viernes, 24 de noviembre de 2017

CONTRABANDO


CONTRABANDO


"Motonave "Viñales"



…Contrabando es la entrada, la salida y la venta clandestina de mercancías prohibidas o sometidas a derechos en el que se defrauda a las autoridades locales. También se puede entender como la compra o venta de mercancías evadiendo los aranceles, es decir evadiendo los impuestos…


…Se han considerado como las dos modalidades más importantes de contrabando el abierto y el técnico. Por contrabando abierto se entiende la modalidad más elemental, según la cual simplemente se evade el control legal en torno de la introducción de bienes en su transposición de fronteras. Así, ingresar mercancías por sitios diferentes a los autorizados, empleando rutas diferentes a las establecidas para el tránsito ordinario de mercancías, o en otros casos ocultando las mismas para evadir la acción de la autoridad aduanera; representan llamativos ejemplos de contrabando abierto que omitieron la verificación de la autoridad estatal…


…A su vez, se entiende por contrabando técnico a la utilización de canales ordinarios de transporte e introducción de mercancías (puertos, plataformas, aeropuertos, puentes de frontera), donde la conducta maliciosa consiste en fingir declaraciones de importación, presentar documentos falsos o adulterados, trastocar valores reales de la mercancía, emplear codificación aduanera errónea, informar cantidades equivocadas, y un sinnúmero de conductas que pretenden simular un proceso de legalización de importación conforme las normas existentes sobre la materia, cuando en realidad las cantidades, los valores, la especie o la calidad de las mercancías introducidas no se ajustan a los datos declarados…


He querido ofrecerles esas definiciones técnicas que aparecen en Wikipedia sobre un delito en el que incurrimos un 90% de los marinos cubanos para que tengan una idea aproximada del tema que hoy les traigo. Sin cometer muchos errores, me atrevería a afirmar que falta una definición que mas se ajusta a nuestro caso y que lo denominaría “Contrabando descarado”.


Existieron años donde el control sobre los productos importados por los marinos era extremadamente férreo, agobiantes y temidos fueron cada uno de aquellos sondeos practicados por las tropas de guardafronteras en nuestras naves, inicio de un proceso de castración muy efectiva. Hombres y perros buscaban con rabia entre cada uno de los huecos donde podía esconderse algo, poco importaba su valor, solo era necesario el objeto que luego los premiara con un mérito y de paso te condenara. Aquellos hombres buscadores de tesoros fueron sustituidos por otros importados de provincias lejanas, mucho mas ciegos y rabiosos que los anteriores. Cundía el pánico y el terror se multiplicaba cuando algún “segurozo” embarcaba en la lancha del Práctico. Se formaba un despelote silencioso y la mierda se ofrecía para visitar al calzoncillo. Mirando hacia todos lados se buscaba un escondite donde “clavar” algún objeto olvidado, como un billete de dólares americanos, por ejemplo. Nos reunían en uno de los salones e iban llamando a cada tripulante por separado a su camarote, así sucedía en casos extremos donde la llegada del barco había sido antecedida por un chivatazo. Hay que mencionar estos detalles obligatoriamente, ya deben imaginar la mala memoria que tenemos los cubanos.


Nuestra situación no era nada halagadora una vez en casa, siempre nos perseguía el fantasma de los CDR (Comité de Defensa de la Revolución), sede de concentración por excelencia de la mayor parte los chivatos en la isla. Para esas fechas éramos muy controlados, yo diría que exageradamente y una de las principales razones lo era la envidia. Contrario al modo o costumbres existentes en otras naciones donde se trabaja para vivir mejor, el cubano ha sido educado de una manera muy contraria a esas aspiraciones tan naturales en el individuo. A estos grandes “revolucionarios” les molestaba enormemente que pudieras vivir con un nivel superior al de la miseria impuesta y cualquier signo o síntoma de superación eran razones suficientes para ser marcado e investigado. No deseo profundizar en este punto y desviarme del tema central.


