domingo, 26 de mayo de 2019

LOS "F1"



                                                                 LOS "F1"






“F1” fue el nombre despectivo con el que nos bautizaran una gran parte de los oficiales graduados en la Academia Naval del Mariel. Pudieron tener mucha razón y nos asociaron por carambola al fracasado experimento realizado por el “Veterinario en Jefe”, donde el resultado es harto conocido, ayudó al exterminio de la ganadería cubana. Algo de ganado tenían muchos de los nuestros, un bajísimo nivel educacional, excelente material para realizar este experimento.

El “Curso Básico de Oficiales”, que era su verdadero nombre, surge por una emergencia vivida en aquellos tiempos, originada por el crecimiento vertiginoso de las flotas de travesía y cabotaje. No se tuvo en cuenta a las flotas pesqueras, ellos contaban con un excelente centro de enseñanza donde preparaban a sus oficiales. En ambos casos, los diplomas entregados por estos centros de enseñanza no estaban reconocidos por la Academia Naval del Mariel y no poseían reconocimiento internacional.





La selección del material humano que integraría el alumnado de este curso, imagino se haya realizado cumpliendo con los estándares políticos establecidos en la isla y no con los intereses económicos perseguidos. O sea, serian elegidos los que cumplieran los requisitos de idoneidad política, sin tener en consideración los niveles educacionales que exigen el estudio de esta profesión, hablo de las asignaturas que se imparten a Pilotos de Altura y Maquinistas Navales. 


Mi caso tuvo una particularidad, nos encontrábamos fondeados en el puerto de Nuevitas y el encargado de seleccionar al hombre de cubierta fue el Primer Oficial Marcio Valdés, quien no militaba en partido alguno. Por máquinas eligieron a Alfredo Arias y desconozco el método empleado para su selección. Algo quedaba muy claro cuando analizabas la calidad humana de aquel alumnado, muchos habían sido elegidos por su incondicionalidad al régimen. Se destacaron los que eran muy, pero muy revolucionarios o militantes comunistas, pero que eran muy, pero muy brutos., unos verdaderos “F1”.


De izq. a derecha, el Chino pata de clochet, Eduardo Rios, Manuel Balsa y Casañas.



La Academia Naval se tomaba unos cuatro años en graduar a un oficial de cubierta o máquinas, quien después debía vencer un tiempo como “Agregado” y la longitud de este dependía de aptitud o preparación del egresado para ascenderlo luego de una evaluación. Muchas veces ese tiempo excedía al año y el crecimiento de la flota no podía darse el lujo de esperar, se trataba ciertamente de una emergencia que justificó la creación de este curso.



Nos destinaron a un edificio que se encontraba a pocos metros de lo que fuera el Club de Sargentos y Cabos del ejército de Batista y localizado en la playa de Jaimanitas. Aquel edificio estuvo abandonado un tiempo, pero se encontraba en buenas condiciones y espacio suficiente para albergar todas nuestras aulas, comedor, oficinas, etc. Rodeada de una amplia arboleda de pinos y muy cerca de la playa, el clima dentro de sus instalaciones era bastante agradable, siempre premiado por la brisa marina. Frente al edificio contaba con un área de recreo, donde pasábamos las horas libres entre bromas que nos regresaban a la época de estudiantes. Sin responsabilidades y entregados totalmente a los estudios, transcurrió esta buena etapa de nuestras vidas en la marina mercante cubana. Nos esperaban con un desayuno que se agradecía, y muchos necesitábamos, un jarro de aquella leche en polvo importada de uno de los países socialistas acompañados de un trozo de pan. El almuerzo era de mala calidad en términos generales, no se podía pedir más, el país luchaba por recuperarse de aquella locura de los “10 Millones” y la “Ofensiva Revolucionaria”, corría el año 1972.


A la izquierda Amancio con sweter blanco y Enrique de ropa oscura. A la derecha Yndamiro Restano con sweter blanco y Bismark Corella con ropa oscura.


EL PROFESORADO.-

La nota discordante la ocupó el director designado, me refiero a Roberto Arche Flores. Conocido como uno de los personajes mas extremistas en toda la flota de travesía, pudiera resultar inexplicable esta designación como director de un centro de enseñanza, cuando el individuo en sí, maquinista “empírico”, mostraba en todo momento su bajo nivel educacional y cultural. Arche era de aquellos seres humanos que hablaba con faltas de ortografía, imagino que se tuviera en cuenta su carácter extremadamente represivo y extremista. Estábamos obligados a andar con pies de plomo si no queríamos perecer en el intento, yo lo conocía perfectamente porque compartimos travesías juntos a bordo del buque “Habana”.



EL SUBDIRECTOR. -

El polo opuesto de Arche lo constituyó el subdirector seleccionado, era de apellido Concepción y creo que para esa época ostentaba los grados de Segundo Oficial. Un hombre espigado y de hablar pausado que atendía cualquier reclamación sin que mediara el rancio protocolo de una “solicitud”. Era una persona muy dulce en el trato con el estudiantado y por esa virtud se ganó el mote de “Pan de Gloria”. Además de tener esa responsabilidad y ser el rompeolas de cuanta arbitrariedad o extremismo cometía Arche, Concepción impartía una asignatura que ahora no recuerdo. Excelente profesor al que encontré muchos años después en la Academia de Baracoa y nos impartió la asignatura “Teoría del Buque” a Capitanes y Primeros Oficiales.


