FALLECIÓ EL PRIMER OFICIAL LUÍS ROCHA HURTADO,
“EL
BABY”
.
Ya no sé a cuantos me ha tocado la amarga tarea de
despedir, amigos e idiotas que se convirtieron enemigos míos sin yo desearlo.
Le he dicho adiós a colegas, amigos, primos, hermanos, imbéciles, y todas, una más
que otra, siempre guardó su dosis de dolor, tristeza. Hoy me toca una de las
mas duras despedidas, ya he manifestado en diferentes oportunidades que existen
los hermanos que nunca solicitaste y lo son por lazos sanguíneos. Están los
otros, seres muy especiales que compartieron contigo los momentos buenos y los
malos, esos son los aceptas como hermanos y en muchas oportunidades sustituyen
a los de sangre.
Ha muerto en muy tristes circunstancias “El Baby” y créanme,
fue lo que menos deseamos esos hermanos a los que mantuvo en jaque todos estos días.
Disculpen si les menciono los nombres de Pedro Raúl Valdés (Pomo de Leche),
Eduardo Ríos Pérez y por último a Yarel Domenech, otro hermano a quien molesto
por segunda vez y precisamente tratándose de El Baby (Muchas gracias, Yarel)
Las circunstancias en las que perdimos al Baby son extremadamente tristes y
prefiero pasar la página por el momento.
.
No por gusto hemos estado tan preocupados y ocupados
por la salud de nuestro hermano, 56 años de amistad, más de medio siglo, tiempo
en el cual cuando regresas solo encontrarás a un niño, es el que cuenta en la duración
de esa amistad pura mantenida entre todos nosotros. ¡Coño, tiene que dolernos y
arrancarnos una lágrima! Gota de mar arrancada de nuestros ojos y que se
transforma en esa enorme ola que, golpea el codaste de cualquier nave y la hace
temblar desde la quilla hasta la perilla de aquellos mástiles que hoy
desaparecieron.
Se nos fue un hermano y no tengo fuerzas para activar
al tifón, regalarle una larga pitada de despedida. Se nos fue un marino desde
la suela hasta la gorra y no puedo mover mis brazos para arriar e izar el pabellón de mi nave cuando me encuentre con el suyo en medio
del canal de nuestras angustias. Se me escapa una lágrima y no encuentro un
pañuelo para secarla. Se me va un hermano y no sé cómo coño decirle adiós. ¡Hasta
luego, cabrón!
xxxxxxxx
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