¿Qué podía contrabandearse ganando $5.00 dólares a la semana? Creo que muy poco o casi nada, sencillamente no alcanzaba para satisfacer las necesidades de la familia. Por otro lado, los mazos de tabacos que vendían a las tripulaciones eran de pésima calidad para poder venderse en el exterior. Aun así, existieron valientes que se arriesgaron e incursionaron el mercado negro con productos de muy bajo costo en el exterior. Hablemos de los pañuelos de mujeres con unas líneas brillantes (conocidos popularmente como pañuelos de brillo), se usaron en casi toda la isla y nunca habían sido vendidos en el mercado. La docena de esos pañuelos tenían un precio en las Islas Canarias de unas cien pesetas, poco mas de un dólar. No hacían mucho bulto y podían extraerse fácilmente ocultos dentro de la ropa. Otro producto que abasteció al mercado negro, lo constituyó los bacilos que se vendían rellenos de perfume. Solo que esta vez ese perfume salía por la puerta de la aduana legalmente, se trataba de litros de Varón Dandy, Tulipán Negro y Galardón, todos con un precio en España muy bajos. ¿Se imaginan cuantos bacilos se llenaban con un solo litro? Luego se vendían a unos veinticinco pesos cubano. Los blúmeres para mujeres también tuvieron una gran demanda para esas fechas y el costo de ellos era igualmente bajo.


Motonave "José A. Echeverria"

Con la llegada del “hombre nuevo” formado por la revolución, la corrupción fue ganando territorio dentro de nuestras naves y por supuesto, las actividades de contrabando se incrementaron. Desgastados por tantas charlas, asambleas, discursos y ofensivas, esta nueva clase de marinos se fue imponiendo en la medida que las viejas generaciones fueron expulsadas de la flota. El gobierno empleaba métodos y recursos en combatir el delito, pero siempre se mostró esquivo o indiferente a las causas que lo originaban. De esta manera aparece un contrabando más agresivo, se extraían de la isla monedas de oro que podían venderse como metal o por su valor numismático. Joyas, oro y uno que otro objeto de arte antiguo, formaron parte de los botines de aquella época, eran objetos de mucho valor y podían esconderse en cualquier lugar. A esas mercancías se le sumarian posteriormente los tabacos de marca, un producto que marcó sus pautas y se impuso en el mercado. Era muy confiable su adquisición, el oro se agotaba, no así el tabaco. Nacía de esa manera una red con raíces en las propias fábricas de exportación y su eslabón final se encontraba en cualquier puerto español. Algo había olvidado el gobierno cubano, los aduaneros tenían hijos, esposas y familias necesitadas de todo tipo de productos no existentes en la isla. Artículos que podían ser suministrados por los marinos como cambio de favores, unas veces como especias o dinero, porque entre otras cosas, sus salarios no dejaban de ser miserables. Aquellos supuestos enemigos se transformaron de la noche a la mañana en nuestros mejores colaboradores y nuestros contrabandos entraron a la isla sin sufrir riesgo alguno.


Con una sociedad en franco estado de descomposición moral y una marcada austeridad limitando con la miseria, aquellas aduanas destacadas por sus extremismos y verticalidad fueron cayendo en combate. ¿Quién no recuerda el estricto cumplimiento de sus funciones en las aduanas de Nuevitas, Santiago de Cuba o el Mariel? Fueron muy temidas en sus tiempos y al final de la carrera resultaron mas corruptas como el que más. Debo aclarar a quienes lean estas líneas que su contenido no esta fundamentado en estudio o estadísticas algunas, solo tomo como referencia las experiencias personales y pueden producirse saltos en el tiempo que ocurrieron.


Por los años ochenta el contrabando era casi incontrolable y aun no se habían involucrado a fondo las aduanas, aunque debo aclarar que actuaban en complicidad con una minoría de las tripulaciones, generalmente con sobrecargos y capitanes. En esa década se produjo la detención de dos tripulaciones completas, una de ellas fue la del buque “30 de Noviembre” y no recuerdo exactamente si la otra correspondió al buque “José Antonio Echeverria”. El “30 de Noviembre” se encontraba capitaneada por Carlos Yero y como me encontraba estrechamente vinculado a su Primer Oficial, fui afectado por aquella acción, me excluyeron del curso para “Primer Oficial”.


