EL
CRIMEN DE BAHÍA HONDA
DECLARACIÓN DE UN MARINO CUBANO
Hay que tener sangre de horchata para ver como se
comete un crimen y permanecer indiferente. Una vez mas el mundo vuelve la cara
ante el sufrimiento del pueblo cubano, es cada día mas cómplice, esos infelices
están solos. Mas dolorosa que la complicidad de quienes nos rodean con su silencio
es el que aún mantienen los nuestros. Insisten en vivir presos de sus miedos y
ceden ante el chantaje de aquellos que una vez fueron sus amos cuando vivían en
Cuba y no dejan de serlo viviendo en el extranjero. Mientras el mundo permanece
entretenido en su auto destrucción y eligen a delincuentes como presidentes,
los crímenes que se cometen contra el pueblo cubano no se detienen.
Es ingenuo pensar que esos asesinatos puedan ser
resumidos en las masacres del remolcador “13 de Marzo”, “Río Canímar” y ahora
en “Bahía Honda”, la historia de esas muertes comienza y se remonta hasta el
nacimiento de aquella prometedora “revolución” del 1959. Nuestras costas y
Estrecho de La Florida es el cementerio de miles de cubanos, unos
desaparecieron por la furia de las olas y otros por la de fusiles asesinos; ¿Cuál
ha sido el delito cometido por esos infelices? Escapar de una isla maldecida
por el hambre, el odio, las miserias humanas, la separación de la familia, la
falta de esperanzas y unas vidas que se agotan esperando por un cambio que
nunca llega. Cuba, como todos los países que pertenecieron al “bloque
socialista”, han sido los que se han reservado el derecho a privarte de la vida
por intentar abandonar su suelo. Esos estados asumieron la propiedad de sus
habitantes y nunca permitieron que alguna oveja descarriada abandonara su
rebaño. Ejemplos de esa crueldad abundan en la historia de cada uno de esos países
y la isla es uno de los mas destacados. No se han podido contabilizar las víctimas
aportadas por nuestro pueblo en este campo para crear unas estadísticas negras,
sin embargo, suman miles los cubanos que han perdido a un pariente, vecino o
amigo en esos intentos por escapar buscando una mejor vida, es que no existe
otra y se desconfía hasta del cielo prometido por la iglesia.
La supuesta y admirada revolución del idiota latinoamericano
no ha sido otra cosa que una industria de la muerte, se nutre con la sangre de nuestra
gente, unas veces convertidos en héroes y otras en mártires. Allí, donde no exista
un cadáver útil, ellos se encargarán de fabricarlo y transformarlo en leyenda. Puede
citarse como ejemplo los falsos patriotas que se inmolaron junto a la bandera
cuando la “batallita” de Granada. ¿Cuántos cubanos no derramaron lágrimas ante
la solemnidad de esa falsa noticia difundida por los medios informativos del régimen?
Yo diría que millones, somos tan ingenuos y manipulables que logran dominar
nuestras mentes con facilidad. “Las milicias de la dignidad” se inmolaron en Panamá
cuando la invasión norteamericana, regresan las lágrimas y mocos. Todo era
falso, abandonaron sus escopetas y se largaron al carajo. ¿Qué hacía nuestra
gente defendiendo a un narcotraficante como Noriega? Si le preguntas a millones
de cubanos no recuerdan nada, porque ese es otro mal que poseemos -además de la
mansedumbre heredada de los siboneyes- tenemos una enfermiza mala memoria. Para
conocer la crueldad de ese régimen les recomiendo que lean “La Misión de los
Condenados”, donde relato con lujo de detalles como nos ordenaron hundir
nuestro barco con 1200 soldados además de su tripulación, una cifra
considerable de mártires que no llegaron a producirse.
