil ingredientes humanos del mundo. A Miami usted, si lo conoce, lo ama, si vive en él, lo ama, y si va de paso, lo ama también, porque Miami es eso:

 

¡MIAMI!

 

 

Gilberto Rodríguez

Miami-Fla..USA

2010-08-13

 

 

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