lunes, 3 de mayo de 2021

LAS PURGAS EN LAS FLOTAS MERCANTES CUBANAS.


LAS PURGAS EN LAS FLOTAS MERCANTES

 CUBANAS.


 Buque Escuela "José Martí" mientras era hundido en el Océano Atlántico.



Las “Purgas”, ese proceso de eliminación, depuración y expulsión definitiva de las flotas, tuvieron como objetivo, la selección de hombres que se acomodaran a los propósitos o intereses del régimen cubano para lograr tener entre las filas de tripulantes a hombres de su entera confianza. No puedo señalar con exactitud sus primeras fechas de aplicación, pero imagino hayan existido desde el primer minuto en que los pocos buques mercantes de la época anterior al 59 pasaran a manos del gobierno. Se realizaron purgas individuales y colectivas que tomaban como termómetro evaluativo la identificación política del individuo, sus inclinaciones sexuales y afiliación religiosa. Existió una purga muy silenciosa y tal vez la más severa o difícil de vencer, me refiero a la realizada por la Seguridad del Estado, enmascarada con el nombrecito de “Carnet de Mar”. Documento que nunca existió entre todos los que debíamos portar y que tampoco nos entregaran, esa investigación era mucho mas severa con los hombres que no militaban en nada y podía tomar meses tener una respuesta de aceptación o rechazo a las pretensiones de ingresar en la flota. La suerte de los hombres dependía mucho de las informaciones que ofrecieran los CDR, y si por casualidades de la vida, no les resultabas agradable, aunque fueras un joven laborioso, una acusación de ellos era suficiente razón para quedar fuera de juego.

Yo conocí de cerca las primeras purgas realizadas una vez ingresado en la Empresa de Navegacion Mambisa, fueron muy severas y practicadas por jóvenes verdaderamente extremistas durante el periodo de tiempo que nos mantuvieron en la agricultura. Regreso hasta el año 1967 y me uno al grupo conocido como “Los Marinos Embajadores”, casi todos desmovilizados del primer llamado del SMO (Servicio Militar Obligatorio). Este grupo que inicialmente contaba con algo mas de doscientos aspirantes a marinos, fue la primera y mayor incorporación masiva de jóvenes a Navegacion Mambisa. ¡Por supuesto! Con ellos se integraron la mayor cantidad de chivatos a la flota en esas fechas. Esa experiencia fue repetida a principios de los años setenta con la incorporación de aquellos muchachos de origen campesino conocidos como “Los Plataneros”.

En el grupo de los “Marinos Embajadores” no era tan numeroso el grupo de chivatos, debe tenerse en cuenta que el partido comunista fue fundado en 1965 y la UJC un poco antes, sus exigencias para integrarse a sus filas eran extremadamente rigurosas. Sin embargo, de aquellos pocos, existió un equipo verdaderamente letal que, arrancó tantas cabezas en el camino, logrando diezmar al grupo hasta reducirlo a menos de cien un año después de nuestro ingreso. El equipo final de estos extremistas estuvo encabezado por un flaco horroroso de apellido Taquechel y secundado por otros personajes como Navarrete, Luaces y otros que no recuerdo, solo me llegan a la memoria los mas famosos. Uno que otro pudo ser neutralizado una vez a bordo por la pacotilla o el régimen de vida en los barcos, no lo puedo asegurar, pero hicieron muchísimo daño y destruyeron los sueños de buenos jóvenes. Recuerdo a muchachos que fueron expulsados por simplezas que ellos consideraron “desviaciones ideológicas”. Durante ese periplo agrícola que duró un año, estuvimos desarrollando tareas de guajiros en el pueblo de Palos, las Chiverías (cuidando cabras que el comandante había comprado en Canadá), la finca La Rosita, situada en los alrededores de Güines y por último en Santiago de las Vegas separados en dos albergues. El nuestro fue “El Montecito”, allí permanecimos durante todo el “Cordón de La Habana”. Las purgas fueron una constante y donde único existió reposo fue en la chivería. En La Rosita fue expulsado un muchacho porque le gustaba estar peinado y gastaba mucho tiempo frente al espejo, su delito fue considerado “desviación ideológica”. Fueron cayendo por razones tan absurdas como ser presumido y gustar vestir bien, hablar mucho de música extranjera, etc. El peor de todos los delitos era proyectarse como “indiferente”, no manifestarse a favor de la revolución, no asistir a las concentraciones, no participar con entusiasmo en la emulación, círculos de estudios, etc. Mucho daño que hicieron esos hijos de putas a decenas de jóvenes cargados de sueños, y al final, Taquechel fue expulsado de la marina por cleptómano.

