jueves, 22 de marzo de 2018

RECALADA FORZOSA

RECALADA FORZOSA



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Motonave "Aracelio Iglesias"


La “recalada” no es mas que la arribada de un buque a su punto de destino planificada con anterioridad, puede ser al puerto sede de su naviera u otro comprendido dentro de sus travesías comerciales. Durante una aventura marítima, la nave y sus tripulantes pueden ser sorprendidos por eventos extraordinarios que, rompan los propósitos perseguidos en dicha travesía. Averías, accidentes, peligros de naufragios por severas tormentas, reparaciones urgentes, guerras, enfermedad de algún tripulante que ponga en riesgo su vida, secuestro, etc., pudieran ser algunas de las razones que justifiquen la determinación de un Capitán a realizar una “recalada forzosa”. 

Luego de llegar a ese puerto no comprendido en su derrota, el Capitán presentará ante las autoridades competentes toda la documentación necesaria para justificar su acción. Entre esos documentos se destaca el “Acta de Protesta” con los pormenores de las causas que obligaron al cambio de rumbo de su nave. Eso lo protegerá a él y a su Armador de prontas reclamaciones que se producirán por parte de terceros debido incumplimientos de contratos y daños producidos. Estas recaladas pueden realizarse en países amigos o con quienes no se mantienen relaciones, no necesariamente enemigos.

En la historia de la marina mercante cubana, como en cualquiera, se produjeron esas “recaladas forzosas”. Es de suponer que esas circunstancias fueron de extrema “fuerza mayor”, debido al carácter de severidad en la aplicación de las leyes en nuestro país, donde entre otras cosas, siempre se exigió sacrificios supremos a las tripulaciones.

El recuerdo que guardo de la primera “recalada forzosa” realizada por una de nuestras naves, se remonta a los principios de la década del 70. Desafortunadamente no recuerdo el nombre del buque y el de su Capitán. En medio del Océano Atlántico, aquel barco de pequeño porte, se vio obligado a retornar a las Islas Canarias porque precisamente su Capitán se encontraba sufriendo de un “priapismo” que le producía fuertes dolores. Por aquellos años la mayoría de nuestras naves carecían de enfermeros y las labores de “sanitarios” eran desempeñadas por el Segundo Oficial, quien solo se limitaba a ofrecer calmantes de acuerdo con el caso. Un tiempo después que no puedo precisar, aquel Capitán falleció muy joven, llegue a conocerlo, pero nunca navegamos juntos. Es muy probable que alguno de los que me leen con frecuencia puedan mencionarlo.

Otro caso muy sonado de “recalada forzosa” la realizo la motonave “Casablanca” (antiguo “Renato Guitart”) a Hawaii. La razón de esa acción fue la de desembarcar a un timonel herido por otro tripulante. El timonel era de nombre Fermín y fue agredido por otro tripulante al que la gente llamaba Stevenson por su fortaleza. Según se comentara posteriormente, yo me enrolé a la llegada del buque a La Habana, Stevenson sorprendió a Fermín escuchando detrás de la puerta lo que se conversaba en el camarote del Capitán y lo agredió. Por los golpes recibidos, Fermín sufrió de un derrame cerebral o algo parecido, se recuperó y regresó a La Habana.

Fui testigo de la recalada forzosa de un buque pesquero modelo TACSA (los llamados Ríos) al puerto de Lobito-Angola, para desembarcar el cadáver de un marino que, había sufrido un accidente durante las faenas de pesca. Yo asistí a su funeral, pero no recuerdo el nombre del barco.


Motonave "Lilac Islands"

Otra de aquellas “recaladas forzosas” muy conocidas en su tiempo, sucedió cuando un buque cubano se vio obligado a arribar a las aguas de Puerto Rico para desembarcar a su Capitán, Manuel Balsa Larrinaga, quien había sufrido un derrame cerebral, creo que fue desembarcado por un helicóptero, su regreso a Cuba fue una tragedia. Nunca mas se recupero y tuvo que dejar de navegar.

Estuve en un barco donde el Capitán inventó una recalada forzosa en España para poder avituallar correctamente al buque, es obvio de que no mencionaré el puerto, nombre del barco y menos aun el del Capitán. Considero que aquella acción realizada con la complicidad del Jefe de Máquinas, mucho mas que constituir un delito o acción fraudulenta, muy bien pudiera considerarse un acto de valentía de aquellos hombres para proteger a su tripulación. 

Existieron casos de “recaladas forzosas” ficticias que solo aparecieron en los Diarios de Navegación. Estas fueron realizadas cumpliendo órdenes que venían de arriba (aparentemente desde el cielo) y el único fin perseguido era cometer fraudes en contra de compañías aseguradoras y receptores de mercancías vendidas. Para cumplir con ese objetivo, se llenaban dos Diarios de Navegación, uno verdadero y otro falso, donde se reflejaba una arribada forzosa a un puerto nacional. Ya hablé en una oportunidad sobre este evento en un trabajo titulado “Diarios Paralelos”. De acuerdo al comportamiento de los precios del azúcar en el mercado internacional, muy bien nos ordenaban cambiar el puerto de destino, posiblemente hacia donde se había vendido el producto a un precio mas elevado.

Estos hechos también formaron parte de nuestra historia y tú pudiste estar involucrado en algunos de ellos. Te invito a que lo compartas con nosotros.



Esteban Casañas Lostal.
Montreal..Canadá
2018-03-22


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