NAVIUM RIDICULUM
Los grandes burócratas militares cubanos, excelentes proxenetas que han vivido sus desgraciadas vidas chupando de la sociedad, no parecen enterarse de los espectaculares avances que existen en el campo militar mundial. Para esos chupacabras criollos con el pecho saturado de condecoraciones por batallas que nunca libraron, los drones, cohetes, armas nucleares, aviones indetectables, etc., no forman parte de sus enseñanzas, y lo peor, la mayoría carece de Internet en sus hogares.
Pues estos combatientes del pan con croqueta y picadillo de soya, decidieron emprender la heroica labor de transformar a viejas naves de pesca en no se sabe que tipo de tareco militar. ¡Vamos a ver! No son destructores, acorazados, naves de desembarco, no son portaaviones ni portahelicópteros. ¿Qué pueden ser? Portapenes, portaputas, portachivatos, portaconsignas, portaidiotas. Cualquier cosa menos una nave militar.
Estos buques que en su tiempo (década del 70) fueron buenos para lo que habían sido concebidos, pescar, congelar y producir harina de pescado, hoy no dejan de ser piezas de museos, simples reliquias. ¿Para que servirán esas naves con una velocidad a todo reventar de 15 nudos? No sé, porque ya no pueden utilizarse para hundir inocentes balsas, los cubanos están escapando utilizando otros medios. Luego, hay que leer decenas de estupideces donde entre loas y alabanzas de idiotas con mentes zurdas, consideran este acto aberrante como un logro de la tecnología militar cubana.
¿Lo real? Con la inversión realizada para transformar a uno de esos viejos “barricafantes” en naves militares, muy bien se pudo realizar reparaciones capitales a dos de esas naves para devolverlas al mar. Se lograban dos objetivos mucho más productivos, se empleaban nuevamente a los marinos abandonados a su suerte, gente productiva que vive de su trabajo. Se trataba de ofrecer a la población otro alimento tan necesario en medio de las crisis alimentarias existentes desde hace 60 años. Pero nada de eso ha sido así, los militares y comunistas cubanos prefieren darle camarotes a una pila de zánganos que, no producen absolutamente nada, no van a combatir al imperialismo en ninguna parte y continuaran gastando los escasos recursos que aun no se han robado. No por gusto les retiran la leche fresca a los niños el mismo día que cumplen 7 años. Lo más triste, no ha sido una sola la nave sometida a ese macabro experimento, pasan de tres.
Esteban Casañas Lostal
Montreal..Canadá
2018-03-19
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