La mayor purga colectiva que me viene a la memoria se produjo en contra de numerosos viejos marinos, aquellos verdaderos lobos de mar fueron quienes nos enseñaron y adiestraron como nadie en esta peligrosa profesión de marinos. Chocar de frente contra toda la jarcia, cuarteles para cerrar entrepuentes y bodegas, colgarse en una guindola por las amuras de esos viejos buques de vapor o subir hasta la cruceta de sus mástiles, no hubiera sido posible sin las enseñanzas y consejos de esos viejos marinos. Los expulsaron a casi todos por cometer un solo delito, haber pertenecido a la marina mercante antes de 1959 y disfrutar de privilegios que lograron con sus justas demandas, como lo fueron las horas extras pesadas, dietas, buena alimentación, antigüedad, etc. Una vez ellos afuera, todos aquellos logros alcanzados por esa vieja generación fueron lanzada al inodoro. Lo peor de todo, nuestra presencia a bordo de los buques fue usada para justificar esas injusticias. Lo cierto es que, una vez convertido en Primer Oficial, me hubiera gustado tener entre mis subordinados a esos verdaderos marinos, gente que amaba al mar y a sus barcos. Solo sobrevivieron unos pocos, poquísimos.

Después de esa purga colectiva, la limpieza no dejó de funcionar un solo segundo de nuestras existencias. A la calle irían homosexuales, no era necesario que fueran sorprendidos en pleno acto con sus parejas, la sola sospecha de que lo fueran por sus gestos, hablado, andar, gustos, etc., fue suficiente razón para que fueran separados de la flota. Vivíamos dentro de una revolución machista que le exigía a sus miembros o propiedades que fueran machos alfa. Paralela a esa cacería por inclinaciones sexuales, cayeron durante la marcha algunos por sus prácticas religiosas. No me acuerdo ahora del nombre de aquel negro oficial de cubierta que fuera condenado al encontrársele un resguardo de santería. No pueden imaginar el pánico sentido por el negro enfermero de la motonave “Otto Parellada”, cuando una camarotera le escondió su resguardo mientras limpiaba su camarote. El hombre acudió en mi ayuda muy asustado y por fortuna, aquella mujer me lo había entregado, no lo hizo para perjudicarlo, solo para joderlo un poco. Por el camino fueron quedando muchos por diferentes razones, solo bastaba una simple denuncia o chivatazo, no era necesario demostrar si era cierta o falsa la acusación que se te hacía. Siempre eras culpable hasta que no se demostrara lo contrario y demostrarlo resultaba imposible en un terreno dominado por el secretismo y sus procesos inquisitorios.

Estas purgas dominaron con todo su rigor el ambiente de la Empresa de Navegacion Mambisa y luego se extendió a la Empresa de Navegacion Caribe. Imagino haya pasado a la flota de cabotaje, cuando contaron con naves que realizaban viajes cortos a países cercanos. Una práctica muy usual de tiempos anteriores era transferir a marinos de Mambisa a Caribe en calidad de castigados, pero nunca se lo decían al perjudicado. Esa práctica de omitir o esconder a los autores de las acusaciones al mejor estilo de la Santa Inquisición, se mantuvo hasta el final de mis días en la isla. Muy simple, te jodían la vida y nunca sabias quien o quienes habían sido. Tal vez fue uno de los que en apariencias mantenía buenas relaciones contigo y levantaba la mano para condenarte en una de las reuniones del Partido. Esa gracia de condenar a la gente de esa manera, sin dar la cara como hacen los verdaderos hombres, le costó la vida al secretario del partido del buque “N'Gola” en Luanda. Carlos Collazo fue ejecutado de dos balazos por el maquinista Freixas, luego de agotar todos los recursos para que se reunieran con él. Nada cambió durante todos esos años, lo veremos al final de este trabajo contado por una de sus víctimas.


En el día de ayer 2 de Mayo del 2021, recibí en el grupo de marinos que administro en Facebook llamado “Graduados de las Academias Navales de Cuba, Marinos todos y Amigos del Mar”, una acusación sobre una purga llevada a cabo en el año 1979. Esa operación de limpieza se extendió también a la Empresa de Navegacion Caribe y no puedo asegurar o manifestar que sucediera lo mismo en la Flota Cubana de Pesca. En este último caso, no podían ser tan exigentes por una razón muy importante, no todo el mundo estaba tan loco para lanzarse a la aventura de aquellas extensas campañas de pesca que, se extendían a un mínimo de seis meses en condiciones de vida precarias o difíciles de soportar. En esta denuncia realizada por la señora María Teresa Montiel-Hurtado, esposa del Primer Oficial Ángel Hurtado, quien en esos instantes se encontraba pasando el Curso para Capitán en la Academia Naval del Mariel, ella menciona algunos nombres que me son familiares. Un poco más debajo de su denuncia, nos deja una nota una de las victimas de aquel acto de limpieza, me refiero a Héctor Oviedo, hombre que ingresó conmigo en Navegacion Mambisa en el año 1967 a través del grupo “Marinos Embajadores”. Una vez leída su nota no dude en llamarlo para preguntarle como habían sucedido esos desagradables hechos. Sin más, los dejo primero con la denuncia realizada por la señora María Teresa Montiel-Hurtado y continuaré con la conversación mantenida con Oviedo.