Emilio Prieto a la izquierda y Bernardo Ceballos a la derecha.


Pablo Armando.-

Nos impartió clases de Navegación de Estima, Costera, Electrónica y en Condiciones Especiales. Era un negro de espejuelitos que cargaba sobre sus hombros las charreteras de Primer Oficial. Sin temor a equivocarme, pudiera afirmar que era el mejor y mas preparado profesor de todo el curso. El que no entendiera a Pablo Armando no podía entender a nadie, sus clases eran magistrales. Años más tarde lo encontré en la Academia Naval del Mariel y nos sirvió de padrino a Eduardo Ríos y a mí en el propósito de entrar a ese centro como profesores de Navegacion. Personalmente nos acompañó hasta la oficina del Capitán de Corbeta Gordillo, quien era entonces Jefe de la Catedra de Cubierta para recomendarnos y fuimos aceptados de inmediato. Para esas fechas Pablo Armando se mantenía como Primer Oficial e impartía clases de Teoría del Buque a los capitanes. Un tiempo después abandonó la marina mercante y me dijeron que andaba trabajando por la Academia de Ciencias, posiblemente en sus embarcaciones.



Martínez.-

No recuerdo su nombre, quizás nunca lo supimos, era una norma llamar a la gente por sus apellidos o apodos. Martínez era de origen venezolano, quizás o casi seguro un refugiado político. Por esas fechas era novio de una hija de Ramón Castro, según me contara varios años después. De un hablar casi incomprensible al oído humano, fue designado como profesor de Astronomía, la asignatura mas abstracta y compleja de la profesión de Piloto. No contaba con experiencia alguna en el uso de un sextante y ostentaba el cargo de Tercer Oficial sin haber ocupado la plaza. Martínez era muy buena persona y de magníficas relaciones con el alumnado, solo que sus clases se convertían en enigmas muy difíciles de descifrar. Varios años después me lo encontré en Venezuela cuando viajé a ese país a bordo del buque “Jiguaní” y pudimos compartir en Caracas. Continuaba siendo el mismo tipo sociable de siempre.


Esteban Casañas a la izquierda y Pomo de Leche ya convertido en un garrafón con los años.


Sapiche. (Bernardo Ceballos). -

Fue un negro graduado en la antigua U.R.S.S. que ostentaba el cargo de Tercer Oficial y no contaba con experiencia alguna en nuestra profesión. Creo mas bien se viera obligado a estudiar desde cero todas las asignaturas con aplicación a nuestra profesión en la marina mercante cubana. De difícil dicción como Martínez, resultaba una pequeña tortura los sacrificios necesarios para comprenderlo. Era medio tartamudo y sus primeras clases cargadas de un nerviosismo que nos puso a gozar. Nos impartió entre otras la asignatura de “Control de Averías” y su apodo nació en una de las clases. Resulta que explicando uno de los métodos usados para contener una vía de agua en el casco, Ceballos uso la palabra “Sapiche” en lugar de “Espiche” y allí mismo la canalla lo bautizó con ese apodo que viajaría con él hasta el final de sus días. Bernardo también nos impartió “Meteorologia Náutica” y le costó mucho trabajo enseñarnos a descifrar los partes meteorológicos conocidos como “Loterías”. Hombre a todo dar y buen amigo, logró penetrar los sentimientos de sus estudiantes y no fueron pocas las veces que compartimos en su casa. Ya le he dedicado unas páginas que pudo leer estando en vida.


Osvaldo Blanco. (Blanco el Blanco). –

Todo un caballero al que hace muy poco tiempo dediqué unas líneas especiales. Ya para entonces cargaba sus charreteras de Primer Oficial y nos impartió entre otras la asignatura de Maniobra además de “Carga y Estiba”. Un gran hombre muy apreciado por todo el alumnado y admirado por sus subordinados en los buques donde fuera su Capitán.


                Domingo Echevarría, Casañas, Pomo de Leche, Amaya y Eduardo Ríos.



Alejito.-

Fue un mulato claro que compartía el mismo equipo de los mencionados en cuanto a las relaciones humanas se refiere. Es una pena que no recuerde su nombre porque con pocas líneas disfrutaría este modesto homenaje que pretendo rendir a todos esos buenos hombres. Tampoco me viene a la mente las asignaturas que impartió y lo último que supe de su existencia, fue que andaba viviendo por España. El mote de “Alejito” le vino por un personaje que aparecía en una de las “Aventuras” que pasaban por la televisión en aquellos años. Post Data.- Luego de publicado este trabajo recordé el apellido de Alejito, se trata de Castillo.


