BUQUE DE PASAJE "ÁFRICA-CUBA", EL FRAUDE.

      BUQUE DE PASAJE "ÁFRICA-CUBA", EL  FRAUDE.          

El buque África-Cuba fue adquirido por la Empresa de Navegación Mambisa en el año 1978, su tripulación fue transportada hasta el puerto griego El Pireo, donde fue abordada y abanderada con el pabellón cubano. En ese equipo viajó también un numeroso grupo de mujeres que, constituyeron la primera incorporación masiva de la representación femenina en la marina mercante cubana.

Tuve la oportunidad de visitarlo en cuatro diferentes oportunidades, tres de ellas mientras se encontraba reparando en los astilleros ADM de Ámsterdam y yo viajaba como oficial del buque angoleño “N’Gola”. La cuarta ocasión se produjo mientras se encontraba atracado en los muelles Margarito Iglesias del puerto habanero, ya el buque se hallaba en franco proceso de depredación y hasta donde la memoria me alcanza, creo que solo realizó la mitad de un viaje como parte de nuestra flota.

Recuerdo entre sus tripulantes al Capitán Augusto Juarrero, el Capitán Antonio García Urquiola realizando las funciones de Primer Oficial, Eduardo Ríos Pérez como Segundo Oficial, Víctor García Tercer Oficial, Nerey de Sobrecargo y su hermano de contramaestre, el doctor Héctor Labrada como médico a bordo y otros tantos que harían interminable esta lista.

La adquisición del buque fue anunciada a bombo y platillos en las dos planas centrales del diario Granma. Donde entre otras cosas, se resaltaban todas las comodidades que ofrecía aquella vieja nave que incluían dos piscinas. No se explicaban las razones que justificaran aquella compra en un país que no era visitado por turistas, y menos aún, le permitían a sus nacionales viajar al exterior. Solo una vez al año arribaban uno o dos buques de pasaje soviético con estudiantes cubanos que cursaban estudios en países socialistas.

Después de las reparaciones realizadas en Ámsterdam, la nave recibió la orden de dirigirse hacia Etiopía con la misión de transportar a un numeroso contingente de niños de ese país hacia Cuba. Durante la travesía hacia el Caribe, aquellos niños sufrieron síntomas de deshidratación debido a las altas temperaturas experimentadas en el interior del buque y el racionamiento del agua potable. Sin contar todos los problemas secundarios sufridos durante la navegación y anormales para un buque que había realizado reparaciones recientemente. Vale destacar que en ese período de tiempo, se encontraba ocupando el cargo de Ministro de Transporte Lussón, 

¿Por qué un fraude? Aquel viejo barco solo pudo realizar “medio viaje”, el realizado hacia la isla. De acuerdo a los usos y costumbres establecidos en nuestra flota, el concepto de “un viaje” comprendía las travesías de ida y regreso. Con el fin de distinguirlos en los Diarios de Navegación, el de ida era identificado como “Norte” y el de retorno como “Sur”.

No sucedió absolutamente nada, se perdió todo el dinero invertido en la compra de aquel buque, su reparación, avituallamiento, costo armador, salarios, viajes y dietas de la tripulación, etc. Hasta el sol de hoy, no se poseen informaciones sobre aquella plata mal gastada en la que participaron muchas personas. No hubo sancionados y todo quedó sembrado en el más absoluto silencio. Debe comprenderse que en la compra de cualquier nave participan representantes del Ministerio, compañía armadora, inspectores, supervisores, etc. Finalizaba así la historia de ese buque, del que no dudo se hayan beneficiado muchas personas por las “comisiones” recibidas. ¿El pueblo? El verdadero productor de toda aquella plata, tuvo que conformarse con las imágenes aparecidas en el periódico Granma.

Esteban Casañas Lostal.

Montreal..Canadá.

2011-04-15

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