 

…María Teresa Montiel-Hurtado

Capitán Esteban Casañas, aquí va lo prometido:

Los hechos acaecidos en 1979 fue algo bochornoso en nuestra marina mercante cubana.

Fue el 28 0 29 de diciembre, no recuerdo con exactitud, cuando a un grupo de capitanes, oficiales y jefes de máquina de diferentes rangos, fueron citados a una reunión urgente en la Empresa para la mañana siguiente.

Dicha reunión estaba presidida por los organismos políticos, sindicato y administración, así como el aparato de la Seguridad del Estado de ambas empresas. Se les comunicó que iban a ser separados de la marina mercante por la resolución 394 del Ministro de Transporte Guillermo García. Allí se les dice que no eran confiables al sistema político, por no ser militantes del P.C.C ni U.J.C. Además, Inmigración les anulaba su pasaporte de marino, así de simple fueron echados a la calle sin derecho a nada, algo muy característico de los sistemas socialistas y comunistas.

Mi esposo era en esos momentos Primer Oficial y estaba terminando su curso de Capitán en la Academia Naval del Mariel. Había terminado sus dos últimas asignaturas del curso (Inglés y Derecho Internacional Marítimo). Nos encontrábamos de vacaciones cuando fue citado a dicha reunión.

Nadie pensó, por supuesto, en la suerte de las familias de esos hombres que fueron echados a la calle sin ningún tipo de remordimiento. Expulsión realizada sin pagarles sus salarios, sus días francos, sus vacaciones atrasadas. En fin, botados como si fueran perros.

 

A continuación, te nombro un grupo de aquellos compañeros:

Capitanes

José Aguado Morejón.

Frei L. Guerras Drigg.

Esteban Macias.

Balbino Ballester.

Rafael R. Montenegro.

Miguel A Diaz Blanco

Oscar Pérez Cruz

Ángel Hurtado. (mi esposo)

 

JEFES DE MÁQUINAS

Orlando Jiménez.

Flabio Cantero.

Faustino Peña.

Pelayo.

Tony Jiménez Aranguren.

 

OFICIALES

Ulises Alcover.

José Antonio García

Peña.

 

SOBRECARGOS

Manuel Pereira.

Héctor Oviedo.

 

MECÁNICO

Aníbal Sosa

 

Y otros muchos más que mi esposo no recuerda porque hace 41 años y nadie ha hablado. Creo que vale la pena sacarlo a la luz para que aquella generación de los 90 conozca todo lo acaecido en esa fecha. Entre Mambisa, Caribe y la Pesca, fueron botados cientos de compañeros.

Hoy, la Marina Mercante Cubana a desaparecido, fue grande pero el mismo sistema la destruyó, ya de ella no queda nada. Mas adelante te contaré más de estos hechos. Dándole las gracias por escucharme y sabiendo de su publicación, siento saldada la deuda con mi esposo y sus compañeros. Mucho más por aquellos que, lastimosamente se fueron sin ver salir a la luz la injusticia cometida en contra de ellos. Gracias una vez más…

 

-Imagino seas el mismo Héctor Oviedo que pasó por Palos, La Chivería, La Rosita y por último en El Montecito cuando nos pasamos un año en la agricultura. Fueron las palabras de introducción para confirmar que se trataba de la misma persona.

-¡Claro, compadre! El mismo que compartió contigo aquella terrible aventura.

-Oviedo, muchas veces prefiero no acordarme de esos tiempos. Mira que destruyeron sueños aquella pandilla de hijos de putas dirigidos por Taquechel, secundado por Navarrete, Luaces y otros cabrones que ahora no recuerdo.

-Mi hermano, es imposible olvidar todos aquellos atropellos, abusos y hasta humillaciones soportadas para poder lograr nuestros sueños.


