lunes, 18 de septiembre de 2017

POR LA SAGA DE LOS MARINOS CUBANOS (13). Caso: "Es un asunto de Estado".


POR LA SAGA DE LOS MARINOS CUBANOS (13). Caso: "Es un asunto de Estado".



Motonave "Sierra Maestra", buque insignia de la marina mercante cubana

¡Es un asunto de Estado! ¿Cuántas veces no habremos escuchado esa expresión tan corta y certera? Era el preámbulo de una orden que no aceptaría cuestionamiento alguno y que siempre venía desde arriba, posiblemente desde el cielo. Nunca tuvo firma y debía imaginarse, nadie era capaz de discutirla, mucho menos en público.

No fueron pocas las piernas que temblaron al escucharla, se obedecía y punto. El emisario podía ser cualquiera relacionado con las operaciones del buque, soltaba la noticia y deslastraba de paso ese enorme peso que llevaba consigo. Aquel "Asunto de Estado" era muy variado y se ajustaba cómodamente a la necesidad del momento. Podía tratarse del puerto o país de destino, carga a transportar, misteriosos pasajeros que viajarían a bordo, suspensión de reparaciones sin concluir, permanencia de un buque en un país en guerra, etc. 

No solo los capitanes cedían tímidamente ante esas ordenanzas bajadas desde el cielo, realmente ellos constituían el ultimo eslabón de aquella cadena, donde no pocas veces nos enviaban a la muerte. Los inspectores y supervisores de nuestras naves, eran en términos generales los primeros en ser abordados, todo dependía de la situación. Cuando menciono la palabra "Supervisor", ella comprende a nuestros profesionales desarrollando esas labores al servicio del Buro Veritas, Lloyd's of London, Registro Cubano de Buques, etc. Todos ellos con sede en la capital cubana y únicos autorizados a extender certificados o prórrogas de los mismos. Los inspectores y supervisores pertenecientes a nuestra empresa, desarrollaban su trabajo con bastante eficiencia, pero carecían de la potestad para extender esos certificados exigidos internacionalmente a cualquier nave.


Podía suceder que antes de la partida de cualquier buque, el Capitán informara sobre el vencimiento de cualquiera de los certificados exigidos. Venía el supervisor a bordo y comprobaba que el buque no reunía las condiciones para extenderle el documento o una simple prórroga. Solo que sus poderes eran limitados en suelo nacional, aunque representara al Lloyds, Veritas o Registro Cubano. Aparecía de la nada un funcionario o agente de la seguridad enviado por el gobierno y con su varita mágica aparecía el dichoso papelito. Poco importaba si te enviaban a morir, se trataba de un "Asunto de Estado". ¿Ejemplos? Abundan y solo alargaría estas notas, pero les citaré uno donde me vi involucrado.


Estando de Primer Oficial en el buque Casablanca y luego de una profunda inspección, detecto que los botes salvavidas, además de no encontrarse avituallados, no bajaban de sus pescantes al abrirle los frenos. O sea, no se podía contar con ellos en caso de necesidad de abandonar el buque. Tampoco funcionaba correctamente el sistema de achique de las bodegas y por si fuera poco, cuando mandabas a lastrar el peak de proa, esa agua de mar iba inundando todos los tanques de lastres hasta el cuarto de máquinas. La arboladura del barco estaba guarnida con cables inapropiados y se corría el peligro de sufrir accidentes por la caída de sus puntales y la carga. El barco se encontraba infestado de ratas, eran tantas, que cuando abríamos la cocina en horas de la mañana, muy bien se podían contar unas veinticinco dentro de ella. Estas fueron entre muchas las deficiencias técnicas detectadas, por la parte de máquinas el paquete era superior y todas, absolutamente todas, estaban vinculadas a la seguridad del buque.


La primera reacción de aquellos honestos supervisores fue la de negar los certificados, pero tal decisión tenia las horas contadas. Aparecía el misterioso personaje mencionado con anterioridad con la frase que ocupa este tema, y por supuesto, la velada amenaza de relevarlo del cargo si se declaraba rebeldía u honestidad por parte del supervisor cubano. ¿Quiénes estaban dispuestos a correr el riesgo de perder ese empleo? Cuando ustedes lo encuentren me avisan. Tener un auto disponible, cobrar parte del salario en dólares, hospedaje y dieta cuando se movían al interior de la isla, etc., eran privilegios no disfrutados en Cuba y muy pocos estaban dispuestos a renunciar a ellos. Bastaba poca presión para extender el certificado y ser los marinos los que enfrentáramos los riesgos comprendidos en una aventura marítima. 


Esto pudo pasarle a los tripulantes del buque Guantánamo en su último viaje, por supuesto, existieron hombres que virilmente tuvieron que enfrentarse a esas situaciones, solo que no los recuerdo.


Otras veces nos llegaba la orden de cargar o tal cual mercancía con urgencia y acompañada de la nota que era un "Asunto de Estado". Estuve con capitanes que de solo leerla o escucharla se cagaban y trataban de cumplirla irracionalmente, tal vez por ignorancia o tratarse de un furibundo militante comunista como Remigio Aras Jinalte.

-Primero, ¿Tenemos espacio disponible para recibir mas carga?

-Si, nos queda el entrepuente de la bodega Nr.3. ¿Por que?

-Porque nos solicitan cargar con urgencia esta mercancía y nos aclaran que se trata de un "Asunto de Estado". Me entregó la nota y al instante comprendí que era imposible recibirla.

-Lo lamento, no podemos tomar esa carga.

-¿Cómo que no podemos llevarla teniendo espacio disponible? Haga los cálculos correspondientes y me informa cuando estemos listos para recibirla.

-¡Mire, Capitán! Lo que usted pretende recibir es un producto químico que no puede ser estibado en el mismo espacio donde tenemos cargadas mas de dos mil toneladas de alimentos para ganado, las va a contaminar.

-Eso no importa, este cargamento es de urgencia y se trata de una orden que no podemos dejar de cumplir.

-¡Vamos a hacer una cosa! Yo voy a redactar un Acta de Entrega de mi cargo, usted me la firma debidamente y a partir de ese instante asume todas las responsabilidades por el cargamento que se contaminara. No volvió a llamarme para tocar el tema.

Nadie sabe los miles de millones que se perdieron por culpa de esos "Asuntos de Estado", donde entre otras cosas, se les concedía privilegios a países "hermanos" para que no nos pagaran las penalidades por sobre estadías, etc. ¡Nada! Sobraba el dinero y no se mencionaba al "bloqueo norteamericano!



Esteban Casañas Lostal.
Montreal..Canadá.
2016-12-20


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