https://estebancl1949.blogspot.com/2017/06/la-mision-de-los-condenados.html
Hay otros muertos que se interponen a sus intereses políticos,
esos molestan y por lo general, multiplican con creces a la nómina de héroes y mártires
por ellos inventada. Tal es el caso de todas las ovejas descarriadas que han
perdido la vida en su intento por abandonar el rebaño, ellos desacreditan a su revolución
y ella se reserva el derecho de privarlos de la vida. ¿Creen de verdad que los
muertos por la única razón de abandonar el país se resumen en esas tres
masacres? Permítanme decirles que están muy equivocados, como ya manifesté, esa
sangre comenzó a derramarse desde el mismo año 1959 y nuestras costas han sido
silenciosos testimonios de mis palabras. Unas pocas yardas o millas alejadas
del último arrecife, las cifras se multiplican hasta la infinidad del
desconocimiento. Yo contaba con solo 15 añitos cuando cubría junto a un guarda
fronteras la región comprendida entre la playa El Salado y el Rio Mosquito,
cada noche de guardia recibíamos la misma orden; “Tirar a matar”. Gracias a
Dios nunca me vi obligado a disparar una sola bala, pero en ese tramo de costa
perdieron la vida muchos cubanos en la década de los sesenta, ¿su delito?,
tratar de abandonar el paraíso del proletariado. También los invito a que lean
esa narración con el mismo título.
https://esteban1949papun.blogspot.com/2021/08/tirar-matar.html
Ejemplos deben existir por millares del carácter criminal
de ese régimen, solo que esos recuerdos han sido asfixiados por el miedo o cobardía
de nuestra gente. Olviden por un instante el silencio o complicidad de
gobiernos, medios de prensa, organismos internacionales y para vergüenza de la
humanidad, la del mismísimo Vaticano. Poco nos deben importar todos ellos y
debemos acabar de comprender que nuestra gente está sola y abandonada. Pero
esta vez y tantas otras, los invito a sentir vergüenza de nosotros mismo por
nuestra cobardía. Con nuestro silencio miserable nos hemos convertidos en los más
despreciables cómplices de ese régimen. Yo los invito a la lectura de otro
ejemplo que se ajusta perfectamente al caso de las víctimas de “Bahía Honda”,
solo necesitan retroceder el almanaque unos veintidós años. Aquí les ofrezco el
testimonio de un cuñado de mi hija al que también quisieron linchar en la
soledad del mar, pocos años más tarde y una vez establecido en EU, regresó por
su hijo en una lancha. Lo cual demuestra que no en todos los casos se ajusta la
acusación del “tráfico humano”, acción que tampoco constituye una razón para privar
de la vida a ningún ser humano. Ya una vez he contado sobre el testimonio de un
difunto amigo, quien piloteara una avioneta de guarda fronteras dedicada a la cacería
de balseros. Debe ser horroroso escuchar como me contaba sobre los disparos de
ametralladoras contra indefensos balseros o el lanzamiento de sacos con arenas
desde helicópteros sobre esos seres humanos. Claro que produce mucha rabia,
peor cuando observas a pueblos idiotizados por los medios de comunicación eligiendo
a criminales como presidentes, es que nunca nos han escuchado.
https://esteban1949papun.blogspot.com/2019/01/boleta-de-ida.html
Ya no me asombra el silencio del mundo ante las desgracias
que sufre el pueblo cubano desde hace sesenta y cuatro años. Poco me importa la
poca cobertura internacional sobre este otro crimen, ya es algo usual en los
medios dominados por la zurda internacional. Ya vimos como destruyeron ciudades
cuando un delincuente y drogadicto fuera muerto por la policía de los EU, esa sí
era noticia y hasta presidentes de varios países hincaron sus rodillas por un
bandolero. Sin embargo, hace poco han asesinado a mas de setenta religiosos
africanos y se ha guardado silencio. El pueblo iraní lleva varias semanas enfrentándose
a otro régimen criminal y tampoco cuenta con la difusión que merece por sumar
en esa lucha a mas de ochenta muertos. ¿Qué podemos esperar los cubanos por
aportar a nuestro martirologio unas seis u ocho víctimas más? Absolutamente lo
mismo que hemos recibido hasta ahora, silencio y complicidad por parte de
quienes nos rodean y se atreven a decir que son nuestros hermanos.
Algo sí me golpea el alma y lo es, el silencio de
nuestra propia gente, los del interior y los que viven en supuestas libertades
en el extranjero. Mucho mas grave es ese silencio de muchos marinos como yo con
los que comparto páginas, todavía no le encuentro una justificación a esos que,
conociendo como yo estas historias, se atreven a defender a sus criminales
amos. Por ellos siento una profunda vergüenza y todo mi desprecio.
Esteban Casañas Lostal.
Montreal..Canadá.
2022-11-01
xxxxxxxxxx
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