Debo hacer una pausa antes de continuar, serán muchos los que no conocieron a Héctor Oviedo, permítanme presentárselos. Es un negro suigéneris, muy especial, diría yo. Es un hombre desmarcado totalmente de la media barriobajera de nuestra Habana, muy educado al hablar en aquellos tiempos juveniles, pausado al hacerlo y en un tono o volumen incapaz de herir nuestros sentidos. No recuerdo exactamente si en aquellas fechas pertenecía a la UJC, y si lo fue, era de esa ala soñadora de nuestra juventud, la que cayó fulminada ante los cantos de sirena y se entregó en cuerpo y alma a la construcción de una sociedad o país mejor, no la mierda que existe actualmente. Muy trabajador y un hombre demasiado reservado para esos tiempos de congas y pachangas revolucionarias. En este aspecto, Héctor se distinguía de la mayoría de los jóvenes de nuestra época. Es muy probable que hoy se nieguen o renuncien a reconocerlo, pero la realidad es que nos envolvieron y se trate en términos generales de la generación mas traicionada nacida en nuestra tierra. Siempre lo miré con simpatías por su respeto y trato con los demás, era simplemente un negro de “salir”, como tantos otros que formaron parte de nuestra flota y he mencionado en otros trabajos. Creo que comenzó a navegar como engrasador, si la memoria no me traiciona. Luego perdimos contactos por muchos años, que pueden estar por los cuarenta de ellos y hoy lo encuentro entre las víctimas de aquel injusto atropello.

 

-Hoy dejaron en el grupo un comentario referente al caso de ustedes y me gustaría hacerte algunas preguntas sobre ese tema que no domino y del que, hasta hoy, tenía gran desconocimiento.

-Yo pasé por el grupo y dejé un pequeño comentario, nunca se había mencionado nada sobre esto y no creo que nos ofrezcan la disculpa que merecemos. Me parece que de muy poco pueda servir a estas alturas, porque muchos de aquellos hombres han muerto, pero es muy justo y oportuno que salga a la luz.

-Oviedo, ¿por cuál razón fue que te separaron realmente de la flota?

-Yo no lo sé, nadie lo sabe a ciencia cierta, nunca nos dieron una explicación.

-Terrible, esos siempre han sido los métodos que ellos han utilizado, te sancionan y luego no te dan la cara. ¿Realizaron alguna apelación?

-¡Mira! El Capitán Esteban Macias, su Primer Oficial a quien todos conocían por Pepe, de quien ahora no recuerdo su nombre y yo, decidimos apelar a todas las instancias existentes y comenzamos por el Partido de la Empresa. Allí no nos dieron explicación alguna y nos remitieron al municipio, donde por toda explicación nos informaron que ellos no tenían nada sobre nuestro caso. Decidimos continuar esta cruzada y fuimos hasta el provincial del Partido con resultados similares, la respuesta fue la misma. Solo nos quedaba el Comité Central y hacia ellos enfilamos nuestros pasos, tampoco tenían respuesta para nuestro caso y nos remitieron para la Comisión de Control y Revisión del Comité Central, presidida en aquellas fechas por el Comandante Juan Almeida. Allí nos dieron una cita para regresar en una fecha determinada y cuando lo hicimos, no puedes imaginar cual sería la respuesta. Nos las entregaron por escrito y en la misma decía que nuestro caso no seria revisado porque se trataba de un “problema de Estado”. O sea. No teníamos escapatoria, ni otro lugar al que apelar. Nos largaron con una patada en el fondillo a la calle y nadie nos explicó las razones de esa horrible medida contra nosotros, después de gastar parte de nuestras vidas al servicio de la flota y el país.

-Imagino como deban haberse sentido cada uno de ustedes ante esa injusticia. ¿Qué paso después?

-Teníamos que vivir y familias por mantener. Nos dedicamos a vender cerveza en la playa de Guanabo hasta un día.

-¿Les prohibieron eso también?

-¡No! El asunto fue que el Capitán Macias, el Primer Oficial Pepe y creo que un enfermero amigo de ellos, se largaron un día en una balsa para los Estados Unidos y llegaron. Yo no quise arriesgarme en esa aventura y después de aquello me dediqué a trabajar en gastronomía. Luego conseguí otro empleo en la construcción donde ganaría mejor salario y creo que aquel cambio llegó acompañado de otra desgracia. Uno de esos días soy citado por la Seguridad del Estado y me detienen en una de sus dependencias. Dicen que habían realizado un sabotaje en el edificio donde estaba trabajando y sin prueba alguna me llevaron a prisión donde cumplí tres años.

Yo lo escuchaba y no podía creer todo lo que me decía, me resultaba imposible pensar el final que tuvo aquel joven negro ejemplar con el que compartiera un año en la agricultura en 1967. Posiblemente el pensará lo mismo de mí, ambos fuimos parte de una generación soñadora a la que mintieron y traicionaron. Nunca imaginaríamos en aquellas fechas que, el final de nuestras vidas las pasaríamos desterrados en diferentes países.