Para ese entonces la mercancía preferida para su venta en la isla eran los relojes digitales, se adquirían a un precio ridículo en Holanda y tenían muy buena salida en Cuba. Otra mercancía muy bien cotizada lo era el polvo para preparar tinte de pelo, se compraba generalmente en Barcelona u otros puertos españoles y tenían una rápida salida en el mercado negro. Los contrabandos para esas fechas eran en una sola dirección, desde el extranjero hacia la isla. Muy poco era lo que se podía sacar hacia el exterior y cuando apareció el tabaco solo tenia como buen mercado cualquier puerto español. ¿Cuál fue la modalidad que nació en el desarrollo de esa actividad? Los marinos dedicados al contrabando compraban dólares en el mercado negro, su precio al cambio era de quince pesos cubanos por un dólar. Luego se estudiaba muy bien las reglas de la oferta y demanda para invertir en el extranjero. Por regla general, nadie compraba y vendía nada si no obtenía una ganancia neta del 100%, es decir, me refiero a la plata que iba limpia al bolsillo luego de cubrir el costo de la mercancía. Por ejemplo, se compraba un litro de champú cuyo costo fue de un dólar y en la isla se vendía a treinta pesos cubanos. Con el paso del tiempo las tácticas se fueron refinando y los marinos sacaban cuentas de las fechas de regreso antes de comprar cualquier mercancía. Fechas importantes como el Dia de las Madres, Enamorados y Dia de los Padres, fueron de alta demanda en un mercado estatal vacío y se seleccionaban productos propios para regalos. Cuando no se coincidía con esas fechas, cualquier producto de necesidad y alto valor de uso tenía buena aceptación en el mercado.


Motonave "30 de Noviembre"

El contrabando adquirió características descaradas una vez que los aduaneros formaron parte de ella, no puede hablarse propiamente de contrabando, cuando salías del buque con una caja debidamente sellada por la aduana. Toda esa actividad era realizada a cambio de especias o dinero cash como he mencionado y funcionó de esa manera hasta el final de mis días en la isla. No solo tuvo ese comportamiento para las extracciones del barco, muchos de ellos se prestaron para llevar personalmente cargamento de cajas de tabacos hasta mi camarote. No se encontraba mucha resistencia y para ellos resultaba muy productivo, por andar unos cientos de metros con maletines, recibían en el transcurso de unos veinte minutos una suma superior al salario de un mes.


Y para estos últimos párrafos les he reservado lo mejor, muchos grandes “cabrones” que hoy viven en el exterior o se mantienen en la isla, saben que no miento, creo que casi nadie lo ha abordado hasta ahora. La gente que jugaba en las grandes ligas, los mas valientes y los que mas plata manejaron en nuestro mundo, incursionaron en el tráfico de drogas después del fusilamiento de Ochoa. Mucha de la droga bombardeada por avionetas colombianas en la costa norte de Cuba, no pudo ser recogida por las lanchas de Miami debido a mal tiempo. Parte de esa droga fue empujada por el mar hacia nuestras costas, muchos de esos paquetes fueron recuperados por las tropas de guardafronteras, pero existieron casos donde fueron recogidas por personas del área y no las entregaron, simplemente las clavaron hasta tiempos mejores. 


Nada de esto que les cuento es ficción, me ofrecieron dos kilos de cocaína en La Habana, una para vender y la otra como pago a mi acción. Ese viaje yo llevaba cuarenta cajas de tabaco y acordé averiguar precios y establecer contactos para su venta. Cumplí lo prometido en Castellón de la Plana y estuve a punto de convertirme en traficante. El siguiente viaje con un destino parecido, elegí desertar en Canadá y preferí hacerlo con las manos limpias. Repito, hay varios cabrones que saben perfectamente que no miento, esa actividad ya se venia realizando en la marina mercante cubana con absoluta discreción. He dicho.







Esteban Casañas Lostal.
Montreal..Canadá
2017-11-24


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