Octavio Céspedes Calaña. (Alias Pola Vieja)

Para esos tiempos Pola Vieja ostentaba las charreteras de Tercer Oficial, imagino que tampoco gozaba de mucha experiencia como navegante. Nos impartió clases de historia e hizo mucho hincapié en el personaje del Gobernador General de la República Don Camilo Pola Vieja por su rol despiadado en las luchas contra los mambises. Precisamente por su carácter extremista y despiadado, Octavio fue bautizado a partir de esas fechas con ese apodo. Varios años más tarde lo encontré en la Academia Naval del Mariel junto al pequeño grupo de oficiales que, cambiaron el color de su uniforme mercante por el militar, entre ellos estaban El Conejo y Losada. Pola Vieja fue otro de los pocos profesores despreciados por el alumnado.


Carvajal.-

Fue un mulato de baja estatura que se desempeñó como “Comisario Político”. Este individuo nos llegó desde las filas de Navegacion Caribe y siguió a Roberto Arche en la escala que mide la intensidad de los extremismos. Portaba charreteras sin ser oficial de nada y fueron tantas las maldades que se le hicieron por parte del alumnado, que lo soltamos dándose cabezazos contra los mamparos. Arche, Pola Vieja y Carvajal fueron los vértices de un triángulo mas peligroso que el de las Bermudas.


                                                 Buque escuela "Viet Nam Heroico"


Alumnado. -
Hubo de todo como en boticas divididos en un 50% de Navegacion Mambisa y el otro restante de Navegacion Caribe. Los hubo extremadamente jodedores y otros exquisitamente chivatos. Esta última categoría agrupaba en término generales a los mas brutos, como siempre sucede en este tipo de sociedad, donde los carentes de inteligencia tratan de lograr sus objetivos con el uso de la lengua, entre risas había que cuidarse mucho.


No era casual que el grupo más jodedor de los tres existentes por cubierta, estuviera integrado por los que mejores notas poseían, y sin generalizar, que la mayoría de ellos pertenecieran a Navegación Mambisa. Aprobaran o no, ellos regresarían a la flota de travesía, mientras los de Navegacion Caribe luchaban por méritos que los acreditaran para un cambio de flota. Ya he dicho que no se trata de una generalización y prueba de ello es que aún hoy mantengo excelentes relaciones con amigos que pertenecieron a Caribe. Un ejemplo de esto, entre tantos, es Pedro Raúl Valdés, alias Pomo de Leche. 

Dentro de esta variopinta calidad humana existente entre el estudiantado, no podemos olvidar a la tropa de choque afiliada a Roberto Arche Flores. Todos estos individuos, extremistas comunistas por excelencia, pertenecieron a la especialidad de máquinas. Vale mencionar entre ellos al cabecilla principal de nombre Lorenzo, seguido de Almaral, Jesús (el que desertó), Alfredo Arias y otros que para suerte de ellos no recuerdo.


De todo había en la Viña del Señor o en la botica, no se puede dejar de mencionar a los grandes hijos de putas que obtuvieron su pase a la oficialidad en este curso y luego fueran despiadados a bordo de nuestros buques, incluso, con sus propios compañeros de estudios. Vale recordar a Wilfredo Tamayo, Guillermo Alenas y otros cabrones a los que he dedicado una que otra línea.


                               Buque escuela "Viet Nam Heroico"


Muchos de los buenos, y de los malos también, han partido en esa travesía sin regreso hacia el reino de Neptuno. Gente muy buena que nunca cambiaron por el peso de las charreteras en sus hombros y las la que deseo rendir este modesto y sencillo homenaje de recordación. Jorge Marcos Joan (Alias Cebolla), Bismark Corella, Amancio, Cantina, Amaya, Manolito Balsa, Irán Labrada, Arnaldo y otros tantos que han partido. Espero sepan disculparme aquellos que se fueron y no los menciono en estas líneas, ya voy envejeciendo y se va borrando la memoria.


Una vez a bordo del buque “Viet Nam Heroico” la vida fue un poco mas divertida y los hubo que volaron. Tales fueron los casos de Jesús, un muchacho extremadamente militante y que tumbara en Santander, este era de la especialidad de máquinas. El otro y que perteneciera a mi grupo que voló en Rotterdam, fue Nixon. Lo apodamos así por su parecido al presidente norteamericano, hoy vive entre pinceles en La Florida. No voy a dedicarle una sola palabra al resto de los hijos de putas, no merecen que mueva un solo teclado ni su entrada al reino de Neptuno, ya jodieron bastante en esta tierra. No los canso más.


Si, existieron fundadas razones para que nos llamaran “F1”, fuimos parte de un experimento. Solo que de ese laboratorio también surgimos hombres muy competentes, tenaces, capaces y autosuficientes. Quienes, a golpes de mucho estudio autodidacta, supieron crecerse y enfrentar todos los retos que el destino puso como trampas en nuestras marchas. Muchos de aquellos jóvenes jodedores por excelencia, llegaron a comandar nuestras naves y los que no pudieron estando capacitados, no lo lograron porque hubo otros hijos de putas que se encargaron de destruir sus sueños.

Con mucho afecto a todos los que participaron en esta aventura.


Esteban Casañas Lostal´
Montreal..Canadá
2019-05-26


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