De poco puede servir hoy cualquier disculpa que les ofrezcan a esos hombres, muchos de ellos han muerto sin ver el triste final de toda esta comedia aun inconclusa. Sin embargo, de mucho servirá para los que están vivos y los familiares de los fallecidos, el sincero y merecido homenaje que podamos darles a esos hombres que compartieron con nosotros la dura desventura sufrida por los marinos cubanos. Solo nos queda decirles; ¡Hermanos, ustedes nunca dejaron de ser marinos! Hoy y siempre estarán enrolados en nuestras naves hasta que nos volvamos a encontrar en el Reino de Neptuno. Una pitada larga y el pabellón a media asta por nuestros muertos.

 

Esteban Casañas Lostal.

Montreal..Canadá.

2021-05-03

 

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TESTIMONIO DEL CAPITAN FREIS GUERRA DRIGGS.


Este comentario fue dejado por mi amigo el Capitán Freis Guerra (Una de las victimas que aparece en la lista) en la pagina "Faro de Recalada" y lo comparto sin su permiso debido a la importancia de su testimonio, que también agregare al contenido del articulo en cuestión........ 


Muchas gracias a la estimada esposa de mi amigo y co de profesión Ángel Hurtado por romper el silencio después de 41 años de aquella injusticia por la cual fuimos arrojados a la calle sin ningún tipo de consideración hacia nuestras familias pues el que les habla tenía dos pequeñas hijas que mantener y a mi querida esposa yo y mi querido y estimado vecino y jefe de Máquinas Tony Jiménez Aranguren (QEPD) nos movimos y acudimos a todas las instancias gubernamentales habidos por haber y todos nos daban las espaldas incluso fui haber al Director de Navegación Caribe El Capitan Arnoldo Menéndez Tomasevich(QEPD) y el cual se lavo las manos como Poncio Pilatos y me abandono a mi suerte dándome excusas y diciéndome que no podía hacer nada por mi , incluso fui hasta la Seguridad del Estado en la Villa Marista y el oficial que me atendió me dijo que yo no tenía nada en mi contra en mi expediente y me remitió a mi Empresa en fin nadie me aclaraba mi situación y como último recurso fui a ver al comandante llamado “ El Gallego Fernández” pues mi querido Abuelo Fernando Driggs Acosta fue muchos años Coronel de las Fuerzas Armadas y un gran matematico y profesor de Artillería en la Escuela de cadetes de Managua y la Academia Naval del Mariel y fue profesor de Artillería del comandante Gallego Fernandez le planteé mi situación y me dijo que esperara su respuesta el día siguiente , pue recibí la llamada y uno de sus ayudantes me dijo que no podían hacer nada por mi y ahí me di cuenta que tenía que abandonar el pais de una manera o otra y pensar como podía mantener a mi flia y gracias a dios me encontré con una excelente persona que yo conocía pues en aquellos tiempos estaba al mando de la sección de seguros y reclamaciones marítimas en mi Enpresa y tenía contacto con el Director del Lloyd de Londres en Cuba el señor Simón y el arriesgándoselo me daba trabajos en barcos extranjeros en el interior de la Republica en ese tiempo uno de sus surveyors era mi primo Jefe de Máquinas y graduado de la academia Naval del Mariel Rodolfo Vélez Driggs y los dos juntos hacíamos trabajos para el Lloyd de Londres yo no podía presentarme en nuestros barcos pues había una lista con mi nombre y de otros de mis co . Marinos en los portalones prohibiendo nuestra presencia . 

Gracias a Dios pude mantener a mi flia hasta que se presentó la oportunidad de buscar la libertad para mi y mi flia en el exilio honroso cuando se presentó lo de la embajada del peru y el puente del Mariel me puse en contacto con mi querida hermana en el exilio le expliqué mi situación y ella sin pensarlo dos veces me mando a buscar con un camaronero y de esa forma pude escapar de la tiranía Castro comunista y buscar la libertad que me fue denegada en el país que me vio nacer. Estoy y estaré eternamente agradecido a los Estados Unidos de America de haberme acogido como un hijo mas y darme la oportunidad a mi y mi familia de empezar una nueva vida con el trabajo y sudor de nuestras frentes de una manera honrada y lo más importante con “ LIBERTAD” y “ DEMOCRACIA”. 

Freis Guerra Driggs. Capitán. Marina Mercante. 🙏⚓️🇨🇺🇺🇸⚓️🧑‍✈️🙏


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